La Dinastía (libro 6. Mavraì)

Cap. 30 El tiempo avanza

 

Después de la Evesbriel las cosas parecieron continuar su curso normal, una vez finalizado el invierno, Iván fue a hablar con Iziaslav.

  • Sarì, quería informarte que Phillipe está listo para ingresar al Laki cuando tú lo dispongas
  • ¿Tan pronto?
  • No voy a decir que ha sido fácil, pero tiene la disposición y ha adelantado mucho
  • Esto no se trata de que quieras deshacerte de él ¿verdad?
  • Sería estúpido negar que el kycik Phillipe hace un maravilloso trabajo para acabar con la paciencia de cualquiera sarì, pero no, esto no tiene que ver con eso  --  dijo Iván
  • De acuerdo, hablaré con él y con Istvan  --  Iván asintió y pidió autorización para retirarse, pero antes de hacerlo Iziaslav lo detuvo  --  ¿Qué hay de Lucien?
  • Me apena mucho decirte que no hay avance, sigue estancado en esa nada en la que parece haberse refugiado  --  dijo él con pena  --  Pensé que la constante compañía y conversación del Rybik surtiría algún efecto más inmediato teniendo en cuenta que originalmente lo que lo desequilibró fue la angustia por él, pero hasta los momentos no tenemos nada
  • Supongo que no le has dicho esto al Rybik ¿no?
  • No sarì, no tiene objeto cargarlo con eso, ya se siente bastante miserable por la muerte de la vidmagy y sentirse responsable también por el estado de Lucien, sería el camino más seguro para que en poco tiempo colapsara.

Iziaslav asintió y le concedió el permiso para retirarse, después de lo cual mandó a llamar a Derek.

  • Kasny din  --  saludó el chico en cuanto hizo acto de presencia

Iziaslav sonrió, porque aquel joven individuo despedía tanta vitalidad y alegría que era imposible no contagiarse estando a su lado, de modo que en cierta forma lamentó mucho que fuese a marcharse.

  • ¿Querías verme?
  • Así es, kycik, y creo que lo que voy a decirte va a alegrarte mucho  --  le dijo colocando una mano sobre su hombro  --  Iván me informa que ya estás listo para ingresar al Laki
  • ¿De veras?  --  preguntó con evidente emoción, pero acto seguido y como era su desquiciada costumbre, cambió bruscamente su expresión  --  ¡Voy a matar a ese, nekasny zrensetler!  --  exclamó haciendo que Iziaslav lo mirase con extrañeza
  • Pensé que iba a alegrarte
  • Y me alegra, pero el muy imbécil me dijo apenas ayer que pasaría mucho tiempo antes de que eso fuese posible  --  dijo
  • Ya a estas alturas deberías conocerlo mejor  --  dijo Iziaslav sonriendo
  • ¿Estaré en muchos problemas si lo sacudo?  --  preguntó, pero sin esperar respuesta  --  Aunque supongo que no, porque en realidad aun no he sido oficialmente admitido en el Laki y sin duda se lo merece

Izaislav rio con mayor fuerza y pensó que aquel muchachito era tan parecido al individuo con el que quería ajustar cuentas, que posiblemente los años venideros serían un constante circo con aquellos dos sin mencionar al incordio de Iliar.

Como cabía esperar, quienes no se tomaron muy bien el asunto fueron Istizar y Lucía, ya que a ninguna de las dos les hacía ni la más mínima gracia que Derek se marchase y menos sabiendo que sería por mucho tiempo. El día que Istziar se enteró, atormentó al pobre Milorad durante toda la noche hasta el punto de casi enloquecerlo, mientras que la sizviteliani a quien se lo dijeron un día después que a Istziar, se fue derecha a ver a su abuelo.

  • ¡Lucía espera!  --  intentó detenerla Alexander

Evidentemente el gemelo se había tomado el asunto con más tranquilidad por varias razones, entre ellas que entendía los motivos de Derek y personalmente admiraba mucho a los Lovets, y en segundo, porque sabía que eso era muy importante para su hermano y no sería él quien se pusiese necio. Sin embargo, no pudo detener a su furiosa hermana que había corrido a tal velocidad que casi parecía que se hubiese desvanecido ante sus ojos.

Iziaslav estaba reunido con los LL y con sus consejeros cuando sintieron que las puertas se abrían con violencia. Aunque era del todo imposible que algún extraño pudiese irrumpir de aquel modo allí, los Levjaners reaccionaron a toda velocidad rodeando a Iziaslav y dispuestos a atacar. De aquel grupo los más peligrosos eran Iván y Milorad, el primero porque atacaba la psiquis de sus oponentes sin ninguna consideración, y el segundo porque en él residía el poder  de las tormentas y solía atraerse con extraordinaria facilidad la electricidad en forma de destructores rayos. Afortunadamente alcanzaron a ver a la causante antes de desatar su furia en contra de ella y no hubo daños que lamentar.

  • ¡Ymharyk, tienes que impedir esto!  --  exclamó la niña en cuanto llegó hasta Iziaslav
  • Nidly ¿sker advajèvka?
  • Ho Derek, voch dzulv seirivi [1]

En ese momento venían entrando Derek y Alex que unido a lo que acaba de decir Lucía, despejó las dudas de todos en cuanto al motivo de la intempestiva irrupción.

  • Lo lamento abuelo, no alcanzamos a detenerla  --  se disculpó Alexander
  • Lucía…  --  comenzó Derek al mismo tiempo, pero Iziaslav lo detuvo y alzó a la niña
  • Dhazshliv elisurjei …[2] 
  • Si vas a decirme lo mismo que Alex, no quiero  --  lo interrumpió ella y comenzó a llorar para horror de Iziaslav




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