La Dinastía (libro 6. Mavraì)

Cap. 14 Reacciones

Cuando la noticia de la muerte de Swaney había sido dada a conocer y después de la lógica incredulidad de la mayoría de los Devrigs, los primeros sospechosos en la mente de los mismos fueron Iziaslav y Avitzedek, porque a nadie se le habría ocurrido pensar que alguien que no fuese uno de aquellos dos sujetos o cuando mucho sus hijos, fuese capaz de matar a uno de los tres Devrigs primigenios más poderoso. Sin embargo, el rumor con la identidad del verdadero culpable comenzó a circular unos pocos días más tarde cuando los dos únicos sobrevivientes del ataque en Hampshire salieron del Haigala, y la misma se extendió como un reguero de pólvora, pero como las autoridades no habían emitido en forma inmediata un comunicado oficial confirmando o negando la especie, las opiniones estaban divididas.

No obstante, Giorgio Savaresce no puso en duda el asunto al recordar su desagradable entrevista con Montreuil, ya que le había quedado muy claro que las intenciones de éste, y por tanto de Swaney, eran las de matar al Rybik, de modo que asumió que las cosas les habían salido muy mal a ambos, porque también se sabía que André estaba muerto, algo que sí se había dado a conocer de manera oficial y de hecho, había pedazos del desgraciado aquel, adornando diversos puntos de la tierra conocida, así que si bien Giorgio se alegraba de que ese par de imbéciles estuviesen muertos y como no le cabía ninguna duda acerca de quien había sido el autor de la muerte, al menos de Swaney, porque por la de André se habían responsabilizado los Lovets, esto le hizo pensar más seriamente en el Rybik y su peligrosidad.

Si bien Giorgio había sostenido que Dylan había sido convertido en príncipe solo por ser el juguete de cama de Iziaslav, lo había hecho únicamente porque era su retorcida manera de fastidiar, pero siempre pensó que Dylan Danworth era en realidad otro hijo de Iziaslav al que habían mantenido oculto, siendo él uno de los principales artífices de que aquella teoría se esparciese, aunque lo había hecho de forma muy inteligente y sin que nadie pudiese señalarlo a él como el autor de la misma; los hechos recientes junto con el tardío, pero oficial reconocimiento público, por parte de las autoridades, con relación a la responsabilidad de su alteza real en la muerte de Swaney, confirmaban con contundencia lo que en su opinión era una verdad indiscutible

Giorgio era un Devrig primigenio, de manera que estaba en perfecta capacidad de percibir el parentesco existente entre los individuos, así que cuando estuvo por primera vez en presencia de Dylan, no le costó ningún esfuerzo establecer los evidentes lazos que había entre él y los hermanos Yaroslávich, y aunque la versión oficial era que Danworth era el djali de Lucien, él estaba seguro que no era así a pesar de que el necio de su hermano asegurase que tenía que ser, porque él había conocido al condenado Lord antes de su transformación.  

Giorgio Savaresce era desquiciado, pero no estúpido, así que llegó a la lógica conclusión de que si quería mantener su cabeza sobre sus hombros, tendría que dejar al mal nacido aquel en paz y conformarse con fastidiarlo como hacía con Giulio y con Luciano, al menos hasta que hubiese reunido lo necesario para sacarlos a todos del juego.

 

Después que Avitzedek había recibido la notificación entregada por Sergei, pasó cinco días encerrado sin querer ver o hablar con nadie. Zharià, su mujer, se había pasado casi la misma cantidad de tiempo apostada a las puertas, muerta de preocupación, porque si bien todos estaban acostumbrados a que los ataques de ira de Avitzedek podían ir desde vociferar las más abrumadoras imprecaciones hasta arrancarle la cabeza al desdichado que tuviese la mala fortuna de darle alguna mala noticia, aquella extraña actitud y silencio nunca antes la habían experimentado.

Su hija Amaranta si bien amaba a su padre, amaba mucho más a su madre, de modo que al ver la situación, decidió mandar a llamar a Gianfranco que era el hermano en el que confiaba, porque aunque por algún extraño motivo quería con locura a Giorgio, definitivamente confiaba más en el buen juicio del mayor.

  • ¿Succede Amaranta?  --  preguntó Gianfranco al hacer acto de presencia
  • Aba…  --  comenzó ella pero Gianfranco arrugó el ceño

A pesar de que ella había tenido que aprender a hablar en italiano, ni Gianfranco ni Giorgio hablaban árabe, y si ella quería dirigirse a ellos, obviamente no podía hacerlo en su lengua materna. Amaranta había llegado a la conclusión de que aquello era como una especie de castigo impuesto a ella y a su madre por los hermanos Savaresce, ya que si bien habían terminado por aceptarlas, inicialmente se habían mostrado muy poco dispuestos a ello y de hecho con Zharià sus relaciones eran muy distantes.

  • Es papá, lleva cinco días encerrado en sus habitaciones y no deja entrar a nadie  --  informó la chica
  • ¿Y sabemos la razón?
  • Vino un funcionario del sozdatel’ a hablar con él, pero es todo lo que sabemos, aunque es posible que Aviram sepa algo más

Gianfranco asintió y se fue a buscar a Aviram primero que nada. Este sujeto era una mezcla extraña entre amigo, hombre de confianza y sirviente de su padre, de modo que era quien más posibilidades tenía de saber qué demonios estaba sucediendo, y si Amaranta pensaba que quizá Aviram supiese algo más, Gianfranco estaba seguro que así era, porque Aviram siempre sabía algo más.

Aviram era para Avitzedek lo que Janos para Iziaslav, y aunque el primero nunca hubiese tenido ninguna relación familiar con Avitzedek, sufrió la misma maldición por ser su amigo más cercano tal y como les sucediese a los Levjaners de Iziaslav. El asunto era que Aviram se había encargado de los niños, pero a diferencia de Janos que siempre se mostró, si no excesivamente cariñoso, sí lo suficiente como para ganarse el respeto y el amor de los príncipes y sin duda su interés en el bienestar de los mismos no disminuyó con el tiempo,  Aviram  por el contrario era un individuo frío y casi antipático que había cumplido con su tarea de educar a los niños, pero sin establecer con ellos verdaderos lazos de afecto, aunque era posible que los hubiese, pero una vez que los hermanos habían crecido, se había desentendido de ellos. Ocasionalmente y cuando Avitzedek estaba preocupado por algo con relación a los bambini, Aviram era enviado bien fuese a seguirlos o a llevar algún mensaje, pero su relación con ellos no se extendía mucho más allá. Sin embargo, algo que sí tenía muy presente, independientemente de cuáles fuesen sus sentimientos, era que seguían siendo los hijos del jefe del clan y los trataba como a tales.

  • Señor  --  saludó el individuo al sentir que Gianfranco se acercaba
  • Buona sera Aviram  --  saludó Gianfranco  --  ¿Qué está sucediendo?
  • ¿Aquí o en el mundo?




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