Después de la extraña cena a la que habían asistido, si bien Sophie no tenía muy claro lo sucedido, si le quedó una especie de recuerdo borroso, lo que la llevó a preguntarle a Kendall, en forma disimulada, por la velada, pero él parecía muy satisfecho. Cuando Sophie le comentó acerca del parecido de Iziaslav con el Conde de Cagliari, Kendall la miró con extrañeza.
Sophie no discutió más, pero le quedó claro que algo sumamente extraño estaba sucediendo. Sumado a eso, en los días subsiguientes ciertos retazos de situaciones que no recordaba a consciencia haber vivido, comenzaron a asaltar su mente, y ésta terminó por volverse un caos donde las imágenes de Dylan se superponían a las del hombre que había conocido y éstas se confundían con las del Conde, pero mientras en éste último siempre había percibido una antipatía suprema que casi rayaba en el odio, en la de Iziaslav había visto calidez y ternura. Y por si todo esto no fuese bastante, había continuado soñando con Dylan con demasiada frecuencia, de modo que todo este conjunto de hechos a los que adicionalmente había que agregar que no se había estado sintiendo bien, comenzaron a preocuparla mucho.
A pesar de que estaban aun en invierno y se suponía que los chicos no debían salir y exponerse a las bajas temperaturas, éstos se aburrían mortalmente en casa, o al menos Derek lo hacía, porque Christopher se pasaba los días con la nariz enterrada entre los libros, cosa que no contribuía en nada a mejorar el ánimo de su hermano. Sin embargo, la formalidad de Christopher llegaba tan lejos que se creía responsable de los actos de su poco prudente hermano, de modo que en varias ocasiones habían salido sin el consentimiento de su madre. Aquella circunstancia parecía algo inevitable, pues Derek parecía capaz de manejar a todos a su alrededor sin mucho esfuerzo y las personas siempre terminaban haciendo lo que al menor de los Arlington se le antojaba, aunque en el caso de Christopher si bien accedía, no dejaba de protestar.
Por supuesto esa afirmación no causó sino risa en Derek, y luego se dedicó a fastidiar a su hermano por el puro placer de hacerlo. Normalmente, aunque estuviesen en otras estaciones, no se alejaban mucho de su propiedad, pero como había dicho Derek, ya no eran niños, de modo que ahora sus excursiones solían alejarlos de sus habituales lugares de juego. Ese día habían llegado hasta los linderos de uno de los caseríos perteneciente a Livingstone.
Sin embargo, Derek continuó avanzando y mirando con curiosidad la actividad que se desarrollaba.
Pero lo que detuvo al chico no fue la voz de su hermano, sino que en ese momento otra construcción en la que trabajaban varios hombres, se vino abajo. La impresión paralizó a los hermanos, pero más aun lo que vieron a continuación.
La edificación que estaban levantando y que había cedido, era una pequeña iglesia para los habitantes del caserío, al parecer no habían fijado bien el andamiaje y este se vino abajo, pero arrastró una pesada viga bajo la que quedaron atrapados varios individuos. Dylan y Lucien habían corrido hacia el lugar, pero solo había una forma de sacar a aquellos desdichados de allí, de modo que mientras Itlar se encargaba de sus mentes, Yvaylo levantó la viga y Lucien y Dylan comenzaron a sacarlos a toda velocidad.
Christopher urgió a Derek para marcharse, pero como este parecía no escucharlo, sujetó las riendas del caballo de su hermano y lo arrastró en dirección opuesta. Más adelante, Derek pareció recuperar el dominio y se hizo cargo de su montura. Cabalgaron en silencio hasta llegar a las puertas de Darnley, entraron, desmontaron y entregaron las riendas al mozo. Chris sujetó el brazo de su hermano y prácticamente lo arrastró hasta su habitación.
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Editado: 20.08.2021