Yves había marchado hacia Zatvor, pues Narek había cumplido con la orden de Lucien, y después de dejar a la mujer en custodia, se había ido a buscar a Yves para transmitir lo dicho por Lucien. No obstante, como Narek no le había dado detalles, debido a lo ocupados que estaban con la situación que se había presentado con Derek, una vez resuelto aquello y de haberse asegurado que todos estaban bien, incluido Istvan, fue que pudo ocuparse de lo otro.
Los levramzyks de guardia le informaron dónde estaba la detenida, pero también se preguntaron quién podía ser aquella chica como para que fuese Yves quien fuera a interrogarla.
A Yves lo que le extrañó fue ver a dos levramzyks custodiando la puerta de la celda, porque de allí nadie podía escapar, y aun suponiendo que por algún improbable motivo lo lograse, no alcanzaría a ir muy lejos, porque una vez fuera, aparte de que no tendría idea de dónde estaba, tendría que enfrentarse a un ambiente sumamente hostil, lo que dificultaría el desplazamiento y les daría tiempo a los grupos de búsqueda dar con el fugitivo.
Yves elevó las cejas y encontró la explicación para la custodia, ya que una vidmagy, ya fuese hábil o no, siempre representaría un peligro para cualquier devrig. Sin embargo, generalmente el peligro no era muy grande, especialmente para los primigenios o aquellos que, como él, tenían muchísimos años, porque habitualmente aquellas mujeres eran más charlatanas que hábiles, y suponiendo que tuviesen una mediana habilidad, no pasaban de poder identificar que ellos eran criaturas sobrenaturales, pero nada más. Aquello era lo habitual con la mayoría, pero ninguna terminaba en Zatvor, de manera que ahí tenía que haber algo más, y recordando lo dicho por Narek, en el sentido de que Lucien pensaba que podía ser útil en el caso que los ocupaba, se preparó adecuadamente antes de entrar.
Apenas entró, le quedaron claras dos cosas: la primera, que efectivamente era una vidmagy de verdad y no una charlatana, y la segunda, que Lucien la había atacado con extrema violencia y nadie se había ocupado de atenderla. Su primer pensamiento fue traer a Haris, pero eso implicaba un traslado incómodo, y si había pensado en él, era porque aparte de que todo miembro del Arkel, en quien primero pensaba a la hora de atender heridos, era en Haris, por otra parte, aunque en Zatvor había lijeniks, desde que Aleksèi había salido, lo que no había era un veldeky, y ningún lijenik se avendría a tocar a una de aquellas mujeres. Sin embargo, se decidió por otra alternativa que no requería de nada más allá de avisar a Kayko, y era Radek, quien desde luego no necesitaba ser trasladado por nadie.
Radek le había prometido a Nivi, que una vez que Iván estuviese bien, la llevaría de viaje, pero estando las cosas como estaban, y aunque Radek había pasado mucho tiempo alejado de su raza, y fingía que no existían de la misma necia manera que lo hacía Lucien, ahora que había regresado, una molesta voz interna le estaba diciendo que marcharse no era una opción. Sin embargo, había ignorado los mensajes de Iyul invitándolo a su Dvorets, pero el que no pudo ignorar fue el de Iziaslav, porque este llegó en la persona de Janos, y así como los sizvitels en todas sus presentaciones respetaban a aquel individuo, también lo hacía Radek, aunque no por eso fuese más simpático, de modo que, si bien fue con él, no lo haría en silencio, pero en materia de soportar desde majaderías hasta groserías, Janos tenía mucha experiencia y simplemente lo ignoró.
Aunque Iziaslav no le había dicho nada realmente malo, como él estaba seguro que sería y como había sido siempre, sino que se limitó a reñirlo por su aspecto de pirata, Radek saldría igual de molesto, porque el soberano le había preguntado si había recibido la invitación a la Evesbriel que ciertamente había recibido e ignorado, y le ordenó asistir.
Si bien Radek habría podido ir al desayuno, como aquel sujeto también podía ser muy terco, decidió que no lo haría, pero en la madrugada sí llevó a Nivi hasta un lugar desde podría ver el espectáculo del amanecer. Hasta allí todo bien, pero cuando regresaron a casa y un poco más tarde, recibió la visita de Darko quien le recordaría amablemente, que debía presentarse en la noche, razón por la cual, cuando Mahiro entró al salón con el mensaje de Yves, percibió el pésimo humor del que estaba Radek, pero al mismo tiempo pensó que no era que aquel individuo estuviese de buen humor casi nunca, y casi sentía conmiseración por la pobre Nivi que era quien tenía que aguantárselo.
Mahiro no podría completar lo que fuese a decir, porque Radek ya había desaparecido. Aunque nadie que no correspondiese, sabía dónde se encontraba Zatvor, igual había vigilancia externa, y si detectaban que algún extraño se acercaba, el mencionado extraño no podría avanzar mucho más antes de encontrarse con varias flechas en su humanidad. Radek sabía eso, y más que porque debiese, porque cuando Mikha y él lo habían averiguado y pretendieron ir, fueron objeto de aquella bienvenida, y aparte de la reprimenda, lo pasarían realmente mal, porque si bien la sustancia que tenían las flechas no los mataba a nadie, si afectaba al sistema nervioso central y demorarían un tiempo antes de recuperar el movimiento. De manera que, esperaba que Yves hubiese tenido la precaución de avisar.