La Dinastía (libro 11. Vannya)

Cap. 47 ¿Error?

 

Istvan entró a su despacho seguido por Yves, pero no habían terminado de entrar cuando ya el segundo estaba hablando.

  • Imagino lo que estás pensando, pero es un hecho
  • Pues algo está fallando. Que repitan las pruebas y…
  • Istvan, sabes que Haliq no cometería esa clase de errores
  • ¿Y te aseguraste que las había hecho él?
  • No, pero, aunque no hubiese sido él, tenía que revisarlas antes de que saliesen del laboratorio

Istvan se frotó la frente y se preguntó qué demonios había sucedido, y si lo estaba haciendo, era porque de acuerdo a los resultados, éstos señalaban como autor de aquellas transformaciones a Avitzedek o a su hijo. La cuestión era que tanto Avitzedek como Gianfranco contaban con una guardia encubierta desde hacía muchísimos años, y no era un seguimiento por sospecha, sino algo que había ordenado Lucien en una ocasión en la que Gianfranco fue brutalmente atacado por individuos de su propio Clan que lo habían llamado traidor. Aquellos infelices con lo que no habían contado era con que Gianfranco era un primigenio, y si bien el número les había permitido hacerle mucho daño, él mismo acabó con muchos de sus atacantes de forma sangrienta, mientras que algunos lograron salvar la vida al huir. Quienes habían encontrado a Gianfranco habían sido Iyul y Dylan cuando iban de regreso a Riùrik y lo habían trasladado al Haigala.

De más está decir que Avitzedek había montado en cólera y había reñido a su retoño, pues en su opinión, aquella cercana asociación con Lucien estaba resultando perjudicial.

Y en el caso de Lucien había sido mucho peor, porque si bien se había enterado del ataque, no de las razones hasta que fue a ver a Gianfranco y éste se lo dijo. Itlar, que naturalmente estaba con él, habría preferido que Gianfranco hubiese seguido diciendo que no tenía idea de quién o por qué había sido emboscado, pero luego concluyó que habría sido inútil, porque Lucien sabía que le estaba mintiendo y comenzó a pelearse con él como si fuesen escolares, algo que habría podido terminar mal si Dylan no hubiese intervenido recordándole a Lucien que Gianfranco se recuperaba de un brutal ataque.

La cuestión fue que, cuando finalmente Gianfranco le explicó con exactitud lo que había sucedido, la ira de Lucien fue apocalíptica, y el primero a quien la dirigió fue a Dylan, gritándole que de nada valía intentar mejorar las relaciones entre los miembros de su raza, porque siempre habría imbéciles que no quisieran hacerlo. Dylan ya sabía que intentar razonar con Lucien cuando estaba en aquel estado, era siempre una tarea difícil, aunque no dejó de intentarlo hasta conseguirlo. Sin embargo, Lucien salió de allí yéndose derecho a Levzheir. Aquello era muy poco usual, pues cuando quería ver a Istvan o a cualquiera en realidad, le ordenaba a Itlar llevarlo a su presencia, a menos que estuviese en estado de furia como era el caso, así que apenas traspuso las puertas, todos se pusieron en tensión y sin atreverse ni a respirar. Lucien derribó, literalmente, las puertas del despacho de Istvan que estaba reunido con los LL. Afortunadamente identificaron con inmediatez a Lucien, porque, aunque en teoría nadie que representase una amenaza podía entrar allí, ya las manos de Darko se habían encendido y los demás se habían puesto inmediatamente de pie con sus dykaris en las manos, actuando de acuerdo a su natural instinto. Sin embargo, si bien habrían podido entender casi cualquier motivo para que Lucien irrumpiera allí de aquella manera, nada los habría preparado para escuchar lo que diría a continuación.

  • Te ordeno que le asignes una guardia apropiada a Gianfranco Savaresce y la quiero ya, Korsacov

Como no agregó nada más antes de marcharse con la misma rapidez que había llegado, todos se miraron con la misma pregunta, es decir, qué podía haber hecho Gianfranco para generar una orden como aquella. Sin embargo, como Istvan estaba al tanto del ataque, fue quien dio los posibles motivos del furioso sizvitel.

Cuando Istvan juzgó que Lucien podía estar más calmado, fue a hablar con él, y aunque no varió su orden, lo que sí haría sería adicionar otra en el sentido de que le colocaran una guardia también a Avitzedek.

  • ¿Por qué a él? – había preguntado Istvan
  • ¿Eres estúpido o qué? Es el padre de Gian y jefe de su Clan, así que pueden emprenderla en su contra también, aunque a él no le digas una maldita cosa

Istvan abandonó la villa de Lucien con una sonrisa en los labios y pensando que por mucho que aquel malcriado sujeto asegurara que no se interesaba por nadie, era una mentira descomunal.

Ahora, y ante la situación que tenían entre manos, Istvan no podía creerlo, porque aparte de la mencionada guardia, él sabía que al menos aquellos dos habían observado un comportamiento acorde con lo esperado y no habían infringido ninguna de sus leyes, y era lo que estaba diciéndole a Yves.

  • No me gusta a mí más que a ti, y me gustará menos decírselo a Lucien, pero las pruebas no mienten, Istvan, alguno de los dos lo hizo. Ahora, lo que podría ser, y estoy casi seguro que es así, es que no lo hayan hecho en forma reciente, porque como recordarás, también te dije que quien había atacado a Richmond debía ser como mínimo un itsliev muy antiguo, porque ningún nya habría tenido ni la fuerza, la velocidad o precisión para acertarle en el punto exacto como para matarlo.
  • Tenemos que hacer esto con discreción, Yves




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