La Dinastía (libro 12. Milyk et Vörkessel)

Cap. 10 Regreso

 

El día del desastre causado por Derek, fue el mismo en el que Radek regresaría, encontrándose con que el Haigala estaba en medio de la evacuación de quienes estaban allí y hacia otros centros de atención. Sin embargo, si sintió alguna curiosidad no la demostró, y apenas si se detuvo cuando vio que trasladaban a algunas personas en camillas, pero después de un rápido vistazo, notó que no estaban en estado crítico, de modo que continuó hacia donde se suponía estaban los que sí.

  • ¡Radek! – exclamó Istvan que fue el primero en verlo
  • Istvan – dijo él pretendiendo continuar su camino
  • Espera Radek, ellos no están allí

Radek sintió que algo muy frío recorría su espalda y se giró con brusquedad.

  • Tuvimos una emergencia y fueron trasladados

La oportuna aclaración permitió a Radek respirar de nuevo, y como Istvan lo conocía lo suficiente, sabía que no iba a detenerse a saludar o a preguntar nada, así que le dijo a un levramzyks que lo condujese a donde habían sido trasladados aquellos a los que buscaba.

En primer término, Radek se fue a ver Yves, pues si bien le importaban ambos, sabía que Yves estaba en peores condiciones debido a su padecimiento, ya que, si bien habían hecho todo lo posible por ayudarlo, mientras su energía estuviese tan deteriorada, lo otro avanzaría con lentitud. De manera que lo que había dicho Sadix con relación a que el problema no era físico, no aplicaba del todo a Yves.

Apenas entró, lo primero que registró fue que Aureliè, que era quien estaba allí, se encontraba en pésimas condiciones, pero si aquello le causó preocupación, ver a Yves le produjo un enorme dolor que lo trasladó a los primeros años de transformación del chico y más específicamente, a la primera vez que había sido herido. En aquella ya lejana ocasión, Mikha había montado en cólera, algo no muy novedoso, pues Mikha parecía encontrar una ofensa personal que sus guerreros fuesen heridos, pues en su opinión, eso vendría a significar que no los había entrenado como correspondía; y por otra parte, habían tenido que lidiar también con la ira de Andrei que los culpaba de lo sucedido, pero lo verdaderamente sorprendente, fue la pena de los príncipes al ver el estado de deterioro de Yves después de varias horas perdiendo sangre.

Radek se sacudió aquellos recuerdos y se concentró en el presente, porque él sabía que Yves, al menos en la actualidad estaba siendo ayudado por la ciencia que habían desarrollado, y su aspecto obedecía a lo otro, aunque no por eso dejaba de afectarlo verle las oscuras sombras alrededor de los ojos, la piel reseca, los labios rotos y aquella palidez mortecina. Sin mucha delicadeza, algo que en realidad y como sabemos, no tenía, ordenó a Aureliè abandonar la habitación. Como Aureliè ya había tenido oportunidad de conocerlo, y, de hecho, cuando Radek había regresado la primera vez, habían conversado mucho y podía decir que se llevaban bien, no opuso resistencia ni dijo nada desagradable. Apenas había abandonado la estancia, se recostó a la pared y cerró los ojos, pero cuando los abrió, Istval estaba frente a ella.

  • Dhazshlivi ¿Sker advajèvka?
  • Nada, solo estoy… cansada

Istval se había pasado todos aquellos días diciéndole que fuese a casa, de modo que, al verla allí, con aquella expresión, y sabiendo que ella se había negado a dejar a Yves, pensó lo peor.

  • ¿Yves…?
  • Radek está con él – dijo ella cuando él dejó la pregunta incompleta

Istval, y siendo el ser arbitrario que era, no dijo nada, sino que la sujetó y un momento después estaban en Korszemel y él estaba gritando a su madre.

  • ¡Istval Korsa…! ¡Ilè holls dumi Jhains! – exclamó Jovanka
  • Necesita descansar, madre, pero yo no puedo quedarme
  • Déjamela a mí, vete tranquilo, syn
  • Dhavjà ayhyr

Aunque Istval lo hizo, se marcharía preocupado, porque el hecho de que Aureliè no hubiese protestado ruidosamente, estando consciente, lo encontraba muy fuera de lugar.

Radek por su parte, no había perdido el tiempo y había comenzado a efectuar el procedimiento que se le había indicado. Él a diferencia de Armand, no era un canalizador natural, de modo que, aunque sabía cómo hacerlo, siempre se le dificultaba un poco más y habitualmente trabajaba con su propia energía, pero en esta ocasión, todo lo aprendido, y aunque no estaba muy consciente de ello, le fue de gran utilidad, de modo que, al finalizar, no sintió el agotamiento de ocasiones anteriores cuando efectuaba una curación complicada.

Radek no comprendía el funcionamiento de los aparatos que se utilizaban en la actualidad, de manera que los ignoró e hizo su propia comprobación, y al final de la misma, respiró con cierto alivio.

  • Ahora es tu turno, dirthàyr – transmitió

Iba a salir cuando entró en carrera Liam. Lógicamente, y estando Yves conectado a los aparatos, éstos transmitieron una sensible variación en su condición, así que Liam, que era quien estaba allí, corrió hacia la habitación. Radek no se molestó en decir nada, sino que se dirigió a la puerta mientras Liam revisaba los monitores y hacía las comprobaciones.




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