La Dinastía (libro 6. Mavraì)

Cap. 09 Notificación

Derek había dejado de gritar, pero se paseaba de un lado a otro del salón mientras todos lo miraban. Aquella actitud les resultaba sumamente familiar, ya que Iziaslav y Lucien hacían exactamente lo mismo cuando estaban furiosos o nerviosos. Finalmente el chico se detuvo y miró a Iziaslav.

  • ¿Puedo saber en qué demonios estaba usted pensando? Porque ciertamente esto está lejos de haber sido su mejor idea
  • Derek, sugiero que te calmes, porque aun tenemos algunas cosas que discutir.
  • ¡Espero que lo próximo no sea que tengo que llevar una maldita corona!

Los covetniks ahogaron una exclamación, mientras que Haliq parecía a punto de sufrir un colapso.

  • No, no se trata de eso  --  le dijo pensando que no tendría que llevarla ahora, pero decidió no decirle que en determinadas circunstancias efectivamente tendría que hacerlo, y luego miró a Iván  --  Haz algo útil, Sesviatsky
  • Eso es casi imposible, pero por lo que veo a usted le gustan las imposibilidades  --  dijo Derek recalcando lo último

Iván se acercó a él y Derek experimentó una extraña sensación cuya forma más cercana para describirla sería como si una corriente de aire fresco penetrara la superficie de su cabeza cuando el Levjaner colocó sus manos alrededor de ésta, después de lo cual, aunque seguía pensando que lo que acababa de decirle Iziaslav era una locura, se sintió más tranquilo y relajado, de modo que el soberano decidió continuar.

  • Derek, como tú no estabas consciente, no tienes idea de que tu transformación se efectuó de manera muy inusual, y de hecho es la primera que vez que se hace algo así
  • Se equivoca de nuevo, porque sí estoy al tanto  --  y relató a continuación lo que había visto o recordado en los días que había estado semiinconsciente  --  Lo que no alcancé a entender fue lo que dijo tía Madeleine  -- finalizó
  • Hay algo que debes saber  --  dijo Iziaslav y Derek lo miró con desconfianza

En ese momento le contaron todo lo relativo a la profecía y cómo Madeleine por un lado y los LL por el otro, habían estado buscando frenéticamente el modo de evitarlo.

  • Sin embrago, en último momento y cuando Phillipe finalmente había dado su consentimiento, Madeleine recordó parte de lo que había descubierto, pero que hasta entonces no había tenido sentido para ella, y así fue como se puso en ejecución tu inusual transformación  --  el chico asintió y giró la mirada hacia Istvan que había tomado la palabra
  • Normalmente los nyas que han sido previamente atacados, como en tu caso, tienen que pasar por el penoso proceso de adaptación, pero el tuyo fue extrañamente largo y traumático  --  y ciertamente Derek no necesitaba que se lo recordasen  --  No obstante, aquí vuelve a presentarse algo completamente inusual, porque una vez superado el período de adaptación primaria, es decir, cuando el organismo ya ha asumido su nueva condición, los nyas no son especialmente fuertes ni hábiles en ningún sentido, pero tú no solo exhibiste una fuerza superior a lo que se podría esperar, ya que Iván tuvo serias dificultades para retenerte, sino que además la especial habilidad con la que naciste y que naturalmente cabría esperar que con tu transformación se potenciase, era algo que habría tomado algo de tiempo, aunque no fue así, porque pudiste ingresar a los pensamientos tanto de Haliq como a los de Iván de forma inmediata.

Derek se sentía un tanto confundido, pero lo pensó con calma y haciendo memoria,  recordó que ciertamente había tenido la impresión de escuchar lo que estaba pensando Haliq, y a pesar de haber estado desesperado por el dolor que lo estaba atormentando, también sucedió con Iván.

  • ¿Eso es bueno o malo?  --  preguntó una vez que los caóticos recuerdos estuvieron en su lugar
  • El tuyo es un caso completamente atípico, pero no podemos decir que eso sea malo, o al menos hasta ahora no ha sucedido nada que podamos calificar de ese modo, aún así, esperamos que comprendas que debemos no solo vigilar tu evolución, sino comenzar a toda prisa con tu entrenamiento  --  dijo Darko
  • Un momento, ¿vigilarme? ¿acaso esperan que suceda algo… grave?
  • No necesariamente grave  --  intervino Milorad  --  pero como tampoco nada hasta ahora ha sido como debía ser, es lógico que tomemos precauciones

Derek no estaba muy seguro de cómo sentirse con respecto a todo esto, en primer lugar él no había querido ser transformado y apenas se estaba haciendo a la idea, pero si además la condenada transformación iba a traerle aun más problemas, ya era como mucho, pero una idea asaltó repentinamente su mente y sus ojos se dilataron.

  • ¿Creen que puedo hacer daño a alguien? --  y como los LL se miraron, estuvo seguro que así era y sus pensamientos se desbocaron --  Es eso ¿verdad? ¿Acaso ahora voy a ir por ahí… matando o transformando a las personas?  --  preguntó horrorizado
  • Cálmate y escucha, kicyk  --  le dijo Iziaslav  mientras miraba en forma ostensible a Iván

Pero Derek estaba en verdad desesperado, porque los LL estaban recordando cuando Iván fue tranformado y lo que habían vivido con aquel loco peligroso destriozando cerebros. No obstante, como Iván se había puesto de nuevo tras él, y estaba tranquilizando sus caóticos pensamientos, volvió a prestar atención a lo le decían. 

  • En una oportunidad asististe a una reunión en la que hablábamos de los aykeris y preguntaste acerca del elemento Éter ¿recuerdas?  --  preguntó Darko y él asintió  --  La habilidad con la que naciste es otorgada por este elemento de la naturaleza, y así como es poderosa, es peligrosa si no es bien manejada.
  • Sabemos que no quieres dañar a nadie, pero también sabemos que eres temperamental y es lo primero que tendrás que aprender a controlar  --  le dijo Aritz
  • ¿Recuerdas por qué estabas tan preocupado por Lucía?  --  le preguntó Iliar y Derek abrió los ojos con desmesura así que el Levjaner asintió --  En tu caso estaríamos hablando de lo mismo
  • ¡Tienes que ayudarme!  --  dijo en tono de urgencia mirando a Iván y haciendo que éste sonriera
  • No es el sueño de mi vida, pero…
  • ¡Iván!  --  exclamó Darko en tono de reproche, pero aquel sujeto era simplemente incorregible
  • Aparte de eso, no puedes ir por ahí invadiendo las mentes ajenas, y de hecho si fueras otro individuo estarías incurso en un delito al haber invadido la de tu sozdatel’, pero tienes la desmedida e inmerecida suerte, en mi humilde opinión, de ser su djali




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