La Dinastía (libro 7. Aykeris)

Cap. 35 Levjaners

 

Istvan miraba el salón atestado de devrigs mientras pensaba que aquella Evesbriel posiblemente, iba a resultar muy problemática. Aunque ahora eran solo dos clanes, los antiguos Lothian no habían dejado de dar problemas estuviesen donde estuvieren. Aunque Istvan al principio había pensado que ellos tenían a los más problemáticos, había tenido que modificar su pensamiento, porque los que se habían unido a los Savaresce, y si bien antes habían dado pocos problemas, ahora eran nombres que los Lovets tenían a la cabeza de su lista de pendientes. No era que Dessart y Chiflet no diesen problemas, porque los daban, ya que se habían constituido en otra facción disidente al igual que la de Massarik, pero como pasaban más tiempo peleándose entre ellos intentando anularse, podía decirse que los tenían bajo control.

  • Siempre he dicho que este trabajo va a matarte, dyrthàir – escuchó a Istval – Deja de mortificarte por esos hinmalier zrensetler y diviértete un poco
  • Mi trabajo es preocuparme no por ellos, sino por lo que puedan hacer ellos
  • Y como sabemos que nunca hacen nada bueno, no vale la pena preocuparse

Istvan iba a decir algo, pero en ese momento le llegó un aviso de Itlar, así que miró a su hermano.

  • ¿Sker?
  • Ya están aquí
  • Sé que no nos corresponde discutir, pero…
  • Pero seguimos teniendo la capacidad de pensar, lo entiendo y yo también me lo he estado preguntando

Aquello obedecía a que finalmente, y después de algunos años discutiendo aquello, Iziaslav había ordenado que los miembros más antiguos de la orden dejasen el anonimato. Ya hacía mucho tiempo que lo había planteado la primera vez, pero siendo que en aquella oportunidad estaban atravesando por un momento muy difícil, Istvan había logrado convencerlo de diferir aquella decisión. Volvió a mirar hacia el salón intentando ubicar a los miembros más peligrosos de los clanes; Massarik estaba junto Hossa aunque faltaba Loran, algo lógico pues aún no se cumplía el tiempo exilio que le había impuesto Iyul, de manera que el necio aquel no podía ser invitado a la Evesbriel aún. Vio a los Varhidi junto a Borishka y ella no tenía buen aspecto, de modo que Istvan siguió la dirección de su mirada y esto lo llevó a Eldir. Él, personalmente, habría evitado invitarla en aquella ocasión, pero Eldir seguía siendo la amante de Dylan y habría sido problemático no hacerlo.

En otra área del enorme salón, localizó a los Savaresce y le dio la impresión de que los hermanos discutían mientras que Avitzedek, no le quitaba los ojos de encima a Eldir.

  • Cualquiera pensaría que es amor – dijo en tono burlón Istval
  • Después de tantos años, yo diría que así es
  • Vamos Istvan, ese cretino no es capaz de…
  • Te equivocas, y Amaranta es la prueba de que sí es capaz de amar – lo interrumpió él, pero agregó – Espero que no hagas nada estúpido, Giorgio
  • Hoy tus niveles de esperanza… ¡¿Sker?!

Istvan cerró los ojos con resignación mientras su hermano lo aturdía con el escándalo que tenía en su mente al enterarse de lo sucedido en la mañana, aunque en opinión de Istvan, en realidad Domenico y Edin habían impedido que nada sucediese.

  • Voy a…
  • No vas a hacer nada, Istval
  • Ese…
  • No ha hecho nada
  • Aun, pero sabemos que no es capaz de mantenerse fuera de problemas y menos si hay una chica de por medio
  • No es cualquier chica y no tiene por qué tener ninguna relación ni lejana ni cercana con ella
  • Seguro que no, antes le clavo mi dykari en su estúpido cuello – dijo Istval con ira y encaminándose hacia donde estaban los Savaresce
  • Stuart
  • ¿Sarì? – dijo Tommy dejándose ver
  • Asegúrate de que no haga nada estúpido
  • ¿Quién? – preguntó
  • Mi hermano
  • Ak sarì – dijo el chico desapareciendo de nuevo
  • Si me preguntas, es una mala elección – escuchó ahora a Iliar
  • ¿Por qué?
  • ¿Acaso no viste su expresión?
  • Es un Havarik, Iliar
  • Claro, pero también uno muy poco común debido que sabemos quién es su izbretel, pero adicional a eso, y precisamente por lo anterior, no le concederá a Giorgio el beneficio de la duda, y si tan solo sospecha la más mínima cosa, lo despachará antes de que nadie lo note. Así que yo me preocuparía menos por Istval y más por el que acabas de mandar como niñera

Istvan creía firmemente en la formación que recibían sus hombres, aunque también sabía que había casos particulares como el de su propio hermano, en el que el mencionado entrenamiento era ignorado olímpicamente, pero él seguía apostando a ello y esperaba que Iliar se equivocase, porque en ese momento, aunque Giorgio no lo sabía, iba camino a tener una enorme diana en su pecho, pues en cuanto Istval hiciese partícipes a los ZD de lo que acaba de enterarse, aquel individuo no podría ni respirar sin que los ZD lo supiesen, ya que después de la experiencia vivida con André, Istval había jurado que ningún otro kraviacic volvería a hacerle lo mismo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.