Radek vio que Nivi seguía dormida cuando él estuvo listo para salir, así que la cubrió mejor, le dio un beso en la frente, cogió su capa y salió. Mientras bajaba los escalones recordó las burlas del descerebrado de Iliar con relación a la capa y juntó las cejas. Las burlas de Iliar obedecían a que ya casi ningún devrig utilizaba capa, con excepción de los príncipes en todas sus presentaciones, e Iván, pero si éste último no le prestaba atención a su otra mitad, Radek tenía escasísima paciencia y ya lo había sacudido en más de una ocasión y cuando a Iliar se le antojaba molestarlo por aquello.
Normalmente aquel saludo estaba destinado a los miembros de la casa real o a sus superiores, y aunque Radek no era ni lo uno ni lo otro, por algún motivo, posiblemente relacionado con el carácter del individuo, era que lo saludaban de aquella manera.
Radek juntó las cejas al ver que uno de los chicos le sostenía la puerta de un automóvil, pero decidió subir sin hacer ningún comentario a pesar de que odiaba muy sinceramente aquel método de traslado, pero como también estaba cansado de que Istvan lo persiguiese por no observar las normas actuales, fue que no dijo nada. Le indicó al chico a donde se dirigían y poco después estaban en un lugar que tampoco era de su agrado, es decir, en el aeropuerto, y como cabría suponer, si los coches no le gustaban, los aviones menos aún. Allí ni siquiera le devolvió el saludó al tripulante, sino que entró, se sentó y se colocó las almohadillas que, supuestamente reducían el ruido, aunque él las encontraba poco útiles.
Mientras volaban hacia Rask, la isla militar donde se encontraban las instalaciones del complejo militar aéreo y naval de la nación, Radek recordó la primera vez que había estado en aquel lugar. En principio Radek se había horrorizado cuando le habían dicho que su nave ahora se exhibía en el Museo Nacional como una reliquia, pero una vez que controló su ira, quiso saber qué había sido de quien fuese su primer oficial, es decir, Erik Kjeldsen, para lo que recurrió a Lucien. Una vez obtenida aquella información, se había ido derecho a buscarlo.
En esa ocasión había prescindido de cualquier medio de transporte que no fuesen sus piernas, causándole una sorpresa a los levramzyks de guardia en la entrada de las instalaciones, quienes estuvieron a punto de acribillarlo. No obstante, cuando se bajó la capucha, los chicos enmudecieron, pues con independencia de su antigüedad, si trabajaban allí, no había manera de que no conociesen aquel rostro, ya que había una enorme pintura suya en el hall principal del edificio administrativo de la División Naval que también, llevaba su nombre.
Aunque Radek no necesitaba ser conducido a ninguna parte, pues podía encontrar a Erik sin esforzarse mucho, decidió mostrarse amable y no dijo nada. En cuanto ingresaron al hall, juntó las cejas al ver la pintura antes mencionada, y decidiendo arbitrariamente que aquello era idea de Lucien, colocó en su lista de pendientes sacudirlo. También fue consciente de las miradas de aquellos con los que se cruzaban, así como de sus pensamientos, y si lo primero lo incomodaba, lo segundo le causaba risa, pues estaban casi convencidos de estar viendo a un fantasma.
A Erik no le supuso ningún reto percibir la energía de quien se acercaba, a pesar de estar concentrado en unos mapas, así que se puso de pie y ya caminaba hacia la puerta cuando el levramzyk asomó la cabeza.
El comentario obedecía a que ahora Erik llevaba el cabello corto y lucía un uniforme que lo hacía ver casi como Iván.
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Editado: 21.10.2025