La Dinastía (libro 13. Ignar Arihan)

Cap. 15 Estambul

La última cosa que Yves habría querido era volver a Norteamérica, pero siendo que el objetivo tras el que iban, tenía como punto de partida aquel lugar, no le quedaba alternativa, sin embargo, Iván aún lo detuvo.

  • No tienes que venir, puedes comenzar…
  • Olvídalo. Sabemos que el mejor punto para comenzar el rastreo está allá
  • ¿Por qué no quieres que vaya? —preguntó Lucía que no conocía aquella historia
  • No le gusta especialmente ese lugar —contestó Radek
  • ¿Por qué? —insistió ella
  • Ya deja de preguntar lo que no es asunto tuyo y vámonos de una vez

Posiblemente Radek habría pasado un mal rato, y con seguridad se había preparado para ello, pero Iván se hizo cargo sujetando a Lucía y desapareciendo a continuación.

  • En verdad aprecias poco tu cabeza —le dijo Yves a Radek
  • Solo intento que tú conserves la cordura, porque por si lo has olvidado, no es, ni ha sido nunca —puntualizó —de la clase misericordiosa, así que, si se entera de las razones, es posible y casi seguro que esté atormentándote por lo que llamará tu necedad hasta que se canse o hasta que pierdas la razón, lo que suceda primero

Iván por su parte, y cuando ya habían abandonado Levzheir, le transmitió a Lucía las razones de Yves, pero Radek se había equivocado, porque estuviese dispuesto a aceptarlo o no, en verdad las energías evolucionaban, así que lo que Lucía sintió fue una mezcla de ira y dolor al enterarse de lo que le habían hecho a Yves, y lo afortunado para los criminales, era que estaban muertos desde hacía muchos años, porque de lo contrario, el salvajismo que sí seguía latente, habría salido a flote en todo su esplendor.

Cuando llegaron a Nueva York, se dividieron, Yves y Radek fueron al departamento, porque, aunque ya éste había sido revisado, Yves confiaba en encontrar algo, cualquier cosa por la que, a través de su psicometría, pudiese conducirlo a la persona con la que el objeto hubiese estado en contacto. En el caso de Radek solo se limitaría a rastrear las energías en sí mismas.

Iván y Lucía se dirigieron al hospital del que habían informado había desaparecido Miranda.

  • Kaviel, encárgate de hablar con quienes hayan visto a esa mujer —le ordenó Iván a Hani
  • Ghislaine, tú ocúpate de que no secuestre a ninguna criatura —agregó Lucía mientras Hani reía
  • Solo si me dejas quitarle su estúpida cabeza, o al menos, la lengua —dijo Louis de malos modos

Iván sujetó a Lucía antes de que se enfrascase en una inútil pelea con Louis y la condujo hacia la emergencia. Como ya él sabía quién era el médico que había atendido la emergencia, algo que Haidar había averiguado, se detuvo antes de entrar para indicarle a Lucía qué hacer.

  • No soy Istval, pero siendo que son humanos comunes, creerán que están viendo una seria quemadura
  • Bien

Ingresaron a la emergencia sin ser vistos, pues primero debían ubicar al médico que buscaban, y una vez que lo hicieron, esperaron a que terminase de atender una emergencia, se situaron en la entrada y avanzaron con prisa.

  • Señorita, por favor —dijo Iván —mi esposa sufrió una quemadura y…
  • Yo me ocupo, Susy —dijo el galeno —Por aquí por favor
  • Este no ha aprendido nada —dijo Hani
  • ¿De qué hablas?
  • ¿Ya olvidaste cómo nos fue con Lucien cuándo intentaron ese truco?

Louis no dijo, porque aparte de que ciertamente lo recordaba, en lo personal le importaba poco lo que el necio de Lucien pensara, y, en cualquier caso, él no estaba allí, así que se desviaron hacia un pasillo para hacer lo que les habían ordenado.

Entre tanto, el médico le hablaba a Lucía con palabras tranquilizadoras creyendo que en efecto atendía una quemadura que debía estarle causando mucho dolor a la chica, mientras que el par de enfermeras que se suponía lo asistían, miraban con escaso disimulo a Iván, solo que este estaba muy ocupado registrando la cabeza del doctor. Lucía juntó las cejas al notar lo que Iván no, pero se dijo sensatamente, que a menos que aquellas chicas fuesen ciegas, era inevitable aquella reacción y lo afortunado era que ella no fuese Juliet.

Un momento después, salían del cubículo de atención y el médico les estaba dando instrucciones para el cuidado de la quemadura.

  • Se lo agradezco, doctor
  • Recuerde que debe traerla en dos días para revisarla
  • No será necesario, porque volvemos a casa mañana —le dijo Iván

Aunque el médico intentó insistir, Iván optó por lo más sencillo haciéndolo olvidarse del asunto, porque Hani y Louis los estaban apurando, y si era así, era porque tenían algo importante, así que salieron a toda prisa.

  • ¿Qué? —preguntó Lucía
  • Saint-Remy acaba de comunicarse y debemos regresar con urgencia
  • ¿Regresar? —preguntó Iván, porque se suponía que se reunirían en un lugar específico
  • No me explicó mucho, solo dijo que debíamos volver a casa de inmediato —concluyó Hani




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