Itlar dejó la seguridad de Derek a cargo de sus escoltas habituales, es decir, Ekain y Franz, pero bajo el mando de James Harwich, pues Henri se había quedado con Iván ocupándose de los asistentes. Sin embargo, cuando Derek abandonó la habitación de Milorad con expresión tormentosa, James intentó detenerlo.
Derek emprendió una carrera que no detuvo hasta llegar a Illir. De los tres, quien mejor lo conocía era James que lo había visto crecer, de modo que se preparó para tener unas horas muy difíciles, pues no había olvidado ni los bruscos cambios de humor de Derek, ni lo volátil que era. Otra cosa que recordaba bien, era que si había algo sagrado para aquel chico y después de su madre, eran sus hermanos, y en efecto, cuando abandonó las habitaciones de Lucía, venía mucho peor.
James sonrió sin extrañarse de que no hubiese notado que era él quien le hablaba, y pasando de la ira a la sorpresa como le era habitual.
Ekain y Franz pensaban que aquel individuo parecía haber olvidado con quien hablaba, mientras que Derek estaba a punto de reír cuando vio a Haris y su ánimo sufrió otro violento cambio.
James pensó que en verdad era una buena cosa que Massarik estuviese muerto, pues si ya Derek era peligroso siendo un humano común aunque no fuese nada común, ahora siendo un devrig, sería estúpido agenciarse su ira. Sin embargo, en esta ocasión no dijo nada, pues el príncipe Alexander había salido junto con Haris, y aquel no solo parecía, sino que se comportaba como lo que era; aunque James lo había conocido desde niño, ni de lejos tenía con él la confianza que tenía con Derek, de modo que guardó prudente distancia y silencio mientras los hermanos hablaban y hasta que escuchó su nombre.
Derek entró un momento a ver Dylan, pero no se demoró pues él seguía dormido, y como ya había visto a Lucía, en cuanto salió se despidió de Alexander y regresó.
Dylan fue el primero en recuperarse, porque si bien en un humano común, la suya podía ser una condición muy delicada, él era un devrig y no había sido herido, aparte de que contaba con la excelente atención de Haris. No obstante, el veldeky recibió la orden de Iziaslav de mantenerlo sedado hasta que Lucía estuviese más recuperada, algo a lo que Lucien se opuso, pues sabía lo mucho que disgustaba eso a Dylan.
Pero Lucien lo dejó con la palabra en la boca y se fue derecho a las habitaciones de Lucía, pero apenas entró a la antecámara, casi parecía que hubiese muerto alguien, porque Antje lloraba en silencio, Yvaylo parecía estar sintiendo tan enorme dolor que Lucien pudo experimentarlo como un golpe físico; los ZD que estaban allí, parecían estatuas y Lucien no recordaba haberlos visto tan quietos jamás, pero Louis era el que parecía en peor estado, pues estaba sentado en el piso sujetándose la cabeza con las manos y repitiendo una y otra vez: J’ai échové [1]
Lucien sintió lo que identificó como una violenta ráfaga de energía, pero lo próximo que vio, fueron los enrojecidos ojos de Louis frente a él, y no se enteró que había sido Alexander quien había alzado la barrera entre ellos.
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Editado: 17.11.2021