La Dinastía (libro 5. Sangre Real)

Cap. 24 Regresando

Después de la reunión del Adestrarshy Dylan se retiró a su habitación, pero mientras estaba en su cama seguía pensando en las últimas palabras de Darko. En los últimos días, Dyaln se había sentido demasiado feliz como para preocuparse por los posibles peligros que corrían sus hijos por ser quienes eran, pero ahora esa posibilidad se le presentó como algo muy real, y aunque ya estaba al tanto de las medidas de seguridad tomadas para la protección de los niños, una espantosa opresión se instaló en su pecho.

Pensó en Kendall, en Brian y en lo que había estado haciendo Swaney para fastidiarlo, así como también recordó el miedo de Sophie y al que él no había prestado atención cuando ella lo manifestó.

Aunque estaba sumido en sus pensamientos, su instinto lo alertó de la presencia y se incorporó en la cama.

  • ¡Lucía!  --  exclamó levantándose a toda prisa
  • Haryk, no me gusta dormir sola  --  dijo la chiquita y él se apresuró a alzarla en brazos  --  ¿Puedo quedarme aquí?

Independientemente de que fuese apropiado o no, Dylan lo único que sentía en aquel momento era la enorme necesidad de proteger a su hija.

  • Claro que sí, linda  --  le dijo mientras la conducía hasta la cama

La niña se acurrucó en sus brazos y unos minutos después estaba dormida. Dylan sonrió, le acarició la mejilla, le dio un beso en la frente y poco después él también se quedó dormido.

La hora del desayuno no estuvo tan animada como la comida del día anterior, ya que Dylan les había dicho a los niños que debían regresar y ellos no querían marcharse.

  • Dijiste que Janos tendría que enseñarnos  --  estaba diciendo Alexander  --  ¿Cómo puede enseñarnos si no estamos aquí?
  • Lo hará, pero no ahora  --  le dijo Dylan
  • Ymharyk…  --  dijo Lucía mirando a Iziaslav con ojos suplicantes

Justo es decir que el pobre individuo le ganó una dura batalla a los sentimientos en aquel momento, porque si los niños no querían irse, ciertamente él lo quería mucho menos.

  • Escuchen, saben que esta es su casa, así que podrán venir tantas veces como quieran, pero ahora deben volver con su madre que debe estar extrañándolos

Derek, que siguiendo el consejo de Milorad no había vuelto a su casa dando tiempo a que a Istziar se le pasase el enfado, sonrió, porque lo que acaba de decir Iziaslav a sus hermanos era justamente lo que él se disponía a decir en aquel instante.

Finalmente llegó el momento de partir y Lucía se aferró al cuello de Iziaslav y comenzó a llorar, aquello fue realmente devastador tanto para él como para Dylan que nunca había sentido que unas lágrimas le doliesen tanto.

  • Viatairiv baldberevit nym kicyk sizviteliani  [1]
  • ¿Dum zughelbenvi? [2]  --  preguntó la niña
  • Dum zughelbeniv [3] --  le respondió él

Después de eso Alexander se despidió de Iziaslav, y aunque no estaba llorando como su hermana, si se veía tremendamente triste.

  • Volveré pronto, Ymharyk  --  dijo el niño  --  y traeré mi caballo, el que me regalaste para que veas que lo he cuidado
  • Y yo te prometo que te haré muchos más  --  le dijo él mientras abrazaba al niño

Entre tanto, Lucía se había estado despidiendo de Milorad, Iván, Janos y ahora estaba parada frente a Iyul extendiendo sus bracitos hacia él, Iyul la alzó y la niña giró la cabeza hacia su padre.

  • ¿Ewyr Iyul puede venir a casa, haryk?
  • Por supuesto  --  dijo Dylan, pero Iyul estaba mirando a su propio padre, porque había sido él quien le prohibiese volver a Inglaterra, pero Iziaslav asintió
  • ¿Vendrás?  --  estaba preguntándole Lucía
  • No podrás librarte de mí, preciosa  --  le dijo él y la niña sonrió besándolo a continuación  --  Pronto iré a visitarte
  • ¿Pronto? ¿Y no puedes venir ahora?  --  preguntó en tono de disgusto
  • Verás preciosa, es que tengo…  --  pero calló con rapidez cuando ella clavó sus ojos en los suyos
  • Lavyl, si es más importante que yo, ve con ella  --  dijo Lucía soltándose y saltando al piso sin que apenas él pudiese reaccionar
  • No es eso preciosa, es…
  • Vamos haryk  --  dijo ella sin prestarle atención

Todos tenían expresión de sorpresa salvo tres personas, Alex, Boris y el tío antipático, pero aun así, y una vez superada ésta, los demás sintieron un enorme deseo de reír al verle la cara a Iyul y el aprieto en el que lo había metido la sizviteliani, pero el único que se atrevió a reír fue Iziaslav, ya que los demás conocían bien al sizvitel y sabían que era bastante paciente, pero cuando enfurecía demostraba a las claras de quién era hijo, de modo que haberse burlado de la situación les habría significado estar a un paso de perder sus cabezas.  En el caso de Derek a quien conocía era a su hermana y sabía que el hecho de ser pequeña no era impedimento para que desahogara su ira de manera violenta, así que decidió guardar la compostura en beneficio de la propia salud.




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