La Dinastía (libro 11. Vannya)

Cap. 40 Comienza la búsqueda

 

Los que habían abandonado Illir para iniciar la búsqueda, se fueron derechos al lugar donde todo había comenzado, pues el grupo de Yves no había tenido ocasión de establecer el rastro, porque al encontrar la cadena de Iliar, habían corrido a informar. Como el grupo de Yves sabía hacer su trabajo, mientras Aelio se iba a avisar a Yves del hallazgo, había enviado a Ziven, otro miembro de ese grupo, a buscar a cualquier levramzyks de la guardia de Sofía, de modo que cuando llegaron, éste les informó dónde habían estado todos al momento en el que se inició el ataque. Como eso ya Yves lo sabía, él se fue al lugar donde había sido hallada la cadena de Iliar, y mientras la sostenía en su mano, concentró su energía en ver lo sucedido y el cuadro se presentó con claridad.

Si bien ninguno de los que estaba atacando a los agresores, es decir, Lucien, Janos, Radek y Lucía, en teoría necesitaba ayuda, y menos contra unos ikedevs, pues la ira no los habría llevado a considerar contra quiénes se enfrentaban y lo único que querían era sacarles el corazón, Itlar que en cualquier circunstancia, y aunque ya no existía la amenaza de Boyko, igual no se despegaba de Lucien, le había dicho a Yvaylo que fuese ocuparse de los heridos, mientras que él se metía en aquel desastre.

Cuando Iliar llegó, y aunque sabía lo mismo que todo el mundo, él era padre, aunque no lo pareciese, así que cuando vio que uno de aquellos mal nacidos intentaba atacar a su hijo por la espalda, se lanzó hacia allá arrancándole la cabeza, pero otro aprovechó el momento para atacarlo, eso no habría representado un problema para Iliar y, de hecho, el individuo no tuvo más suerte, porque acabaría igual que el otro, pero en el momento en el que Iliar se le fue encima, el hombre intentó sujetar su cuello, pero la mano resbaló y lo que hizo fue arrancarle la cadena, aunque no fuese esa su intención. El asunto fue que mientras Iliar lo despachaba, recibió varios disparos en la cabeza y cayó.

Hasta ahí, todo no habría pasado de ser algo muy malo debido a lo dañinos que resultaban los disparos en la cabeza, lo extraño se presentaría a continuación, porque otro grupo que vestía incluso diferente a los agresores, pues sus uniformes eran de campaña igual a los de casi cualquier fuerza militar, pero en el caso de aquellos en especial, eran negros y no verdes. La cuestión fue que Yves vio y escuchó, cuando uno de ellos daba la orden.

  • Rápido, lleven a este a la camioneta
  • Pero señor, no es…
  • ¡Solo hazlo!

Mientras Yves había estado viendo todo aquello, se había ido desplazando por el área, pero luego comenzó a alejarse hasta encontrar el punto exacto de extracción. Tanto Darko como Iziaslav no lo habían perdido de vista, pues sabían exactamente cuál era la habilidad de aquel sujeto, lo miraron cuando se detuvo y abrió los ojos.

  • ¿Et lavyl? – preguntó Iziaslav
  • Iliar no era el objetivo, pero… – y procedió a narrar cómo habían estado las cosas
  • Pero entonces podemos seguir su rastro
  • Podemos, sarì, lo que es dudoso es que de este modo nos lleve al lugar donde lo tienen
  • ¿Por qué? – preguntó en tono peligroso
  • Porque es poco probable que lo hayan trasladado del mismo modo todo el camino desde Francia hasta donde sea que lo tienen. Sin embargo, igual podemos hacerlo con esto – dijo sacándose del bolsillo, lo que a Iziaslav le pareció una pequeña caja plateada

Si bien Darko tenía una idea aproximada de lo que era aquello, pues él, como comandante en jefe de la DS, era puntualmente informado de todo lo que las diversas divisiones de la misma hacían, aun cuando en los dos últimos años, aquella jefatura había recaído casi por completo sobre Yves debido a que él estaba la mayor parte del tiempo con Iziaslav, igual el chico le informaba de todo.

A raíz del último secuestro, y como era algo que no había vuelto a sucederle a ninguno de los suyos desde la desdichada oportunidad en la que secuestraron a Armand, tanto Istval como Yves, y aunque ellos y su grupo, eran excelentes rastreadores, sabían que las cosas habían cambiado, y ahora existían naves aéreas donde podían ser trasladados quienes fuesen víctimas de un secuestro, de manera que así, les resultaría más difícil hallarlos como quedó demostrado con el último secuestro, ya que la dirección del rastro se perdía en cuanto se elevaban. De modo que, Yves, siendo el esclavista que era en opinión de Roven, lo había tenido trabajando a marchas forzadas para que desarrollase un dispositivo que le permitiese seguir cualquier rastro con mayor precisión.

Sin embargo, si Darko podía tener la mencionada idea, no era el caso de Iziaslav que después de mirar el aparato, miró de nuevo a Yves y comenzó a pedir explicaciones.

  • Sarì, esto es un noeîn, o, en palabras más simples, un analizador de energía

Como Yves sabía que ponerse a explicarle a Iziaslav los principios físicos del movimiento de las ondas, o el funcionamiento de un espectrómetro, que era en lo se había basado Roven para desarrollar el noeîn, lo redujo a una explicación lo más simple posible.

  • Como te acabo de decir, esto nos sirve para captar las energías de un modo específico y…
  • Eso podemos hacerlo sin necesidad de ninguna… cosa, como esa, y ciertamente esa es tu habilidad, Ynli




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