La Dinastía (libro 6. Mavraì)

Cap. 22 ¿Premio o castigo?

Para quien hubiese visto el salón de Lymvordzar durante el tiempo que duró la conversión entre Iziaslav y Dylan, le habría parecido estar viendo la escena congelada de una película, porque aparte de la ilusión creada por Iván y por Istval, éste último se había procurado la ayuda de Slavick y Axier en el sentido de manipular el tiempo y el espacio, de modo que todo parecía suspendido. Cuando recibieron la orden de devolver todo a la normalidad, Seoane seguía mirando a Dylan, pero ya el brillo carmesí había desaparecido de los ojos de Dylan y le estaba hablando casi con amabilidad.

  • Señores  --  estaba diciendo Dylan dirigiéndose a todos los Lymhakim  --  aunque sé que Louis Ghislaine ha llevado una vida delictiva, si el solo hecho de que yo desee devolverle su libertad no resulta suficiente, al menos el conocimiento de que durante los últimos dos meses se haya dedicado de manera decidida y acertada a proteger  mi vida, la vida de  su sizvitel  --  acentuó mirándolos a todos  -- debería bastar y aun deberían mostrarse agradecidos por ello  --  hizo una pausa y continuó  --  Sin embargo, y dando por hecho que mi vida los trae sin cuidado y que les parezca irrelevante lo que él haya podido hacer por mí, en comparación con la magnitud de sus crímenes, sigo siendo un sizvitel y ustedes se someterán a mi decisión igual que él.

Por un momento nadie pareció entender con la posible excepción de Derek, Iván y quizá Henri, porque los demás estaban divididos entre la confusión, el asombro y el franco terror en el caso de los Lymhakim que no eran Levjaners, porque ya se veían siendo ellos enviados a Zatvor por desobedecer una orden real. Los Levjaners estaban asombrados, porque en más de veinte años nunca habían visto a Dylan actuar de aquella manera, mientras que Iziaslav e Iyul estaban confundidos, porque él acababa de decirles, o al menos eso habían entendido, que propondría alguna clase de castigo para Louis. No obstante, antes de que Dylan pudiese agregar algo en el supuesto de que hubiese sido su intención hacerlo, tanto Seoane como los demás Lymhakim se habían postrado ante él.

  • Nym sarì -- dijo el hombre elevando un poco la cabeza ya que Dylan estaba a más de metro y medio por encima de ellos -- ¿Se me permite hablar?  -- y Dyaln asintió -- Biagyzlim sarì, en ningún momento tuvimos la intención de ignorar tus órdenes, y aunque te asiste el derecho a pensar como lo has hecho, te aseguro que tu vida nos es tan valiosa como la de cualquier miembro de la familia real, de manera que te pido humildes disculpas si mis palabras te indujeron a pensar lo contrario, y por supuesto que todos estamos dispuestos a acatar tus órdenes sean éstas las que sean.

Dylan lo miró durante un largo minuto que al pobre infeliz le pareció toda una eternidad antes de volver a hablar.

  • Muy bien señor Seoane, me alegra que así sea y decido pensar que lo que dijo, lo hizo llevado de su excesivo y encomiable celo por el respeto a las leyes, y mal podría yo juzgarlo por ello, ya que en mi calidad de sizvitel tengo el deber de velar porque éstas se cumplan  --  hizo una pausa y los miró a todos  --  Estos cuatro hombres  --  dijo señalando a los detenidos  --  se han hecho acreedores de mi gratitud. Sin embargo, como acabo de decir y si bien es mi deber velar porque las leyes que nos rigen sean respetadas, también tengo un deber para conmigo mismo que no puedo obviar, por lo tanto Thomas Stuart, Lord Henry Richmond y Henri D’Albret pueden marcharse ahora como hombres libres y con mi palabra de que no serán perseguidos por la justicia a menos que incurran en algún delito en el futuro  --  dijo y fijó sus ojos en Henri esperando que captase el mensaje  --  Pero en el caso de Louis Ghislaine, y aunque cumplo con la palabra que le empeñé de que su vida sería respetada y no iría a Zatvor, debe resarcir los daños causados a nuestra comunidad y a la humanidad en general, de modo que debe venir conmigo, someterse a hacer aquello que yo considere más conveniente y si no lo hiciere, eso anularía mi compromiso para con su persona.

Los Levjaners que habían entendido, tenían deseos de ponerse a aplaudir, Derek e Iván que tenían una idea aproximada de lo que planeaba Dylan, no estaban muy seguros que fuese muy juicioso o que Louis fuese a someterse a su decisión, pero Dylan acababa de colocarle una soga al cuello, porque si no aceptaba, la alternativa era terminar en Zatvor. Iziaslav e Iyul estaban pensando que Dylan era muy astuto, porque después de hacer sentir aterrorizados y miserables a los Lymhakim, se había salido con la suya de forma muy diplomática, ya que dejaba claro que Louis recibiría un castigo, pero sin que esto lo hiciese faltar a su palabra. Y en el caso del directamente involucrado, estaba a medio camino entre el asombro y la ira, porque si bien una vez allí y después de escuchar a los Lymhakim, estaba seguro que independientemente de lo que hubiese prometido el Rybik, terminaría en Zatvor, cuando escuchó que aquellos individuos estaban dispuestos a obedecerlo, pero al mismo tiempo escuchar a Dylan decir que igual pensaba imponerle un castigo, se sintió furioso, porque eso demostraba que aquel bastardo no tenía palabra y estaba reprochándose haber confiado en él.

  • No seas imbécil, Louis  --  escuchó la voz de Henri en medio de sus desordenados pensamientos – no solo te acaba de salvar la vida, sino que ha evitado que terminases en Zatvor, y si te impone un castigo que ciertamente mereces – aclaró – aun debes sentirte agradecido, de modo que mantén la boca cerrada y no lo arruines todo

Henri no había tenido dificultad alguna en captar el mensaje de Dylan y que estaba orientado justamente a lo que acababa de hacer, es decir, mantener a Louis a raya.




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