La Dinastía (libro 9. Verk Svetl's)

Cap. 32 ¿Y los demás?

 

Riùrik. Octubre 2005

Los levramzyks que se habían hecho cargo de Norman, lo habían trasladado al Haigala, pero a quien llamaron fue a Aleksèi que estaba a medio camino entre Haliq y Haris, pues si bien hacía más preguntas que el segundo, no tantas como el primero, y ciertamente la primera que haría sería la más obvia, pues notó que no era un devrig apenas entró a la sala.

  • ¿Por qué lo trajeron aquí?
  • Por órdenes de Yves Saint-Remy – dijo el chico

Aunque aquello no explicaba de ninguna manera por qué habían llevado a un ikedev a aquella ala del Haigala, Aleksèi procedió a una revisión rápida, pues en ocasiones, se daba el caso de que no percibiesen que era un recién transformado, aunque aquello les sucedía con más frecuencia a los lijeniks más no a los veldekys. Pero una vez efectuada esa comprobación, y, aunque Aleksèi seguía en la misma situación de incomprensión, como también notó la lesión en el brazo y la alteración del sistema nervioso del individuo, se ocupó de ello.

Praga. Octubre 2005

Dylan había escogido aquel día para ir a ver a Lucien, pues llevaba meses sin saber de él. A pesar de que Dylan seguía conservando sus buenas costumbres y nunca iba a ninguna parte sin anunciarse, con Lucien era diferente, porque al menos al inicio y si avisaba, cuando llegaba, Lucien no estaba, de modo que gradualmente fue dejando de avisar y solo se presentaba en la última ubicación que hubiese dado Itlar, algo que podía variar muchísimo de un momento a otro, pero como Itlar estaba en comunicación permanente con Yvaylo, eso no representaba un problema para Dylan. No obstante, cuando llegó a la propiedad de Lucien en Praga, él no estaba y Dylan miró a Yvaylo.

  • No me lo digas. Acaba de marcharse a otra parte
  • No. Itlar dice que estará aquí en breve

Dylan sonrió, pero en lugar de sentarse, comenzó a pasear por el pequeño palacio, aunque habitualmente era algo que evitaba cuando visitaba a Lucien, pues éste seguía acumulando cosas en forma compulsiva. Se detuvo un momento en el salón de música y escuchó reír a Yvaylo.

  • Sus gustos se han deteriorado con el tiempo. Me gustaba más cuando solo tocaba piano – dijo y el levjaner rio con más ganas

En algún momento a mediados del siglo anterior, y después que la Segunda Guerra Mundial había finalizado, a Lucien se le despertó el interés por la música, y ya no por escucharla, sino que aprendió a tocar el piano, pero con el tiempo comenzó a ejecutar otros instrumentos que tocaba por un tiempo y después los dejaba tirados en alguna de sus propiedades. En los sesenta, el inquieto niño había participado activamente del movimiento juvenil de la época, y, aunque todos estaban muy preocupados, pues el movimiento hippie no solo estuvo involucrado en las protestas por la guerra de Vietnam y los derechos civiles, sino que consumían muchas sustancias ilegales, cuando Itlar fue llamado por Iyul para asegurarse de cómo estaba su hermano, él le dijo que no debía preocuparse, porque era verdad que Lucien estaba metido de cabeza en aquel movimiento, pero a él lo que le interesaba era la idea de lograr cambios de forma pacífica, y en cualquier caso, las drogas eran para ellos, algo sumamente perjudicial, y, aunque su organismo las procesaba con rapidez y no habrían conseguido los efectos  o sensaciones que buscaban los que las consumían, el daño que ocasionaban las mismas en cualquier organismo, en el de ellos se multiplicaban, no causando la muerte lenta que producía en los ikedev, pero sí podía destruirles el cerebro a mucha velocidad dejándolos mentalmente inhabilitados. La cuestión fue que a raíz de la participación de Lucien en aquel movimiento, retomó la guitarra y se estacionó en ella, pero había evolucionado de la guitarra clásica a la eléctrica, y si bien a Dylan no le disgustaba la primera, simplemente no soportaba la segunda; y a decir verdad, nadie entendía cómo era que aquel infeliz podía soportar aquel chirriante sonido.

El aspecto de Lucien también había variado, pues casi todos los devrigs primigenios seguían llevando el cabello más largo de lo habitual, pero él siempre lo había mantenido un poco por encima de los hombros, en teoría, para evitar el parecido con su progenitor, pero ahora lo llevaba indecentemente largo y  Dylan se sentía enfermo cada vez que lo veía, porque adicional a lo anterior, su atuendo era un verdadero atentado a la formalidad. Si bien Dylan no iba todo el tiempo de traje como Iyul o Alexander, por ejemplo, lo de Lucien era simplemente grosería, porque aquella ropa parecía que fuese a deshacérsele encima. Aquella era una obvia exageración, y, a pesar de que Lucien se había  habituado a la ropa informal, de ningún modo vestiría, nunca en su vida, algo que no hubiese salido del taller de un diseñador así pareciese un trapo.

  • ¿No eras tú el que se quejaba tanto por mi falta de cortesía al no anunciarme? – escuchó y se giró

Si Dylan iba a decir algo, no lo hizo debido a la sorpresa, pues de acuerdo a lo que había estado pensando antes, le extrañaba ver a Lucien trajeado con un esmoquin.

  • ¿Murió alguien? ¿O decidiste casarte en secreto?
  • Si así fuera, no sería asunto de nadie

Aunque aquella era la cosa más improbable del mundo, como Dylan tenía una capacidad infinita para preocuparse, especialmente por Lucien, comenzó a hacerlo al escuchar aquella críptica respuesta. Hacía más bien poco, Lucien había estado frecuentando mucho a una joven, así que cuando pasó más tiempo del habitual, Itlar informó de esto a Iyul. Como Iyul sabía que Lucien no iría de ninguna manera si él lo llamaba, pues si bien él era el soberano, no era Iziaslav, algo que Lucien había continuado sosteniendo como motivo para negarse a acudir, así como decía que él había abdicado de su posición y título, y aunque Istvan se había encargado diligentemente de hacerle saber, que en su caso no podía abdicar de nada debido a que su ascendencia era algo irrenunciable, el terco muchachito seguía negándose a obedecer a su hermano. De manera que por lo anterior, Iyul decidió ir él, pero aquello solo le reportó un horroroso pleito con la criatura quien amenazó con irse derecho a contraer matrimonio. Afortunadamente solo había sido otra malcriadez de Lucien que se le pasó a los pocos días, pero como con Lucien nunca se sabía, fue que Dylan se preocupó. Afortunadamente él era el único al que Lucien parecía hacer por lo menos el intento de no mortificar.

  • Estuve en la reunión de la embajada – le dijo
  • ¿La embajada? – preguntó con extrañeza
  • ¿Acaso crees que eres el único que recibe invitaciones de esa clase?




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