La Dinastía (libro 3. Profecía)

Cap. 41 Espera

Una vez que Aleksèi se hizo cargo del cuidado de Sophie, solo había dos cosas que preocupaban a Kendall. Una era la actitud de Derek, porque hasta la fecha había logrado que Sophie no se enterase de nada, pero seguía temiendo que en cualquier momento su hijo se metiese en verdaderos problemas. Obviamente él no se había enterado de lo sucedido en Ipswich, porque de haberlo hecho, posiblemente, y aunque luego hubiese querido ahorcar a su hijo, sin duda habría matado al sujeto en cuestión por atreverse a atentar contra Derek y sin tener en cuenta el comportamiento del angelito.

 

La otra idea que atormentaba a Kendall, era que ya llevaban muchos meses sin saber de Brian, y le urgía que el chico regresase para resolver el asunto de su matrimonio, porque Brian era el heredero del título, de modo que necesitaba la tranquilidad de que su hijo se asegurase la descendencia. Así que Kendall se quejaba amargamente del asunto casi a diario.

  • Lo sabía  --  había dicho en una oportunidad  --  Esa manía por los viajes parece una enfermedad, así comenzó Dylan, primero escribía con asiduidad, después sus cartas fueron disminuyendo hasta casi desaparecer, y por último quien desapareció casi por completo fue él.
  • No seas exagerado, Kendall  --  había dicho Sophie  --  Es cierto que Brian no ha escrito mucho, pero…
  • ¿No ha escrito mucho?  --  la interrumpió Kendall  --  No envía una miserable línea desde inicios del invierno y ya casi estamos en verano.

Sophie también extrañaba las cartas de Brian, y había pensado que encontrándose en las islas griegas, le escribiría seguido para comentarle acerca de los lugares de los que ella le había contado tantas historias para comentarle sus impresiones, pero prefería no decirlo para no empeorar el humor de Kendall con relación a la prolongada ausencia de su hijo.

  • En cualquier caso  --  continuó Kendall  --  debería recordar que tenemos asuntos por resolver
  • Kendall…
  • No me vengas de nuevo con que necesita tiempo, porque ya ha tenido suficiente, y sabes tan bien como yo, que debemos arreglar lo de su matrimonio  --  la interrumpió él
  • Si me preguntan  --  había dicho Derek  --  mi hermano mayor demuestra mucha más inteligencia que otros

Como ya todos estaban acostumbrados a los ácidos comentarios de Derek con relación al tema, nadie dijo nada.

 

El tiempo seguía su curso, pero en Darnley todos estaban mucho más tranquilos y contentos, porque Sophie había mejorado mucho, seguía cansándose con facilidad, pero en general tenía mejor aspecto que antes, de modo que estaban muy agradecidos tanto con Dylan como con Aleksèi.

 

Sin embargo, Sophie tenía constantes peleas consigo misma, porque a pesar de lo muy agradecida que estaba con aquel hombre, seguía experimentando una extraña sensación de rechazo hacia él a la que no le encontraba explicación alguna. El individuo no podía ser más amable, siempre la trataba con extrema delicadeza y ella era consciente de su simpatía, pero aun así, el asunto persistía.

 

Derek por su parte, temeroso de que Aleksèi se diese cuenta de alguna manera de lo que él sabía o sospechaba, procuraba mantenerse al margen. Chris que se había dedicado a buscar información acerca del fenómeno celeste próximo, no le había prestado mucha atención al individuo, mientras que a Kendall le complacía mucho hablar con él y en varias ocasiones lo había invitado a comer con ellos.

 

En una de esas oportunidades, Aleksèi decidió hacer una pregunta con la que Dylan lo había estado atormentando.

  • Lord Arlington, quería saber si ha pensado en mi ofrecimiento de atender el nacimiento de su hijo

Fue evidente para él la incomodidad que experimentaron, algo que solo es posible entender desde el punto de vista de la época. En la edad media, los partos eran atendidos por comadronas  - usualmente dos -  pero en ningún caso por médicos, tanto éstos como el padre del niño, tenían negado el acceso a la habitación donde se efectuaba el parto, ya que ésta era una tarea considerada únicamente de mujeres.

 

Ya Kendall había conversado aquello con Sophie, aunque no habían llegado a un acuerdo todavía, y si se había decidido a plantearle algo en lo que pensaba que él no tenía ninguna competencia, había sido porque había tenido esa conversación con Dylan y su amigo lo había hecho sentir atrasado.

  • ¿Puedes decirme por qué demonios estamos hablando de esto?  --  había preguntado Kendall con disgusto  --  Esto es asunto de mujeres y no es una conversación propia de caballeros
  • Pues siendo que eres parte interesada, deberías tener mucho que decir
  • Como ya dije, es cosa de mujeres e imagino que Sophie recurrirá a las mismas que la atendieron cuando nacieron nuestros otros hijos
  • De lo cual hace mínimo diecisiete años, si mal no recuerdo  --  dijo Dylan con sorna --  Vamos Kendall, tienes que modernizarte  --  había agregado con su habitual acidez  --  Este hombre, como habrás tenido oportunidad de notar, es muy hábil en su profesión, y en muchos otros lugares ya los partos son atendidos por médicos.



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En el texto hay: tristeza esperanza

Editado: 20.08.2021

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