La Dinastía (libro 7. Aykeris)

Cap. 21 Erwedais

 

Manejar la ausencia de Iziaslav con los niños representó un serio problema, porque si bien Alexander no era de la clase discutidora, no era el caso de su hermana, de manera que si bien aceptó la ausencia de su abuelo el primer día, el segundo se puso difícil.

  • Quiero saber dónde está, Ymharyk  --  dijo a la hora del desayuno
  • Linda, la verdad es que no lo sabemos  --  le dijo Dylan
  • ¿Esto tiene que ver con el ergelar?

Todos sabían que aquel calificativo pertenecía de forma casi exclusiva a Lucien, así que Dylan se apresuró a contestar

  • No, por supuesto que no 
  • ¿Y dónde está él?
  • Tampoco lo sabemos
  • ¿Hay alguna cosa que sí sepan?  --  preguntó mirando tanto a Iyul como a Dylan con aspecto de un juez muy adusto
  • Nidly, hace un par de noches tuvimos una reunión de la que nami athayr salió muy disgustado, de manera que debemos darle tiempo para que se calme

Dylan no estaba muy seguro de que Iyul estuviese siendo muy juicioso al decirle aquello a Lucía. Alexander por su parte pensaba que por muy disgustado que estuviese su abuelo, no veía motivo para que saliese corriendo quién sabía dónde, pero un segundo después se riñó a sí mismo, porque sabía que  aunque ya no sucedía, Lucía solía hacer la misma cosa y en más de una oportunidad el pobre Boris tuvo que darse la mayor de las prisas para atajar a la volátil gemelita cuando abandonaba el cuarto de juegos furiosa por cualquier absurdo motivo, así como notó que Lucien debía ser de la misma clase si también estaba ausente por el mismo asunto, algo que concluyó era muy posible, porque recordó también que mientras estuvieron en Livingstone, su tío prácticamente había desaparecido.

Para sorpresa de Dylan, Lucía no hizo más preguntas y terminó de desayunar en silencio, pero una vez que la chica abandonó el comedor, le dijo a uno de los Lovets que estaba en la puerta que localizase a Yvaylo y le dijese que ella quería verlo. Unos minutos después el Levjaner llamaba a la puerta y en cuanto ella autorizó la entrada él asomó la cabeza.

  • ¿Me llamaste?  --  preguntó y ella asintió, así que terminó de entrar
  • ¿Qué está sucediendo Yvaylo?
  • ¿Con respecto a qué?
  • ¿Qué fue lo que disgustó tanto a Ymharyk?

Yvaylo era un Levjaner que poseía un perfecto dominio de sus emociones, y aunque había heredado el espíritu bromista de su padre, con relación a los aykeris siempre se tomaba todo muy en serio, de manera que al percibir la preocupación de la gemelita se sintió terrible.

  • Lucía, créeme cuando te digo que no hay motivo para que te preocupes de esa manera. Recuerda que Iziaslav es nuestro soberano y tiene muchos asuntos de los que ocuparse, y algunas veces el peso de una corana puede llegar a ser abrumador
  • Eso no fue lo que te pregunté Yvaylo, y estoy segura que lo que lo está molestando no es un asunto de estado  --  insistió ella, pero caminó hacia donde se había sentado el Levjaner y se sentó en sus piernas  --  Tú no me mentirías ¿verdad?
  • ¡Por supuesto que no!
  • Entonces dímelo  --  dijo clavando sus ojos en los del Levjaner

Aunque Yvaylo evaluó la situación para determinar qué tanto podía decirle sin preocuparla más de lo necesario, las cosas siempre suelen complicarse, porque antes de que él pudiese decirle nada, se abrió la puerta dándole paso a Istval.

El aykeri había tenido una pésima mañana, porque el día anterior había estado en Francia cumpliendo con el odioso deber de ocuparse de Aureliè, pero esa mañana había tenido una horrorosa discusión con la francesa y ésta lo había enviado a paseo, de manera que venía de un humor de los mil demonios mismo que pagó con el Levjaner.

  • ¿Sker vyerìrvi sker pravyacirvi, Sesviastsky? [1]

Posiblemente y de haberse tratado de otra persona, le habría ido muy mal con Yvaylo, porque él era un Levjaner mientras que Istval era un Lovet y no se suponía que pudiese dirigirse a un superior de aquella manera, pero conociendo al personaje, le tomó solo unos segundos saber que estaba furioso y no con él precisamente. En el caso de Lucía sucedió lo mismo, pero ella fue incluso más precisa y rio en forma maligna.

  • Aureliè terminará por quitarte la cabeza, Korsacov

No obstante, como Lucía seguía sentada en las piernas de Yvaylo, Istval la sujetó sin ninguna ceremonia y la apartó de él.

  • Una señorita no va por ahí sentándose tan indecorosamente en…
  • Cierra la boca y no empeores tu situación, Istval  --  le advirtió Yvaylo  --  Y ahora, largo de aquí
  • Espérame en el salón de música  --  le ordenó Lucía, y aunque era evidente que Istval tenía deseos de asestarle a Yvaylo, se giró y abandonó la estancia

Después de eso, Yvaylo le dijo a Lucía lo que consideró más relevante de la reunión, y aunque intentó reservarse lo de la próxima entrevista con los svetsniks, ya ella había tenido oportunidad de acceder a sus pensamientos, así que él suavizó el asunto tanto como le fue posible y le pidió además que esperase a ser notificada antes de hacer comentarios o mortificar a Dylan con aquello.




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