Kendall estaba en el estudio donde lo había dejado Phillipe, pero estaba muy lejos de estar tranquilo. Después de su enfermedad y durante su convalecencia, los recuerdos habían comenzado a llegar en forma paulatina, pero aun existían vacíos que Kendall no se explicaba de ninguna manera. En sus conversaciones con Sophie, había intentado obtener la información que le faltaba, pero fuera de enterarse, y no por ella, sino por Brian, de la existencia de unos hijos de los que no tenía ni idea, no había nada más, y le parecía que ahí había algo extraño, aunque no podía determinar exactamente el qué. Era cierto que no había sentido ninguna emoción especial al enterarse de eso y lo atribuyó al hecho de no tener recuerdo de los niños, pero le extrañó aun más no tener deseos de verlos y que Sophie no hubiese hecho hincapié en que los viese, porque a pesar de que no era la costumbre de la época, Sophie y él habían mantenido una estrecha relación con sus hijos siempre.
Por otra parte había algo que lo preocupaba mucho más, y era el hecho de que, aunque Aleksèi le había recomendado reposo, ya él se sentía bien, y, sin embargo, Sophie insistía en que permaneciese en la otra habitación negándose de este modo a toda intimidad con él. Cuando llegó a este punto por enésima vez, otra idea asaltó su mente haciendo que se enfureciese y ésta a su vez había sido captada por el silencioso e invisible Damien que corrió a la velocidad de la luz, le dio una orden a uno de los dos Lovets que estaban siempre apostados a las puertas de la propiedad y volvió junto a Kendall.
Tanto Iván como Aleksèi le habían advertido a Damien que no hiciese nada más allá de evitar que Kendall se acercase a los aykeris o que pudiese notar los cambios en la apariencia de Brian, pero con relación a sus pensamientos o recuerdos, no debía tomar ninguna acción dadas las precarias condiciones del cerebro de ese sujeto. Lo que sí le dejó muy claro Iván, fue que en caso de captar alguna idea especialmente peligrosa, le diese inmediato aviso y eso fue lo que hizo.
Iván hizo acto de presencia tan pronto como recibió el mensaje, pero como cabía esperar, no pudo hacer nada sin correr el riesgo de matar a aquel individuo, de modo que le ordenó a Damien no perderlo de vista y marchó a toda prisa a Levzheir y pidió a Istvan que hablase con Iziaslav para reunir con urgencia al Adestrarshy. Aquella petición extrañó mucho a Istvan, pero sabiendo que intentar preguntarle algo a Iván era una pérdida de tiempo, y sabiendo también que no haría una petición de aquella naturaleza sin un motivo realmente válido, partió a toda prisa hacia Illir y le planteó el asunto a Iziaslav.
Istvan giró la convocatoria, misma que causó la sorpresa, extrañeza y preocupación – en algunos casos – de los involucrados. Los Levjaner-Leyvychtel llegaron con la mayor prontitud, pero en el caso de los sizvitels y para extrañeza de todos, el primero en presentarse fue Lucien casi al mismo tiempo que los anteriormente mencionados.
Los presentes se levantaron una vez que él había saludado en forma general, pero Iziaslav caminó hacia su hijo.
Considerando las pésimas relaciones que habían tenido aquellos dos seres en los últimos cientos de años, aquello era casi un saludo efusivo por parte del malcriado sizvitel.
Ambos, padre e hijo, se giraron hacia el LL, pero en ese momento su curiosidad quedó hecha a un lado al ver llegar a Iyul en compañía de Yvaylo y Misha que para horror de los Yaroslávich, traían a Dylan inconsciente.
En cuanto Tommy llegó a Livingstone con el mensaje de Patrick, Yvaylo consideró las opciones. No podía reanimar a Dylan, porque no podría detenerlo de ninguna manera sin recurrir a la violencia, y siendo que Dylan no estaría atentando contra sí mismo, eso convertiría a Yvaylo en reo de alta traición, y a decir verdad él mismo estaba teniendo dificultades para no salir en busca de Brian y acabar él mismo con el muy infeliz, pero Iziaslav había ordenado le fuese respetada la vida en tanto que no tuviese intenciones de ir en contra de nadie. Yvaylo recuperó el control de sus emociones y con algo más de calma pensó que Franz debía estar haciéndose cargo de aquel necio, y él debía tomar decisiones en ese momento.
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Editado: 29.09.2021