La Dinastía (libro 5. Sangre Real)

Cap. 32 La Profecía

Mientras todo el drama y el profundo dolor que estaban viviendo Phillipe, Madeleine y Dylan, tenía lugar al lado de la cama, Brian seguía debatiéndose intentando que Aleksèi lo soltase con la ridícula idea de salvar a su padre.

  • Aun puedo salvarlo  --  dijo con desesperación
  • No, no puedes  --  le dijo Iyul
  • Sí puedo  --  insistió él
  • ¿Acaso tienes la peregrina idea de transformarlo?  --  preguntó Iyul en forma por demás innecesaria, porque ya lo había visto  --  Debería dejarte hacerlo solo para ver como tú mismo terminas de matarlo  --  dijo con toda la malignidad de la que era capaz
  • ¡Ayúdame!  --  pidió Brian de manera absurda, porque no había nadie en aquella habitación menos dispuesto que Iyul a hacer semejante cosa
  • Posiblemente tu padre haya sido una víctima inocente de todo esto, pero ciertamente no es tu caso, porque te brindamos ayuda, te ofrecimos protección, te explicamos a lo que te enfrentabas aliándote con Swaney o con Montreuil, te ofrecimos una salida y todo eso fue únicamente, porque ese hombre  --  dijo señalando a Dylan  --  intercedió por tu miserable vida, pero has demostrado que no lo vales, así que agradece que aun sigues respirando y no me hagas cambiar de opinión.

Dylan no había estado escuchándolos inmerso como estaba en su propia desesperación y solo escuchó de manera lejana cuando Brian emitió un desesperado grito de dolor cuando Kendall exhaló su último aliento.

Ahora mientras abrazaba el cuerpo sin vida de Sophie, lo único que quería era poder morir él también. Iyul percibió esto y se acercó a él.

  • Vamos hermano, tus hijos te necesitan  --  dijo intentando separarlo del cuerpo de Sophie

Sin embargo, Dylan parecía ajeno a todo lo que no fuese el dolor lacerante que estaba sintiendo, pero en ese momento entró Patrick.

  • ¡Aleksèi, atacron a los aykeris!

El mundo pareció detenerse cuando los presentes escucharon aquello. Phillipe que estaba seguro no podría soportar nada más, soltó a Madeleine a quien había estado sosteniendo, y corrió hacia la puerta. Madeleine intentó caminar, pero sus piernas parecían negarse a obedecerla, de modo que Iyul pasó como una exhalación y sujetándola salió en dirección a la habitación de los niños. Aleksèi le había entregado a Brian y Patrick tuvo que hacer un enorme esfuerzo por no clavarle su Dykari en el cuello. Y en el caso de Dylan, seguía perdido en el pozo de dolor en el que había caído y no se movió.

 

Cuando Lucien había logrado llegar al cuarto de los aykeris con ayuda de su padre, ambos sintieron que el mundo giraba a velocidades indecentes. Derek yacía en el piso en medio de un charco de sangre, y como estaba sin camisa pudieron ver con claridad las múltiples heridas, Istziar estaba más o menos en las mismas condiciones al igual que Boris, pero lo más aterrador para ellos, había sido ver que los corazones de los niños habían sido atravesados por sendos nelegasis y estaban cubiertos de sangre.

Istval y su grupo habían llegado con escasos segundos de diferencia al igual que Iliar e Istvan, y aunque a todos les interesaba la totalidad de los presentes, naturalmente los Korsacov corrieron hacia su hermana mientras que Iliar lo hizo hacia Derek.

Iván y Janos que venían detrás de Iziaslav y Lucien, el primero corrió hacia Derek y el segundo hacia los aykeris.

Iziaslav sentía que le dolía hasta el último centímetro de su ser, porque aparte de estar viendo todo aquello, también estaba escuchando lo que estaba sucediendo en la habitación de Sophie y sintiendo el dolor de Dylan, mientras que Lucien se apoyaba precariamente de la pared, porque su dolor no era menor, aquellos eran los hijos de Dylan, a Istziar la había conocido toda la vida, y Derek se había ganado su respeto y su cariño, pero por encima de todo ello, el lazo que lo unía a Dylan lo hacía experimentar el mismo dolor que él, y aunque sabía que no podía morir así, eso no evitaba que sintiese que aquello lo estaba matando. Como pudo apartó con el pie al desgraciado que con seguridad había hundido el nelegasi en el pecho de la niña y que ahora yacía con el propio abierto y desangrándose por todas partes, se acercó a la cama de Lucía, se inclinó y extrajo la hoja, pero un par de segundos después, emitió una exclamación.

  • ¡Ilè holls dumi Jhains! [1]

A pesar del caótico estado de las cosas, los presentes no dejaron de asombrarse por el bien sabido asunto de que Lucien evitaba hablar en su lengua natal, pero fue Janos el que se percató de la razón y se apresuró a extraer el nelegasi del pecho de Alexander.

  • ¡Que alguien vaya por algún veldeky!  --  exclamó Iziaslav

Patrick que era el que estaba más cerca de la puerta, había corrido en busca de Aleksèi, pero mientras esto sucedía, Iliar e Iván se miraron.

  • ¡Está vivo!  --  exclamaron al mismo tiempo

Iziaslav se había movido con rapidez, había apartado a Iliar y se había arrodillado al lado de Derek.

 

Todo lo anterior había ocurrido en forma veloz y paralela, pero fuera aun continuaba la batalla. Milorad se las había estado viendo con un grupo especialmente agresivo, pero eso no le causaba mayores inconvenientes, el problema se presentó cuando sintió la violenta sacudida producto del dolor que estaba experimentando su hija, lo que hizo que perdiese la concentración por unos segundos, algo que aprovecharon sus atacantes. Sin embargo, Itlar lo había visto y decidió emplear su poder para ayudarlo, de modo que un segundo después llovían centellas sobre los Devrigs.




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