La DinastÍa (libro 8. Rhyfeldstar)

Cap. 16 Uno tras otro

 

Istval estaba saliendo de Zatvor con los ZD, cuando se detuvo de súbito.

  • ¡Alex!

Todos sabían que Istval se había asegurado de establecer un vínculo con los aykeris que le permitía enterarse, sin posibilidad de error, cuando alguno de ellos estaba en peligro, así que nadie preguntó nada, sino que lo siguieron, llegando justo en el momento en el que Alex se sacaba el nelegasi del pecho, así que quedaron momentáneamente en suspenso mientras lo escuchaban, y aunque hubiesen tenido la intención de intervenir y con seguridad Istval quería arrancar cabezas, nadie pudo hacerlo y tuvieron que contentarse con ver a Alex despacharlos a todos casi del mismo modo en el que Lucien lo había hecho con Massarik, la diferencia era que en esta ocasión no se trataba de un hombre, sino de varias docenas de ellos.

 

Los chicos reaccionaron con rapidez, y mientras Istval, Silvano, Slavik y Niko sujetaban a Alex y a Boris para trasladarlos al Haigala, el primero ordenaba a los demás dar aviso de lo sucedido.

 

Lucien estaba haciéndole la vida miserable a Iyul quien aún se recuperaba de sus heridas mientras que Dylan intentaba que lo dejase en paz, cuando éste se llevó una mano al pecho y cayó sin sentido; Lucien avanzó hacia él, pero cayó también, aunque él no perdió el sentido e Iyul comenzó a dar voces pidiendo ayuda.

 

Lucía se hallaba en compañía de Madeleine, Armand y Aureliè cuando repentinamente ahogó una exclamación, pero nadie alcanzó a preguntarle nada, pues un segundo después ya no estaba. Irakli y Louis la habían seguido, pero Lucía perdió el conocimiento antes de llegar a donde quiera que se dirigiese.

 

Iziaslav estaba conversando con Milorad y con Janos, cuando se interrumpió a media frase poniéndose de pie.

  • Milorad, algo sucedió, comunícate con los Levjaners de mis hijos y averígualo
  • Todos están aquí, sarì

Iziaslav juntó las cejas, pues estaba seguro de lo que había sentido, pero antes de que pudiese agregar nada más, y, aunque ya Milorad estaba estableciendo comunicación con los Levjaners, percibieron la agitación, enseguida escucharon los pasos apresurados y a continuación se abrieron las puertas. Por un momento Axier que era quien había ido a dar la noticia, creyó que su soberano iba a arrancarle la cabeza, pero en lugar de eso, Iziaslav salió disparado hacia el Haigala.

 

Otro que estaba en una situación parecida a la de Istval era Aleksèi, pues el vínculo que lo unía a los aykeris parecía haberse establecido incluso antes de que éstos nacieran, de modo que abandonó la sala del Valkinka donde había ido a revisar la evolución de unos nyas, y emprendió la carrera hacia donde lo estaba guiando su instinto casi chocando con Istval en la entrada del Haigala. Al ver a Alexander, Aleksèi recordó el día en el que Massarik había atacado a Lucía, pues sintió el mismo dolor de entonces. Aunque Alex no presentaba la misma cantidad de heridas, la sangre que seguía manando de su pecho y la palidez mortecina de su rostro, eran iguales a las que había presentado Lucía, y adicional a lo anterior, aquel también seguía siendo su niño, de modo que hizo acopio de valor intentando hacer a un lado el dolor y concentrándose en su trabajo.

 

Itlar e Yvaylo habían informado a Iyul y a Lucien de lo sucedido, pero decidieron que era mejor que Dylan siguiese inconsciente hasta que Alexander hubiese sido atendido o se les iban a complicar las cosas. Aunque estuvieron de acuerdo en aquella decisión, igual lo llevaron con ellos y llegaron justo en el momento en el que Iziaslav estaba gritándole a Istvan exigiendo saber dónde estaba Lucía.

  • Ella está bien y…
  • ¡Pregunté dónde está, estúpido! – lo interrumpió él
  • Istval está ahora con ella, pues perdió el conocimiento cuando presumiblemente se dirigía hacia donde tuvo el lugar el ataque, así que están estabilizando sus centros nerviosos, pero no está herida, sarì – dijo él con calma

En efecto, en aquel momento, no solo Istval estaba con Lucía, sino Derek y los gemelos también, así que Yvaylo trasladó a Dylan al mismo lugar.

Aleksèi había puesto todo su empeño en atender a Alexander, pero fuera de darle el antídoto combinado con algo para aliviar el dolor después de haber extraído las afortunadamente pocas municiones que lo habían alcanzado, no podía hacer mucho más.

Todos sabían eso, así que después que Aleksèi salió y que los Yaroslávich pudieron verlo, el ambiente se había tensado y todos se sentían amenazados, pues la ira de Iziaslav, Iyul y Lucien casi podía tocarse, y las cosas no mejoraron cuando hicieron su aparición en la sala los miembros de las dos últimas generaciones, cuya sangre gala solo exacerbaba la ya muy peligrosa Yaroslávich.

  • ¿Alguien sabe cómo demonios sucedió esto? – preguntó Derek después que habían visto a Alexander
  • Ak, sarì – dijo Istvan procediendo a narrarles los hechos que había escuchado de boca de los Levramzyk de Alexander

Los Levjaner estaban haciendo un esfuerzo titánico, porque si ya era un reto mantener a raya a individuos como Iziaslav e Iyul, y con Lucien el único que podía era Iván y con mucha dificultad, que se sumasen Derek y Michel cuyas cabezas eran de por sí fortalezas inexpugnables, era como mucho. Afortunadamente Armand que era mucho más ecuánime que su hermano, se haría cargo de éste, mientras que Lucía y si bien estaba furiosa por lo sucedido, al menos en aquella ocasión se mostró menos violenta, algo que agradecerían al menos los que habían presenciado su explosión de ira en la enfermería del Laki cuando solo tenía doce años.

  • Cálmate, Derek – dijo acercándose a su hermano – Cuando aceptamos aquello para lo que fuimos designados, asumimos los riesgos y este es uno




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