La Dinastía (libro 7. Aykeris)

Cap. 57 Familia II

 

Iván había arrastrado a Derek con escasa delicadeza, pero se ocuparía luego de evitar que el temperamental muchachito intentase freírle el cerebro como estaba amenazando.

  • ¡Voy a hacer polvo tu inútil cerebro, Iván Sesviatsky!
  • No creo que haya un cerebro que destruir después que Iziaslav me quite la cabeza – dijo entrando a las habitaciones del soberano – Biagyzlim sarì – se disculpó inclinándose
  • ¡Phillipe! – exclamó Iziaslav – ¿Estás bien? – preguntó al verlo medio desnudo y con el cabello suelto
  • Tan bien como se puede estar después de haber sido sacado de la cama en medio de la noche y de haber sido obligado a atravesar todo un continente, por este cretino – dijo mirando con rencor al Levjaner
  • ¿Iván?
  • Me disculpo de nuevo, sarì, pero es muy, muy urgente que convoques un Adestrarshy
  • ¿Qué? ¿Por qué?
  • Resumiendo, tenemos a dos Saint-Claire que necesitan de nuestra urgente atención

Iziaslav le lanzó una mirada llena de reproche a Derek pues él le había advertido que aquella visita era mala idea, pero sabiendo lo que ya sabía, giró la convocatoria. No obstante, aunque todos sostenían en mayor o menor medida, que Iván estaba loco, aquel día y después de escucharlo, muchos se persuadirían en el sentido de que finalmente había cruzado la línea.

  • Por todo lo anterior, sugiero que alguien vaya por Nadège mientras yo voy por los niños

Un denso manto de silencio cayó sobre ellos, pero la mirada de Iyul, que parecía entrenada para captar casi cualquier cosa a su alrededor, vio primero la que se había cruzado entre los aykeris, pero también las expresiones que tenían Lucien y Derek, y ambas estaban a mitad de camino entre la sorpresa y la ira, solo que la mencionada ira era contra ellos mismos y no contra Iván como pensó Iyul.

  • Sarì – dijo Alexander con su acostumbrada propiedad – aunque tuyo es el derecho indiscutible para decidir, si encuentras digna de consideración mi opinión, te pido sea autorizada la presencia de los niños ante este consejo

Iziaslav miró alrededor y la expresión general era de incredulidad, y en algunos casos de preocupación, pero aun así tomó su decisión.

  • Este consejo queda suspendido hasta que sean traídos los rybiks. Istvan, ocúpate de los detalles y de enviar por Nadège.
  • Ak sarì
  • Ahora, déjennos solos

Como todos entendieron que se refería a los que no formaban parte de la familia inmediata, hasta Janos abandonó la estancia. Dylan se había preocupado por Christopher al escuchar que pensaban traer a los niños, pues imaginó la angustia que sentiría si de pronto desaparecieran dos de sus hijos cuando acababa de perder al menor, mientras que Derek, que conocía de primera mano la efectividad, organización y rapidez de aquel cuerpo, por haberlo vivido él mismo en oportunidad de su estadía en el Laki, no lo estaba en lo absoluto.

  • Alexander, eres un príncipe y no tienes que pedir nada, syn, ya te lo he dicho antes
  • Y te lo agradezco, Ymharyk, pero tú no solo eres mi abuelo sino mi soberano, y por ambas cosas te amo y te respeto, así que en ninguna circunstancia, jamás, podría imponer mi voluntad por encima de la tuya, porque además de lo anterior, estoy consciente de tú tienes la sabiduría que a mí aún me falta.

Dylan no podía estar más neciamente orgulloso de su hijo en opinión de Lucien, mientras que él pensaba, que si algo no necesitaba su padre, era que lo hiciesen sentir más importante de lo que ya se sentía sin ayuda.

El caso de Iziaslav era diferente y no estaba pensando precisamente en lo que había dicho Alexander, aunque lógicamente lo escuchó, solo que eso quedó relegado a algún lugar de su cerebro donde parecían almacenadas todas y cada una de las palabras que había dicho Alex desde que era poco más que un bebé y que él luego disfrutaba recordándolas, pero en ese momento, y como le sucedía con extrema frecuencia, al ver los ojos de Alexander sintió una punzada dolorosa en el pecho, porque a pesar de ser idénticos a los propios, la expresión era la de Seren y eso, invariablemente, lo hundía en los recuerdos.

El resto de la mañana lo emplearon en rememorar, y de acuerdo al punto de vista de cada quien, lo acontecido el día del funeral, de modo que para cuando terminaron de escuchar los pormenores de la reciente experiencia de Derek, estaban entre sorprendidos y preocupados, pero no les quedó ocasión para discutirlo, porque Istvan dio aviso de la llegada de Nadège, aunque eso les sirvió más bien de poco, porque el svetsnik y después de saludar, pidió hablar con los cuatro menores del grupo, a solas.

 

El encargado de ir por Nadège fue Alekséi que se ofreció a ello, mientras que lógicamente, quienes se trasladaron a Inglaterra por los niños, fueron Iván, Iliar y Henri. En cuanto llegaron a Darnley notaron que los chicos no estaban en la casa, de modo que se apresuraron a rastrearlos, algo que no les tomó mucho tiempo, pero se acercaron con cautela y escucharon a Michel, para variar, contando una serie de eventos que según él, habían tenido lugar en donde estaban.

  • No puedes saberlo – estaba discutiéndole Arthur
  • Que no lo sepas tú, no lo hace menos cierto, pero lo creas o no, fue aquí donde tío Derek y papá casi se ahogan y fueron salvados por los amigos del abuelo Kendall
  • ¿Acaso te lo contó papá?
  • No, pero es cierto lo mismo
  • Deja de decir tonterías y baja de ahí, Michel
  • Según tú, ese es mi otro idioma




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