La Dinastía (libro 7. Aykeris)

Cap. 31 Visita

 

Henri, Tommy y el problemático Louis, habían concluido su entrenamiento, y al hacerlo, al menos en el caso de los dos últimos, Tommy había sido asignado a la escolta permanente de Dylan tal y como el chico deseaba y como el mismo Dylan había pedido, pues estaba perfectamente al tanto de lo anterior. Henri se enteró al volver, que sería el jefe del cuerpo de seguridad de Derek, aunque éste opinaba que no necesitaba una guardia, mientras que Louis y como se enteraría Henri también, había sido asignado al cuerpo de seguridad que estaría a cargo de la de Alexander cuando éste regresase. Sin embargo, Louis era Louis y cuando se enteró de esto, se fue derecho a hablar con Istvan.

  • ¿Qué sucede ahora, Ghislaine?
  • Esta es una pésima idea, Lavny – dijo el chico recordando agregar por lo menos el tratamiento correcto
  • Que tú lo pienses no significa que lo sea
  • Pues siendo que soy yo quien tiene que hacerlo…
  • Ghislaine – lo había detenido Istvan – No puedes negarte a obedecer o terminarás en un calabozo
  • Bien, ya sabes dónde encontrarme entonces – le dijo él caminando hacia puerta

Istvan se había llevado la mano a la cabeza pensando que en ese momento le habría acomodado un buen golpe a Dylan, aunque luego se reprendió muy neciamente por un pensamiento del que solo él había sido testigo, pero el asunto era que justamente en ese instante no le parecía que la inclusión de Louis en sus filas hubiese sido la mejor idea del sizvitel. No se trataba de que no hubiese resultado bueno porque lo era, el problema era su anarquismo, y todos sabían que quería ingresar al grupo de los ZD, algo que nadie entendía debido a las pésimas relaciones que había entre él y los locos aquellos.

La situación con Louis no mejoró, y como Istvan no podía dejarse manipular por el muchachito aquel, Louis se pasaría casi dos años en detención. Como todo esto había sucedido mientras Iván se hallaba ausente, quien se había hecho cargo de tener largas conversaciones con Louis había sido Liever, pero tuvo tanta suerte como si le hablase a una pared, aunque personalmente Liever habría preferido la pared pues ésta se habría mantenido en conveniente silencio mientras que Louis no. Finalmente Istvan se reunió con el consejo para plantear el caso de Louis.

  • Ese fulano y hasta donde sabemos, nunca fue muy cuerdo y esto lo demuestra – dijo Misha
  • También sabemos que para pertenecer a los ZD hay que estar loco, así que… – estaba diciendo Milorad
  • No seas necio, Milorad – lo interrumpió Misha – Este desdichado lo que está pidiendo a gritos es que lo maten, porque solo él podría pensar que si se une a los ZD podría conservar la vida por mucho tiempo
  • ¿Y por qué este kicyk quiere trabajar con unos sujetos que pasaron años persiguiéndolo? – preguntó Kireg
  • En mi opinión tiene la mejor razón – dijo Yvaylo – este infeliz solo quiere hacerle la vida miserable a Istval y a los otros, recordándoles que no pudieron atraparlo. Pero, haciendo eso a un lado, lo que deberíamos considerar es que suponiendo que ninguna de las dulces criaturas lo despoje de su cabeza, podría resultar útil, ya que fue un criminal que conoce bien el comportamiento y las artimañas de los mismos – concluyó

Aquella discusión no se había extendido mucho más, y aunque Istvan tenía autonomía para tomar todas las decisiones relativas a la dirección del cuerpo de guerreros, tratándose de quien se trataba, igual se lo planteó a Iziaslav, y como éste no puso objeciones, después del largo encierro Louis fue asignado al escuadrón de Istval y no solo conservó la cabeza, sino que en el poco tiempo que llevaba con ellos, había resultado muy útil. No obstante, Istval casi le quita la cabeza a Axier cuando a su regreso éste le notificó lo sucedido.

  • ¡¿Qué?!
  • Espera, espera – le dijo Axier colocándose a prudente distancia – Si crees que podía oponerme a una decisión de tu hermano – puntualizó – quién te recuerdo es nuestro Aridmi, tu estadía quién sabe dónde debió terminar de desordenar tu caótica cabeza, jefe

Istval no terminaría de escuchar a Axier, pues había salido cual rayo hacia el despacho de Istvan y sin apenas darle oportunidad de notar su presencia, había comenzado a vomitar todas las razones por las que aquel criminal no debía estar en su escuadrón, y aunque Istval sabía que a su volátil hermano no iba a gustarle ni un poco la nueva adquisición, después que lo dejó gritar hasta el agotamiento, lo despachó diciéndole que Louis se quedaba dónde estaba agregando además lo que Istval no le había permitido decir a Axier, es decir, que el muchachito era insoportable pero condenadamente bueno, y que como había dicho Yvaylo, había resultado sumamente útil y había conservado la cabeza  en su lugar aunque esto no era garantía de salud mental, lo que lo hacía estar en el lugar adecuado pues ningún ZD estaba mucho mejor.

Lo que nadie parecía haber notado pues estaban convencidos que Louis simplemente era otro loco con habilidades extraordinarias como todos los ZD, fue lo que Henri sí, tal vez porque él conocía mejor que nadie a Louis, y era que si bien el chico sin duda encajaba bien dentro de aquel concierto de inadaptados sociales, su terca insistencia obedecía a otro asunto. Louis sabía que los ZD al completo eran casi propiedad de la sizviteliani, y habiéndose jurado a sí mismo, proteger con su vida la de la princesa, pero sabiendo que no había manera de que lo asignasen a su guardia, aquel era el camino más expedito para poner en práctica su juramento, algo que a Henri le bastaron solo unos pocos minutos de conversación con él para determinarlo.




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