La DinastÍa (libro 8. Rhyfeldstar)

Cap. 34 El pasado siempre regresa

 

Aunque Istvan sabía que tendría que informar a Iziaslav del caso de Adler Benton, aún intentó hacerlo de forma de no alterar a Dylan.

  • Hace poco me informaron de un devrig que estaba causando problemas por estar dedicándose a la piratería, y según entiendo, acaban de atraparlo, sarì

Iziaslav montó en cólera y no por el hecho en sí, pues era algo que ya había ocurrido en una oportunidad anterior con un infeliz que se apellidaba England, pero si bien Istvan se lo había informado como correspondía, en aquel momento decidió, arbitrariamente, pues en realidad no sabía nada, que este nuevo individuo debía haber causado una verdadera catástrofe como para que fuesen a buscar a Istvan con tanta urgencia.

  • Vamos, quiero ver a este estúpido – dijo poniéndose en marcha

Yvaylo era un levjaner y no iba a exteriorizar sus emociones, pero en verdad estaba muy alterado, pero como no podía oponerse a su soberano, no le quedó más remedio que conducirlos a donde los estaban esperando.

Alexander iba ideando cómo mantener a su padre fuera de aquello, pero en realidad no tendría oportunidad de poner en práctica nada, porque apenas ingresaron al salón, tres de los presentes tuvieron una reacción inesperada, al menos para él.

  • Dhakvrevit larsèvirieris – dijeron todos a excepción del detenido, aunque fue obligado a adoptar la correcta posición
  • Debalovsk – dijo Iziaslav mientras se acercaba al grupo y dirigiéndose a Dimitri que era quien comandaba al grupo
  • Sarì…

Independientemente de lo que Dimitri fuese a decir y si lo hizo, tanto Iziaslav como Istvan no le estaban prestando atención a él, sino que miraban con incredulidad a otro de los presentes.

  • Dzulvhor.[1] – dijo Iziaslav
  • Nè viedakker…hore…[2]
  • Nym sarì, Istvan – dijo un hombre adelantándose y volviendo a doblar una rodilla ante Iziaslav

Los recién llegados miraban al individuo a quien no conocían, con más curiosidad que otra cosa, pero al menos Dylan, Henri y Derek, notaron que Yvaylo tenía una expresión que estaba a medio camino entre la sorpresa y la incredulidad, de modo que al menos Derek y Dylan concluyeron que no solo conocía al sujeto, sino que posiblemente su expresión se debiese a que quizá no podía creer que fuese el criminal en cuestión, aunque estaba clarísimo para ellos que debía serlo por su vestimenta, porque si bien guardaba cierto parecido con la de los miembros del Arkel y como Dylan había sostenido desde que los viese por primera vez, esta se asemejaba mucho a la de un pirata, pero adicional a ello, el personaje remataba el conjunto con un pañuelo atado a la cabeza. No obstante, antes de que nadie pudiese decir nada, Lucía apartó a Iziaslav, y aunque Derek y Dylan la sujetaron con rapidez, el pirata había elevado la cabeza, sus ojos se habían dilatado y parecía que estuviese viendo a un fantasma.

  • Te conozco – dijo Lucía
  • Mi… – comenzó a decir el individuo con voz ahogada y al minuto siguiente estaba tirado en el piso

Dylan, Derek, e incluso Alexander, creyeron que Lucía le había hecho algo, pero de haber sido así, no se habría arrodillado al lado del cuerpo tendido en el piso.

  • Debalovsk, no me digas que este rybik es el kraviacik al que atraparon
  • No sarì, en realidad fue él quien atrapó a este – dijo señalando a Adler a quien no habían notado que dos havariks tenían sujeto

Iziaslav miró al chico que seguía inconsciente en el piso y luego a Yvaylo.

  • Llévenlo a una habitación y que Haliq lo atienda
  • Ak… sarì – contestó, aunque era evidente que seguía conmocionado
  • Y quiero saber qué le sucede – agregó

Mientras el levjaner se dirigía con su carga hacia la puerta, y Alexander le daba una silenciosa orden a Derek en el sentido de que se llevase a su padre, Iziaslav volvió su mirada que volvía a ser de ira, hacia el detenido.

  • Avirly[3]

Derek se había apresurado a sujetar a Dylan para salir, algo que no fue muy problemático, porque siendo que Lucía había corrido tras Yvaylo, Dylan encontró mejor ir con su hija.

  • ¡Contesta! – ordenó Dimitri acomodándole un golpe en la cabeza a Benton
  • Adler Benton – dijo éste con los dientes apretados

Iziaslav elevó las cejas y miró a Istvan, pero el levjaner casi pudo ver el pensamiento formarse en la coronada cabeza de su señor.

  • ¡Llévenselo y enciérrenlo en el último rincón de Zatvor!

Istvan sabía que aquello estaba mal, pues si bien el delito estaba penado, Iziaslav acababa de saltarse el proceso negándole la oportunidad del mismo a aquel sujeto, y solo esperaba que el infeliz no hubiese cometido la estupidez de masacrar a los tripulantes o viajeros de alguna embarcación, pues de ser así, lo próximo que ordenaría Iziaslav sería que fuese despojado de su cabeza, y en realidad Adler podía sentirse afortunado de conservarla todavía, pues con la ira que llevaba encima Iziaslav, nada habrían podido hacer si hubiese decidido quitársela en aquel momento.




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