Cap. 17 Medidas

Como ya Alexander estaba completamente recuperado, y Michel incluso antes que él, el consejo se reunió para discutir lo sucedido en las últimas semanas, pues como se dijo, aquella no era la forma habitual de comportamiento entre los nelegas, aunque lo sucedido con Michel no era responsabilidad de estos.

• No es mi intención contradecirte, sarì – dijo Mirsad después que Derek expuso lo anterior – pero son kraviacik, así que no es extraño que se comporten como lo que son

Los príncipes se miraron, pero quien finalmente tomaría la palabra sería Lucien.

• Aunque no conocemos el cómo llevarán a cabo sus planes, lo que sí sabemos es que éstos incluyen exterminar a la familia real, pero ese es el último paso, uno para el que todavía no están preparados
• ¿Cómo sabes que no es así? – preguntó Dylan
• Porque primero deben afianzar su posición en el mundo provocando catástrofes que les resulten imposibles de manejar al humano común; guerras, confusión,  y muchas otras cosas que nos mantengan ocupados, que nos vuelvan vulnerables
• ¿Y por qué eso nos volvería vulnerables a los devrigs? – preguntó Goran haciendo que los príncipes lo mirasen en forma desagradable y que él quisiese que se lo tragara la tierra
• Porque es nuestra responsabilidad proteger a la humanidad de una desgracia para la que no están ni estarán preparados nunca, aunque podría discutir el hecho de si se lo merecen o no
• ¡Luciano! – exclamó Dylan
• Deja el drama, Dylan – dijo con fastidio – Estoy consciente que la gran mayoría son como ovejas que van directo a ser degolladas por las manías de sus soberanos, y serán muchas más en años futuros, porque siempre habrá emperadores, reyes o líderes de cualquier especie que intentarán controlarlo todo y a todos. La buena noticia es que siempre habrá también, un puñado de individuos que se nieguen a ceder su libertad y sus derechos, y aunque serán brutalmente perseguidos y llamados rebeldes, anarquistas y varios calificativos más, serán ellos los que establezcan las bases de una sociedad civilizada que garantice los derechos de todos a vivir en paz, pero eso no sucederá si no los ayudamos. Los nelegas están apostando a la debilidad del ser humano, pero son tan imbéciles que no han notado dos cosas; la primera, que el ser humano no es débil, y aunque no todos son racionalmente conscientes de ello, su fuerza reside en su capacidad para defenderse y defender a los que ama; y segundo, que nosotros conocemos sus planes, quizá no los detalles, pero sí las generalidades, y que más allá de la tibia intervención que hasta ahora habíamos venido ejerciendo en los asuntos del mundo, ahora estamos dispuestos a todo para defender a esa humanidad a la que nosotros mismos condenamos.

Como de costumbre, todos miraban a Lucien a medio camino entre el asombro y el embeleso; en el caso de los veldeky y de acuerdo a su naturaleza más bien mística, lo que resaltaba para ellos era aquella aura brillante que emanaba del sizvitel cuando hablaba en aquellos términos, mientras que los demás solo se sentían presos de su voz y de la pasión de sus discursos, de manera que les tomó unos segundos notar que Lucien había abandonado el salón una vez que concluyó lo que estaba diciendo, pues por algún motivo, posiblemente relacionado con su manía por hacerse odiar, lo incomodaba mucho cuando lo miraban de aquel modo.

Alexander paseó la mirada por los presentes y se estacionó solo un par de segundos más en su hermana que tenía una sonrisa enigmática en sus labios, y le ordenó a Istval que fuese por Lucien, pues quizá él hubiese concluido con lo que quería decir, pero la reunión no, y si bien los demás pensaban que Lucien hacía aquello por pura malcriadez, Alex sabía que no se trataba de eso, sino que cuando notaba que lo que decía reflejaba más preocupación de la que estaba dispuesto a demostrar, necesitaba aislarse para tranquilizarse.

• Todos escucharon bien lo dicho por Lucien – dijo después que Istval estuvo de vuelta con él – de manera que si bien sabemos que los nelegas aún no están preparados para un enfrentamiento abierto en contra de las fuerzas de nuestro Arkel, a partir de ahora se deben tomar las medidas pertinentes para la seguridad de los miembros de la familia real – en este punto todos miraron a Iziaslav, pero como él no dijo nada y Alex volvía a hablar, prestaron atención – No basta con la guardia que hasta ahora ha estado a cargo de cada uno, sino que debe adicionarse una que será asignada por Istvan, ésta a su vez pasará a un entrenamiento especial que estará a cargo de Istval y D’Albret para que entre otras cosas, sepan cómo proceder en caso necesario, y una vez concluido este, comenzaran en su nuevo cargo, hasta entonces, ni el soberano ni ninguno de nosotros se mostrará en público ni asistirá a ninguna reunión por privada que sea la misma

Los secretarios y los veldekys se miraron, aunque los primeros le dirigían miradas furtivas a Iziaslav, mientras que Istvan y a pesar de la sorpresa, era lo bastante discreto como para mantenerse en silencio, algo que sin duda debió imitar Goran.

• Iuv larsèvirier…
• ¿Puedo preguntar por qué razón no está poniendo por escrito mis órdenes, Goran? – lo interrumpió Alexander
• Nym soz…
• ¿Acaso eres sordo o estúpido, Goran? – bramó Iziaslav sobresaltando a Dylan que estaba a su lado
• Biagyzlim, sarì – dijo el hombre de inmediato buscando su pluma, pero ya Mirsad estaba haciendo las anotaciones y Alex continuó
• Si bien necesitamos asignar una guardia especializada a cada miembro de la familia, también es cierto que no contamos con suficientes Levjaners, de manera que dejo a la consideración de Istvan la decisión de los Levramzyk apropiados para la tarea, de acuerdo a su antigüedad y habilidad, pero sugiero se considere el ascenso a levjaners de éstos individuos como se hacía en el pasado
• Entiendo, y actuaré de acuerdo a tus órdenes, sarì – dijo Istvan, aunque Alexander miraba a Iziaslav