La Dinastía (libro 5. Sangre Real)

Cap. 27 Comienzo del fin

Sophie entró tambaleándose y sujetándose a las paredes, las lágrimas nublaban sus ojos y sentía un terrible dolor en el corazón; se sentía mareada y de forma inconsciente se dirigió al salón tal vez con la intención de sentarse, pero antes de llegar al sillón cayó desplomada.

 

Hegel se acercó al salón donde estaban Dylan, los Levjaners y los niños que miraban emocionados los juguetes que Iziaslav les había hecho llegar esa mañana.

  • Sarì, ¿podrías venir un momento?  --  le preguntó el hombre con discreción

Dylan miró a Yvaylo y él le hizo un gesto de asentimiento en señal de que él se encargaba de los niños.

  • ¿Y bien? ¿Qué sucede Hegel?  --  preguntó Dylan al llegar al estudio

Sin embargo, él no le dijo nada, sino que se volvió y abrió la puerta, pero al hacerlo…

  • ¡¿Tommy?!  --  exclamó Dylan

En un segundo había suprimido las distancias y ahora envolvía al chico en un fuerte abrazo. Un par de semanas antes, la última vez que había estado en el Valkinka, Haliq le había dicho que Tommy pronto estaría listo para volver a casa, el asunto fue que no le dijo cuándo. De manera que Dylan no podía estar más contento.

  • Bienvenido a casa, Tommy
  • Gracias, Dylan  --  dijo el chico
  • ¿Cómo te sientes?
  • Aparte de que aun no estoy muy seguro de que todo esto sea un sueño,  creo que bien  --  dijo él sonriendo

La recuperación de Tommy había sido larga y dolorosa, pero una vez que superó la etapa más difícil, Haliq había procedido a explicarle lo sucedido, y la primera reacción del chico, lógicamente, había sido de incredulidad, de hecho había pensado que tal vez lo habían hecho preso y aquel individuo se divertía burlándose de él. Sin embargo, con rapidez determinó, en primera instancia, que aquel lugar estaba muy alejado de lo que se imaginaba debía ser una cárcel estuviese donde estuviere. En segundo término, recordaba haberse encontrado en pésimo estado y a un paso de morir, y de forma vaga haber hablado con… ¿Dylan?  Haliq que no había tenido inconvenientes en seguir sus pensamientos, le confirmó que el príncipe era quien lo había llevado hasta donde se encontraba ahora, aunque no le dijo que era su izbretel, porque no estaba autorizado a revelar eso, pero sí le había enviado un urgente mensaje a Dylan avisándole que Tommy estaba mejor y quería verlo. Por supuesto Dylan se había apresurado a presentarse en el Valkinka, y aparte de mostrar su alegría por la recuperación de Tommy, le había confirmado toda la fantástica historia que le habían referido, y siendo que se lo decía el hombre a quien siempre había tenido en el estatus de semidios, Tommy se mostró más dispuesto a creerlo. Después de eso, Dylan lo había visitado un par de veces más en compañía de Derek, para alegría de Tommy, pero había respetado el deseo del chico en el sentido de que no les dijese nada a sus padres hasta que estuviese listo para regresar.

Una vez que Haliq había dicho que Tommy se recuperaba con éxito, Nevsky había solicitado a las autoridades del Valkinka encargadas de la asignación de los zsamenis, que le permitiesen a él ser el de Tommy, pero siendo que nunca había sido uno y no estaba en la lista de los mismos, se lo habían negado. Nevsky estaba muy triste por ello, pero en una oportunidad que Haris había ido al Valkinka, le había sugerido hablar directamente con Dylan y Nevsky lo había escuchado. A Dylan le había parecido una maravillosa idea, puesto que Nevsky se había hecho cargo de la educación de Tommy y lo conocía bien, pero cuando el chico le dijo que las autoridades parecían no estar de acuerdo con eso, Dylan se había ido derecho a hablar con Andrei Kovrov, el director del Valkinka y también miembro de la comisión que se encargaba de asignar a los zsamenis, y aunque Dylan ya iba elaborando una lista de las razones por las que le parecía que Nevsky podía hacerse cargo de esa tarea, independientemente de lo que Dylan hubiese pensado decir, apenas mencionó su idea, Andrei se apresuró a decirle que no había ningún problema y que Vladimir Nevsky sería designado en forma inmediata como el zsameni de Tommy. Él se lo agradeció y cuando iban saliendo, después de una rápida visita a Tommy que en aquella oportunidad había estado dormido, Dylan escuchó a Yvaylo reír.

  • ¿Qué te parece tan gracioso?
  • Que aun no te acostumbras a que eres un sizvitel, Rybik  --  le había dicho Yvaylo  --  solo tienes que ordenar las cosas y todos se darán mucha prisa en obedecerte
  • Pues conozco algunos que no estarían muy de acuerdo con eso, y no solo no se darían ninguna prisa, sino que no lo harían en lo absoluto
  • Y si te fijas bien dónde han terminado, te convencerás de que tengo razón, porque  ciertamente nadie está en posición de desobedecer una orden real.

Después de eso, Nevsky se había hecho cargo de poner a Tommy al corriente de los detalles de su nueva condición y de algo de historia, de modo que ahora que estaban frente a Dylan, repentinamente Tommy  abrió los ojos con desmesura al recibir el urgente mensaje de Nevsky

  • ¡Oh por Dios!  -- exclamó al verlo con una rodilla en tierra y la cabeza inclinada  --  ¡Lo lamento, pero lo olvidé!  --  dijo el chico con consternación
  • Si se te ocurre hacer eso, perderás la cabeza muy de prisa, Thomas Stuart  --  dijo Dylan juntando las cejas




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