En cuanto llegaron a Illir, lo primero que hizo Derek fue correr hacia donde estaban sus hermanos, pero cuando estaba a medio camino se detuvo.
Ambos corrían hacia Derek y éste se agachó para recibirlos en brazos y fue en ese momento cuando él quizá entendió mejor que nunca lo que significaba que sus emociones se hubiesen magnificado, porque su corazón parecía a punto de salírsele del pecho y la mencionada emoción fue evidente, ya que sus ojos se habían convertido en dos manantiales. Lucía se había colgado a su cuello mientras que Alex lo abrazaba, pero con menos fuerza que su hermana que parecía querer ahogarlo.
Sin embargo, mientras sonreían, las emociones no habían terminado para Derek, porque cuando Lucía hizo algo de espacio, él vio a Istziar y de nuevo su corazón se lanzó a correr desbocado. Con un poco más de calma se puso de pie, pero hasta allí le llegó la tranquilidad, porque sin apenas darse cuenta había salvado las distancias y ahora abrazaba y besaba a Istziar olvidándose de dónde y quiénes estaban presentes.
No obstante, Derek pareció recordar la circunstancia y separándose un poco miró a los niños.
Phillipe pensó que su nieto estaba en el lugar indicado y con personas a las que parecía no mortificarles su poca formalidad, mientras que Madeleine estaba demasiado feliz de tener a Derek con vida como para preocuparse por su falta de formalidad.
Después que Derek había extendido su saludo más allá de lo que habría sido considerado como tal, tomó el rostro de Istziar en sus manos.
El emocionado escándalo del corazón de Derek hizo sonreír a Istziar, pero luego le dijo con malignidad.
Mucho más tarde mientras caminaban por los pasillos, y aunque Istziar no podía ver sus pensamientos, sí pudo sentir su pesada tristeza.
Aquello no se lo había dicho nadie, pero pensó que en realidad no habrían podido hacerlo, porque no había hablado con nadie de aquello y todos habían respetado su silencio.
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Editado: 16.10.2021