La DinastÍa (libro 8. Rhyfeldstar)

Cap. 9 Lento

 

Los LL estaban muy abatidos, especialmente Anatoly, pues pensaba que al igual que la vez anterior, iba a perder a Armand también ahora, y aunque no era habitual en ellos, mientras intentaban darle algo de ánimo a Anatoly, recordaron los años previos y recientes desde la aparición de los niños en sus vidas.

 

Derek, aparte de haberse mantenido lo más en contacto posible con sus sobrinos como les había prometido, también había conseguido algo de lo más insólito, y era que Cris le permitiese llevar a  los niños de vacaciones con él, pero si bien Arthur había ido la primera vez, no solo no se mostró en lo más mínimo interesado cuando recorrieron las propiedades de los Saint-Claire, sino incluso bastante despreciativo tanto hacia el lugar como hacia su gente, pues en su opinión, los franceses eran demasiado liberales y eso solo podía traducirse en problemas de orden. De más está decir que hasta allí le llegó la paciencia a Derek, y aunque lo lamentaba porque aquel también era hijo de su hermano, no volvió a hacer ni el más mínimo intento por llevarse bien o siquiera conversar con aquel portento de grosera antipatía.

  • No puedes decir que no te lo advertí - le dijo Michel en esa ocasión - porque si yo que soy su hermano no lo soporto, tú estabas mucho lejos de lograrlo

Mientras habían sido pequeños no habían tenido muchos problemas, aunque Michel los tenía con todo el mundo en opinión de sus parientes, pero a medida que habían ido creciendo, Arthur en verdad se había vuelto insoportable y hasta parecía odiar a sus hermanos. Después del fallido intento de Derek con Arthur en el viaje a Francia, luego se llevaría a los niños a Illir, algo que los hizo especialmente felices, aunque él no podía quedarse, de manera que aquella circunstancia fue aprovechada por los LL para estudiar el fenómeno que se daba con aquellos pequeños individuos, así que durante los últimos años, de forma algo accidentada, pues los períodos que podían pasar en el Laki eran más bien cortos, se dedicaron a observarlos y a escucharlos.

Michel era un incordio que superaba incluso a Derek a quienes todos en el Laki recordaban bien; hablaba muchísimo y era difícil no perderse en aquel mar de palabras, pero adicional a lo anterior, para hablar con aquel sujeto había que estar además en buena forma, porque nunca lo hacía en un solo lugar y quien lo intentase debía literalmente ir corriendo tras él.

Inicialmente a Milorad le había costado un poco, pues sabiendo lo que sabía, no podía evitar la incomodidad, pero después de largas conversaciones con los LL, y uno que otro golpe en la cabeza cortesía de Darko y Kireg, pudo avanzar en su relación con Michel y el muchachito se volvió un personaje parecido a Iliar y a Iván, pues aparecía en los momentos más inesperados y si bien podía pasarse el día entero mareando a Milorad con un montón de preguntas o arbitrarias opiniones, lo mismo desaparecía de lo más inopinadamente dejándolo a media frase. Aunque Nadège le había dicho que no tendría que enseñarle nada práctico, por un cortísimo tiempo Milorad creería que sí, pues Michel se mostró muy interesado en el arco, algo que les extrañó poco, pero al menos a los LL les extrañó menos aún la velocidad a la que aprendió, mientras que los pobres havariks se morían de la vergüenza, pues ellos no sabían que aquella habilidad de Michel parecía haber pasado casi intacta de su vida anterior a esta. Tampoco les extrañó mucho la afinidad del niño con el elemento éter, algo que se esperaban debido a su habilidad para percibirlos en cualquier estado, algo que compartía con su gemelo, y con el tiempo notarían que también la tenía con la tierra, algo que no era muy evidente y lo que los hizo buscar en esa dirección fue la aseveración de Michel con relación a que los árboles lo querían.

  • Arthur siempre dice que me romperé el cuello - les dijo a Milorad y a Iliar en una ocasión en la que estaba precisamente subido a uno
  • Algo que luce bastante posible - dijo Milorad con aprensión al verlo colgando de cabeza
  • ¡Vamos Mil! ¿Acaso no me escuchaste? Porque…

Pero en realidad Milorad dejaría de escucharlo, pues fue lanzado a su infancia al escucharlo llamarlo Mil, porque Artam era el único que lo había hecho. Como Iliar sí había continuado prestando la atención debida, fue quien identificó la conexión del chico con la tierra que era su elemento también. 

Todos se burlaban mucho de Iliar, pues decían que si antes habían pensado que tenía dificultades para hablar estando Derek presente, con Michel las mencionadas posibilidades muchas o pocas, simplemente desaparecían, pero como a él parecía traerlo sin cuidado si lo escuchaban o no, hablaba lo mismo y quien sufría las consecuencias era Milorad que terminaba aturdido.

Otro que comenzó a sufrir a Michel fue Kireg, pero en su caso, al menos los LL tenían algo más de claridad. Artam estuvo a medio camino entre los padres de los LL y éstos, pues Alier se hizo cargo de él cuando Vior, el padre de Artam murió, de modo que estuvo en una situación parecida a la de Yvaylo, pues faltándole un padre, era muy necesario que alguien se hiciese cargo de él, y aunque Alier acababa de hacer su erwedais y aún no tomaba esposa, pidió hacerse cargo del chico porque era hijo de Vior, quien había sido una figura importante para Alier. El consejo no estuvo muy de acuerdo con eso, pero como Egold, el padre de Alier, sabía que aquella era una buena manera de que su inconsciente retoño se casase sin dar los problemas que ya había amenazado con dar, le dijo justo eso, que si quería al chico, la única manera de tenerlo era casándose. Así fue como Alier se convirtió en padre de Artam que tenía casi 6 años y él solo 12, y si Egold no hubiese muerto temprano, posiblemente el consejo lo habría matado, pues lo hacían directamente responsable de las catástrofes que tuvieron que vivir con Alier y con Artam, ya que lógicamente el muchachito solo podía convertirse en una versión corregida y aumentada de Alier y la única diferencia, era que Artam tenía un carácter de los mil demonios. Adicional a lo anterior, los hijos de Alier estaban siguiendo los pasos de Artam, pero el más apegado a éste fue el menor, Kireg, y quien más sufriría cuando Swaney mató a Artam, que fue cuando Kireg perdió su alegre personalidad y viviría una indecente cantidad de años con el odio envenenando sus venas, algo que ni todo el entrenamiento del mundo lograría suprimir. De modo que por todo lo anterior, Kireg se habituó con rapidez a las repentinas apariciones de Michel, y eso podía ser, lo mismo que apareciese en su despacho o en medio de una clase con los havariks para regocijo de éstos.




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