Apenas llegaron a Illir, Janos envió a un Lovet en busca de Haris, y mientras esperaba su llegada había acomodado a Dylan lo más cómodamente posible. Sabía que no iba a morir por aquello, pero estaba seguro que el dolor que estaba experimentando el chico tenía que ser brutal, y aunque ellos reponían de forma automática la sangre que perdían, igual sufrían los efectos de ésta pérdida.
Se disponía a retirarle las ropas cuando el Lovet estuvo de vuelta con Haris tan a prisa como pudo y Janos se hizo a un lado para que Veldeky pudiese hacer su trabajo. Sin duda Haris había heredado la habilidad de su padre, era rápido, preciso y generalmente acertado.
Iziaslav llegó casi al mismo tiempo que sus hijos y los tres corrieron hacia la habitación donde habían llevado a Dylan. Dos Lovets estaban de guardia en la puerta, pero ni en sus peores pesadillas a ninguno de los dos sujetos se les habría ocurrido interponerse en el camino de aquellos tres hombres. De modo que se hicieron rápidamente a un lado en cuanto los identificaron. Tras ellos venían Itlar y Misha que se detuvieron ante los Lovets.
Itlar asintió y entraron con menos violencia que Lucien que prácticamente había tirado la puerta al empujarla, habían atravesado el pequeño salón y ahora entraban a la habitación, pero una vez allí, pareció que los pies se le habían quedado clavados al piso.
Todos ellos habían matado a muchos hombres a lo largo de sus dilatadas vidas, habían visto los más atroces y sangrientos espectáculos y habían sido protagonistas de muchos otros, pero en ese momento al ver a Dylan aun ensangrentado, con aquella palidez extrema y evidentemente sufriendo, al menos para Lucien era algo muy difícil de manejar.
Iziaslav e Iyul que tenían presente y de forma muy vívida lo sucedido con Lucien unos pocos años atrás, experimentaron las mismas sensaciones que en aquella oportunidad, pero siendo que Lucien había sido la víctima en esa ocasión, no recordaba haberse sentido así desde… ¿desde cuándo? Los poquísimos amigos que tenía, si bien era cierto que siempre estaban en peligro porque eran Lovets, él no recordaba haber visto a ninguno en una situación como aquella. De manera que no había experimentado algo así desde que su madre había muerto y de eso hacía demasiados años, aunque sin duda su memoria sensorial le indicó que era la misma clase de dolor.
Iyul por su parte, tenía la vista fija en las manos de Haris, porque se negaba a ver lo demás. Aquello no debía haber ocurrido y se culpaba por ello, se suponía que él era el mayor, el que debía haber conservado la calma y haberlos sacado de allí. Él no solía perder el control de aquella manera, llevaba años de no hacerlo y la última vez había sido cuando atacaron a Lucien, pero Lucien era su hermano y era hasta cierto punto lógico que hubiese reaccionada de esa forma. Ahora no había justificación posible para haberse dejado llevar de esa manera por la ira con tan catastróficos resultados. Dylan apenas estaba empezando a vivir e Iyul pensó que pudo haber muerto por su culpa.
En el caso de Iziaslav, no estaba mucho mejor que sus hijos. El pequeño Rybik había dado muestras una vez más de una lealtad extraordinaria, pero al igual que Iyul se sentía responsable por lo sucedido y una ira sorda comenzó a crecer de forma peligrosa en su interior. Alguien iba a pagar muy caro por aquello, y al dolor de ver a Dylan en aquellas circunstancias, vino a sumarse el dolor de su propio hijo.
Otro asunto sumamente preocupante aparte de lo anterior, era la condición de Lucien, pues Iziaslav tampoco había olvidado la incapacidad de su hijo para manejar las emociones, pero peor aun, lo que éstas podía hacerle.
Si bien Iziaslav e Iyul podían manejar ciertas emociones de manera más o menos racional, Lucien definitivamente no, tal y como había estado pensando su padre, y en el momento en el que Dylan comenzó a quejarse y él experimentó en sí mismo lo que estaba sintiendo su amigo, algo pareció hacer violenta explosión en su interior y la emprendió contra todo a su alrededor. Fue tan repentina y devastadora su reacción, que los presentes que parecían haber olvidado cómo hacía reaccionar a Lucien su volátil carácter, no habían actuado con suficiente celeridad y en unos cuantos segundos media habitación y toda la antesala estaban destrozadas.
Iziaslav y Janos finalmente habían reaccionado e intentaron detenerlo, y aunque ellos eran dos y en teoría mucho más fuertes que Lucien, les estaba costando trabajo.
El Levjaner se movió con celeridad y mientras ellos hacían esfuerzos por detenerlo, él le sujetó la cabeza y unos segundos después Lucien quedó inmóvil para luego caer desvanecido.
Itlar levantó el cuerpo de Lucien y abandonó el lugar. Por un momento todos se habían olvidado de Dylan, Haris incluido, pero en cuanto Itlar desapareció sintió las miradas sobre su persona.
Ellos sabían que tenían la capacidad de sanar muy rápido, y a menos que se tratase de algo muy grave, el tiempo que les tomaba era muy corto. De modo que aquello solo podía significar que Dylan estaba verdaderamente mal, lo que no contribuyó en modo alguno a hacerlos sentir mejor.
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Editado: 20.08.2021