La Dinastía (libro 11. Vannya)

Cap. 73 Estado de emergencia

 

Como cabría haber supuesto, el Haigala entró en estado emergencia desde que comenzaron a recibir a los primeros heridos, y en realidad tanto los lijeniks como los veldekys, en un primer momento no sabían muy bien qué hacer, pues no entendían por qué las heridas no cerraban. Sin embargo, Aleksèi envió un mensaje a Haliq con uno de los levramzyks que trasladaba a los heridos, informándole la clase de criaturas que los habían atacado.

  • ¿Y qué es eso? – preguntó Ilian con aprensión cuando Haliq se los informó

Aunque no se suponía que ella estuviese en aquella apresurada reunión, como ya Haliq se había acostumbrado a su inopinada presencia en el área devrig, procedió a explicar, porque, en cualquier caso, muchos de los lijeniks estaban en la misma situación de ignorancia.

  • Como dije, son heridas peligrosas – explicó cuando ya había dado la información acerca del origen y procedencia de los Gorkier – no solo porque son esencialmente malditas, sino porque sus efectos nocivos atacarán con más fuerza si el herido tiene alguna deficiencia o condición previa. De modo que la conducta a seguir, primero, es recurrir al expediente médico del paciente, por fortuna, todos los levramzyks tienen uno. Suponiendo que no exista una enfermedad preexistente, concentrarse en qué órgano está sufriendo más, pues si no existe lo primero, la toxina se aferrará a cualquiera y que por cualquier motivo esté más debilitado. Una vez determinado esto, entonces proceder atacarla en forma directa y luego administrar los fluidos para hidratar y terminar de expulsar los posibles restos de la toxina

Después de eso, todos abandonaron el recinto para ir a ocuparse de los primeros heridos y a prepararse a recibir muchos más, pero Ilian detuvo a Haliq.

  • ¿Cómo puedo ayudar? Porque yo no puedo ver, como lo hacen ustedes, Haliq 
  • Sé que no vas a prestarme atención, así que la única manera como puedes ayudar, es ocupándote del seguimiento, y si ves alguna anomalía, avisar a cualquiera de nosotros

Ella asintió y salieron, pero antes de separarse, lo detuvo de nuevo, porque había recordado que no había visto a Aleksèi.

  • ¿Dónde está Alek? – preguntó y Haliq suspiró con resignación
  • Está en el lugar de los hechos

Ilian solo había estado presente en un conflicto en su vida, y había sido el día del secuestro, de modo que lo que recordaba del mismo, era la peligrosidad de aquellos sujetos y el terrible daño que podían causar, pero si a eso le sumaban, que en esta ocasión quienes los estaban atacando eran unas criaturas de naturaleza maldita, fue como mucho para ella y entró en crisis. Como Haliq sabía que eso iba a ocurrir, se tomó unos minutos para tranquilizarla.

  • Kandly, Aleksèi no solo es un devrig, sino…
  • ¡Eso no sirve de nada! – lo interrumpió – ¡Están muriendo lo mismo!

Aquello era inexacto, pero Haliq entendió que, desde su perspectiva, así era.

  • Él es un médico – continuó Ilian – ¿Por qué tiene que estar en ese lugar?
  • Como intentaba decirte, él no solo es un veldeky, sino que es uno especialmente poderoso, pues su padre que es un levjaner, le legó ese poder. Así que no te preocupes, va a estar bien

Aunque en realidad Haliq no tenía cómo saber aquello, y por lo que verían a continuación, no bastaba con ser fuerte o poderoso, necesitaba tranquilizar a Ilian. Ya comenzaba a pensar en dejarla sin sentido, cuando dieron la voz de alarma de que estaban llegando más heridos, así que aquello pareció pasar un conmutador en el cerebro de Ilian y corrió hacia la emergencia, pues su trabajo era lo único a lo que solía aferrarse para lidiar con cualquier situación.

Aunque Liam estaba en una especie de prácticas, debido a su reciente incorporación al equipo, ya los veldekys habían notado la habilidad y rapidez de aquel chico, algo natural si se tenía en cuenta que hasta hacía poco había sido un médico de urgencias, así que ahora, que se había sumado la rapidez de su nueva condición, resultaba en verdad casi tan rápido como Haris que era quien ostentaba el título del veldeky más veloz del gremio.

Liam siempre había sido un estudiante disciplinado, y en el tiempo que le tomó su recuperación en el Valkinka, y una vez que le aseguraron que podría seguir ejerciendo su profesión, el mismo Aleksèi le había proporcionado muchos tratados de medicina devrig, como los había llamado Liam, y lo que había aprendido en ellos, sumado a sus ya bastos conocimientos de anatomía, sería de gran utilidad. Con lo que había tenido un poco más de problemas, era con su nueva habilidad para la precepción, pero ya comenzaba a prescindir de los aparatos médicos y prestaba mayor atención a lo primero. Por todo lo anterior, y ante la emergencia actual, Liam demostraría que en breve su nombre iba a ser tan reconocido como el los de los Shahim, el de Aleksèi o el de Armand y Aureliè.

Súbitamente los heridos habían dejado de llegar, pero como quien no lo hacía era Aleksèi, Ilian había comenzado a ponerse nerviosa de nuevo, y en esta ocasión era Liam, quien se había tomado un descanso, quien intentaba calmarla. Sin embargo, estaba en ello cuando el mencionado individuo hizo su entrada, pero, aunque era obvio que él estaba bien, todos sintieron que el corazón se les encogía al ver a quien traía en brazos.




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