La Dinastía (libro 12. Milyk et Vörkessel)

Cap. 73 Informe final

El cansancio había vencido a Aureliè y a Armand, de modo que estaban medio dormidos cuando escucharon el escándalo de los que regresaban, pero, sobre todo, la voz de Istval preguntando por su madre, de manera que salieron en carrera.

Aunque Vasco había llegado un poco antes con Jovanka, él lo hizo sin escándalo y al único que buscó fue a Haliq, así que era por eso que los chicos no sabían nada.

Como los Korsacov no estaban como para esperar nada, y eso incluía a Derek, entrarían a la sala de atención con mucho escándalo.

  • ¡Ayhyr! – exclamó Istval – ¿Haliq? – preguntó Milorad – ¿Cómo está? – fue la pegunta de Istvan
  • No…grites, Istval Korsacov
  • ¡Ayhyr! – volvió a gritar este, pero sujetándole el rostro
  • Tengo un… maldito dolor…

El breve alivio que estaban sintiendo se esfumó con rapidez y los tres clavaron los ojos en Haliq.

  • Cálmense, pero, sobre todo, bajen la voz, porque si en condiciones normales eso nos molesta – puntualizó – Aun le duele la cabeza y me estaba ocupando de ello

Derek, contrario a sus costumbres, no había hecho escándalo, sino que se había metido en aquella cabeza para enterarse de primera mano, cómo habían estado las cosas. Vio que cuando ellos se habían marchado al Haigala, Jovanka los había seguido, pero las imágenes se interrumpían en ese momento, por lo que supuso que la habían golpeado haciéndola perder el sentido. Las próximas en presentarse, fueron las del momento en el que recuperó el sentido y lo que hizo cuando logró ponerse de pie, así que se le dibujó una maligna sonrisa en los labios, pero la misma desapareció al ver que varios de aquellos desgraciados la habían atacado, aunque supuso correctamente, que alguno de ellos la había golpeado en la cabeza, porque aun cuando se le fueron encima, algunos perdieron sus cabezas antes de lograr reducirla.

Un momento después, Jovanka estaba dormida, así que Haliq les hizo señas para salir.

  • No voy a ir a ninguna parte – dijo Istval
  • ¿No quieres escuchar…?
  • Te escucharé lo mismo sin necesidad de salir – lo interrumpió

Como eso era cierto, Haliq decidió no insistir y abandonó la habitación con los demás.

  • ¿Et lavyl? – preguntó Iziaslav
  • Ingresó con una conmoción cerebral, y siendo que es una primigenia, imagino que debieron golpearla no solo con mucha fuerza, sino con algún objeto muy contundente como, por ejemplo, una piedra. La revisión también arrojó daño cardíaco y la destrucción de terminales nerviosos, y aunque esto estaba en proceso de regeneración, envié una muestra de sangre al laboratorio, porque lo anterior sugiere que fue envenenada con Batracotoxina, es decir, que debió ingerir el mismo veneno que nos afectó a los demás, aunque todavía no puedo asegurarlo, porque Kiel no me ha traído los resultados
  • Quizá ya desapareció de su sistema, porque han pasado…
  • No, Milorad – lo interrumpió él – sin tratamiento, y estoy seguro que no lo tuvo o ya los daños habrían desaparecido totalmente, sabemos también que no es susceptible a desaparecer tan rápido aun con ayuda, porque este es uno de los venenos que no tiene antídoto conocido, y si nosotros pudimos sobrevivir, es por nuestra condición, pero ningún ikedev de los que resultó envenenado, lo hizo.
  • Pero entonces va a estar bien ¿no? – preguntó Dylan
  • Claro Rybik, y ahora que le estoy administrando el suero, mejorará más rápido, porque como dije, ella es una primigenia, y si recuerdan bien, todos los que lo somos, procesamos más rápido

En este punto todos miraron con disimulo a Lucien, porque definitivamente no era su caso aun cuando él también lo era. A pesar de la discreción de todos, Lucien lo sintió igual y abandonó el Haigala a toda prisa, pues él estaba en la misma posición de Yves, es decir, no le gustaba la conmiseración de nadie, con el agravante de que aquel individuo era un príncipe de la clase que llevaba muy mal los errores, siempre había considerado que había muchos en su constitución física, y era por eso que su padre no confiaba en él, aunque no fuese así.

 

Un par de días después del rescate, y cuando Haliq consideró que ya podía darle el alta a Jovanka, fue cuando Armand decidió suspender la medicación de su hermano, así que cuando Michel despertó, lo primero que vio fue el rostro de Jovanka.

  • ¡Abuela! – exclamó incorporándose y abrazándola

Istziar se llevó una mano a la boca ahogando una exclamación, porque era bien sabido por todos, que Michel llamaba a casi todo el mundo por su nombre, y las excepciones eran Istziar e Iziaslav, pero a nadie más. Aunque a Dylan en algunas ocasiones lo había llamado abuelo, o bien era cuando quería molestar a Derek, o cuando Dylan había estado en peligro, y el mismo principio regía para Iyul o Aureliè que eran sus tíos, o los gemelos que también lo eran. Sin embargo, tuvieron que poner su sorpresa en pausa, porque ahora que todo había pasado y la estaba viendo, Michel volvía a ser Michel y el silencio era algo que nunca se le había dado.

  • ¿Cómo estás? ¿Te hicieron daño? Claro que te lo hicieron – y miró a los Korsacov y a Derek – Supongo que los habrán enviado al infierno
  • Tranquilo, dywel – dijo Istval que también había recuperado su humor habitual – los hicimos pedazos, pero ellas misma se encargó de algunos
  • Seguro que lo hizo, y si esos imbéciles hubiesen sabido con quién se metían, no lo habrían hecho de ninguna manera, pero te juro que, si queda alguno por ahí, va a arrepentirse mucho, preciosa




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