La Dinastía (libro 6. Mavraì)

Epílogo

 

Los niños crecían sanos y tan felices como podían serlo en ausencia de su madre, pero si bien Dylan hacía todo cuanto le era posible para que su propia tristeza no se notase mucho, era posible que tuviese algún éxito con sus hijos, pero con los mayores no y todos estaban preocupados por él.

 

Yvaylo que era quien pasaba más tiempo con él, y a pesar de su formación, comenzaba a cuestionarse la sabiduría e infalibilidad de la naturaleza, pues no podía entender de ninguna manera que alguien estuviese destinado a sufrir un dolor tan enorme por tiempo indefinido. Y aunque los demás veían parte de ese dolor, él que era quien lo acompañaba una vez al año a Inglaterra, no podía sentirse peor al no poder hacer nada por aliviar de alguna manera aquel sufrimiento.

 

Lucien seguía en la misma situación, pero Dyan se decía todos los días que aquello iba a terminar pronto, solo que no sabía cuándo sería eso. Sin embargo, con dolor o sin él, la vida seguía su curso y él tendría que hacerlo también.




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