La Dinastía (libro 12. Milyk et Vörkessel)

Cap. 66 Emergencia

Lucía, y para sorpresa de muchos, tenía heridas muy leves, y aunque en verdad ella había recibido uno de los mejores entrenamientos y eso siempre había contribuido a su desempeño en los muchos enfrentamientos en los que se había visto envuelta, no era solo eso, sino que individuos como Ilmarien, Irakli, Radek, Iván, y Louis a quien Iván había reanimado, se habían esforzado al máximo para evitar que ella resultase herida, y si bien Iván y Radek que tenían una larguísima experiencia en combate, habían recibido pocas heridas, no eran los casos de los otros tres. A Louis, una bala le había rozado la cabeza haciéndolo perder el conocimiento, y cuando Irakli intentaba sacarlo de la línea de fuego y ponerlo a cubierto, le acribillaron la espalda y le dispararon en la cabeza, y si no se la destrozaron a balazos, fue por la rápida intervención de Kjartan y Rivi; y en el caso de Ilmarien, si bien se había mantenido en pie hasta el final, había terminado por caer.

Una vez que habían atacado a Iyul, y cuando habían visto a Lucía avanzar hacia el grupo que lo había hecho, se desesperaron, pero por algún motivo que no entendieron en forma inmediata, las balas parecían no hacerle nada, de manera que algunos pensaron que aquella chica, y aunque no era una primigenia, se comportaba igual que éstos y no desistiría hasta caer, la pregunta que se hacían era cuánto más podía resistir, mientras que Yves se fijó en lo que los demás no, y era que las balas en realidad no la estaban alcanzando, y el único que concluyó con exactitud lo que estaba sucediendo fue Radek, porque pareció ser el único también, que recordó que ella era una vidmagy. Lo que no había entendido muy bien era qué o cómo podía estar haciendo aquello.

Una vez que llegaron al Haigala, y aunque Aleksèi quiso revisar a Lucía, sufrió un brusco, aunque momentáneo retroceso a cuando la gemela era una niña y se negaba a ser atendida, solo que en esta ocasión no se había limitado a negarse, sino que lo había apartado de forma más bien brusca.

Lucía en ninguna circunstancia habría dañado a Aleksèi, pero estaba desesperada por ocuparse de Iyul, y como Aleksèi entendió eso, se disponía a ayudarla, pero fue cuando notó que también traían a Iziaslav, Janos, y Lucien.

Lucía no era lijenik ni había estudiado nada relacionado con medicina como eran los casos de Armand y Aureliè, pero lo que sí sabía era que para hacer cualquier cosa que pudiese hacer por Iyul, primero debía extraer las balas y fue a lo que se dedicó.

Si la maldición Siglair no se hubiese desecho con el nacimiento de los gemelos, sin duda Iyul habría muerto, porque la bala había penetrado con precisión en el lugar más vulnerable para ellos, es decir, entre la base del cráneo y el cuello, de manera que, a los efectos prácticos, Iyul estaba muerto, y de acuerdo a las pruebas que se habían efectuado en Iziaslav, seguiría así mientras no se extrajese la bala de daearprin que tenía incrustada allí.

A pesar de lo anterior, Lucía decidió primero extraer los otros proyectiles que estaban causando no solo mucho daño a los órganos que habían alcanzado, sino un desangramiento atroz. Una vez que estuvo segura que no quedaba ninguno, extrajo el del cuello, procediendo de inmediato a transferir energía, y no se detuvo hasta que no vio que las heridas comenzaban a cerrar.

 

De Iziaslav se había encargado Haris, que después de Haliq, era el veldeky más antiguo. Aleksèi y como cabía esperar, se había encargado de la extracción de proyectiles en Lucien, pero una vez que hizo esto, le colocó el suero experimental y encargó a un lijenik la vigilancia, así como le ordenó no moverse de allí sino para avisarle si había cambios.

Armand a quien había atendido primero había sido a Milorad y luego a Janos, mientras que Aureliè de quienes se había hecho cargo era de Irakli y seguidamente de Henri.

Una vez que habían atendido a todos, Armand insistiría en hacerle una revisión a Lucía, algo que le parecía de la mayor importancia, porque si bien Lucía y como se dijo, había recibido poquísimas heridas, el chico pensó en evitar que sucediese lo que había ocurrido con Darko, Istvan y algunos otros, que habían terminado por colapsar.

  • ¿Dónde están haryk, Derek y Alex? – preguntó repentinamente angustiada, pues no recordaba haberlos visto en el enfrentamiento
  • Tranquila, están recuperándose
  • Pero…
  • Ellos no resultaron heridos, porque no estaban allí, sino que fueron ingresados por envenenamiento

Si bien Iván le había dicho lo del envenenamiento, lo que no había mencionado era quiénes habían resultado intoxicados, de modo que Armand le informó quiénes eran los afectados.

  • Voy a verlos – dijo poniéndose de pie
  • Lucía…
  • Estoy bien – dijo ella corriendo hacia la puerta

Como Armand se había encargado de extraer los tres proyectiles que la habían alcanzado en un brazo y en la pierna, y había limpiado las rozaduras, decidió que no valía la pena ganarse una sacudida insistiendo en que lo dejase terminar de estabilizar su energía y fue con ella.

A Lucía le dolió el corazón al ver a Dylan, a Alex y a Yvaylo, pero aún así, hizo cuanto pudo para intentar disminuir el terrible proceso de la intoxicación. Sin embargo, cuando terminó con ellos, miró a Armand de nuevo con angustia.

  • ¿Dónde está Derek? ¿Por qué no está aquí?
  • Él no resulto intoxicado, sino herido, y en este piso solo están los que sufrieron lo primero




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