La rutina que se estableció no satisfacía especialmente a Dylan, pero tendría que habituarse. Sophie le dijo que Boris llevaría a los niños a Livingstone un rato en las mañanas, pero debían estar de vuelta para la hora de la comida, al menos mientras Chris estuviese en Darnley. Como cabía esperar, a Dylan este le parecía un tiempo indecentemente corto, pero de momento nada podía hacer, mientras que a Lucien le parecía que cualquier lapso de tiempo cerca de Lucía era peligroso, y por tanto toda una mañana, lógicamente lo encontraba excesivo.
Yvaylo inicialmente había pensado enviar a Derek de paseo, pero como en realidad le tenía aprecio al chico por muy irritante que hubiese sido su comportamiento, terminó por ir a hablar con Istziar.
A pesar de los años y de tener un padre y otros dos hermanos que tenían por costumbre aparecerse a su lado de la misma forma, siendo Istval el que lo hacía con mayor frecuencia, Istziar aun no se acostumbraba, de modo que le lanzó a Yvaylo lo que tenía en las manos antes de saludarlo. Por fortuna Yvaylo no solo era un Devrig, sino que tenía un instinto superdesarrollado, porque atrapó el objeto que resulto ser el caballo de madera de Alex que Istziar estaba recogiendo en ese momento, antes de que se estrellase contra su cabeza. Acto seguido y antes de que Istziar se diese cuenta, la había sujetado por la cintura y la estaba asfixiando en un apretado abrazo.
El Levjaner soltó a Istizar y se inclinó para saludar a los aykeris, pero después de ello Lucía seguía mirándolo con diversión.
Alexander asintió y tomando la mano de Lucía comenzó a caminar hacia la puerta.
Habría resultado complicado explicarle que había conocido a Dylan antes de que se convirtiese oficialmente en príncipe y que seguramente le quitaría limpiamente la cabeza si se le ocurriese llamarlo alteza a estas alturas, de modo que optó por resumir lo anterior en forma sencilla.
Aunque una parte del cerebro de Istziar había registrado y aceptado la veracidad de las palabras de Yvaylo, ella había heredado el genio vivo de su madre y a Yvaylo aun le tomó algún tiempo convencerla, pero finalmente lo consiguió y pudo marcharse tranquilo.
Después de aquella visita, Yvaylo pensó que ya había cumplido con lo prometido y esperaba que Istziar perdonase a Derek y las cosas voviesen a la normalidad.
Los días comenzaron a pasar, y aunque en principio a Dylan no le había gustado la perspectiva de tener a sus hijos por tan poco tiempo con él, siendo que esto era a diario, finalmente terminó por aceptarlo y comenzó a disfrutar de sus pequeños hijos. Alexander parecía querer saberlo todo mientras que Lucía, aunque prestaba atención, era tremendamente inquieta y seguía peleándose con Lucien cada vez que él tenía la pésima suerte de dejarse ver cuando los niños estaban en casa, de manera que el malcriado sizvitel desarrolló la costumbre de no aparecer en toda la mañana.
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Editado: 29.09.2021