Cuando Lucien había despertado esa mañana sintiéndose tan mal, lo primero que hizo Itlar fue enviar por Haris. Aunque imaginaba que se trataba solo de un resfriado, decidió ponerle urgente remedio sabiendo lo mal que podía sentirse. Haris había confirmado lo que imaginaban y se abocó a remediar en lo posible la situación.
Como era usual, Lucien se había quejado en todos lo tonos y se había puesto difícil a la hora de ingerir las medicinas, pero el malestar que sentía lo convenció de que era lo mejor que podía hacer. No obstante, Haris soportó con paciencia las quejas del sizvitel y gracias a su indiscutible habilidad, la fiebre había cedido y en la tarde Lucien presentaba un mejor aspecto.
Sin embargo, alrededor de hora y media después que Dylan se había marchado, experimentó una extraña sensación de ansiedad y se preguntó qué estaría sucediendo y si los chicos estarían bien.
Mientras Yvaylo conversaba con Christopher acerca del conflicto que tenía lugar en ese momento en Europa y que en apariencia tenía muy preocupado al chico, no dejaba de mirar con atención a Derek que se había subido a un árbol y permanecía en precario equilibrio sobre una de sus ramas.
Aunque en teoría la respuesta lógica habría sido nada, no era tan sencillo, porque había muchos otros asuntos en juego y que no tenían nada que ver con la fe. No obstante, Yvaylo hizo su mejor esfuerzo por explicar la situación general al chico, que aparte de eso seguía mostrándose preocupado por la cantidad de muertes resultantes del conflicto.
Pero Yvaylo vio que el chico no estaba preocupado por él, sino por su hermano mayor, de manera que siguió conversando y tranquilizándolo al respecto, y fue por este motivo que no prestó mayor atención a Dylan que había desaparecido de su vista pensando que simplemente se habría tirado un poco más allá como solía hacer cuando no estaba de ánimo para conversar. Sin embargo, pasado un buen rato comenzó a preocuparse, porque ni lo veía ni lo escuchaba, de manera que les dijo a los chicos que regresaba en un momento y comenzó a rastrearlo. Cuando dio con él, las alarmas se encendieron en su cerebro, pero al mismo tiempo notó que si bien Dylan se sentía mal, no exhibía la desesperación de ocasiones anteriores en presencia de Lady Arlington, más no tuvo ocasión para cuestionarse las razones, porque recibió la orden perentoria de suprimir los recuerdos recientes de la mujer, y aunque vio alguna dificultad en ello tratándose de quien se trataba, no estaba en posición de desobedecer una orden que no atentaba contra la seguridad de Dylan. De modo que caminó con decisión hacia ella y en cuanto Sophie se dio vuelta al sentir su presencia, actuando con la mayor celeridad, Yvaylo la hizo perder el sentido para luego esforzarse al máximo en implantar la orden a su subconsciente de olvidar lo sucedido fuere esto lo que fuere.
Luego de ello y al recibir una nueva orden en el sentido de que se ocupase de los chicos, Yvaylo tuvo la intención de protestar, ya que no le parecía sensato dejar a Dylan en compañía de aquella mujer, aunque ésta estuviese sin sentido, pero lo que percibió en él suprimió las protestas y se dio la mayor de las prisas en hacer que los Arlingthon volviesen a su casa. Una vez que los dejó en la entrada de Darnley, se apresuró en alcanzar a Dylan.
Después que Dylan salió de Darnely, se dirigió a toda prisa hacia Livingstone, pero en el trayecto, y aunque se había preguntado una y otra vez las posibles razones para aquella mentira, no encontraba ninguna y su ira había ido en aumento conforme se acercaba a su casa.
Entró como un vendaval y subió directo a la habitación de Lucien, y antes de que nadie se diese cuenta, lo había sujetado con tanta violencia que el trozo de tela quedó en sus manos.
Lucien intentó ver a qué se refería, pero los caóticos pensamientos de Dylan no le permitieron llegar a una conclusión clara.
Pero así como Dylan estaba furioso, tanto Lucien como los otros tres hombres que observaban la escena, primero se sintieron alarmados, pero de la alarma pasaron a la incredulidad, ya que ninguno podía albergar dudas de a quién se estaba refiriendo.
Itlar e Yvaylo se miraron por una fracción de segundo y una misma idea cruzó por sus mentes, pero decidieron asegurarse primero antes de sacar apresuradas conclusiones. Y en el caso de Lucien simplemente se había quedado en la incredulidad, porque si Dylan estaba diciendo aquello, sin duda no estaba hablando de haberle dado la mano a Lady Arlington, y sin embargo, aquello no podía ser cierto, ya que él había sido testigo de la muerte de sus hermanos por esa causa. De modo que Lucien estaba muy lejos de poder darle una respuesta a Dylan.
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Editado: 20.08.2021