La Dinastía (libro 9. Verk Svetl's)

Cap. 35 Espera

 

Riùrik, 2005-2006

Los LL se reunieron después que habían superado la sorpresa y la alegría por el regreso de Milorad y Janos, pues debían tomar una decisión con respecto a qué hacer ahora, porque a pesar de que era Iyul quien tomaría una decisión al respecto, cuando había situaciones que afectasen a la comunidad en general, ellos lo discutían primero y luego se sentaban con Iyul y presentaban diversas alternativas. Sin embargo, en las presentes circunstancias la única que les parecía viable, podía ser también muy problemática, porque en opinión de todos, era mejor que se mantuviese la reciente aparición en silencio.

  • Coincido, pues ni tenemos una explicación para lo sucedido, ni han aparecido los demás – dijo Aritz
  • Y no sabemos cuándo lo harán, de modo que no podemos mantenerlos encerrados como si fuesen criminales – opinó Kireg
  • Vamos a calmarnos – intervino Istvan, pues todos habían comenzado a hablar al mismo tiempo – En el caso de Janos no será muy problemático, pues, aunque no es lo ideal, él está acostumbrado a permanecer mucho tiempo en Illir, y en el de haryk, estoy seguro que lo entenderá. El verdadero problema es que no sabemos quién más está al tanto de esto, porque no sabemos si alguno de los devrigs que los vieron, escapó
  • Aunque no se pudo establecer con seguridad, Yves piensa que es posible, pues Milorad y Janos los estaban masacrando cuando él llegó – dijo Darko – Pero también piensa, al igual que Istval y Edin, y yo estoy de acuerdo, que suponiendo que quienes los vieron sean hombres de Giorgio, no van a decirlo, porque en principio nadie les creería debido a que no es una información oficial, y segundo, eso supondría reconocer que fueron ellos quienes los atacaron. Adicional a lo anterior, tenemos un problema mayor, porque ninguno de los devrigs que resultaron muertos tenían una identificación
  • Esto es un asco – dijo Iliar

Todos sabían que se refería a que una vez que un devrig moría, era imposible establecer quién lo había transformado, ya que siendo criaturas sobrenaturales, su sangre desaparecía muy de prisa una vez fallecidos. El trámite del reconocimiento nunca había sido fácil, a menos que la transformación fuese llevada a cabo por algún primigenio ya fuese Yaroslávich, Savaresce o Lothian, pues se conocían bien y podían determinar sin posibilidad de error cuándo alguien llevaba su sangre. Cuando las transformaciones comenzaron a hacerla otros, en los que se iba perdiendo la esencia primigenia, era necesario conocer al izbretel para determinar aquello, aunque en la mayoría de los casos era la misma víctima quien proporcionaba la información, aunque no supiese o hubiese conocido a su agresor, pues les bastaba con ver en sus recuerdos para identificarlo. Cuando la población creció mucho, ya se hizo una tarea ímproba, sin embargo, Haliq ideó una forma más o menos efectiva. A principios del siglo XIX, se emitió un decreto que obligaba a todos los devrigs a presentarse en el Haigala, el motivo para ello, era establecer un registro de sangre que haría un poco más sencilla la identificación del izbretel cuando llegase un nya que hubiese sido hallado en situación de ataque y abandono. E igual se tomaron muestras de todos aquellos que estaban detenidos en Zatvor, sin importar si saldrían algún día de allí o no.

Todos estaban conscientes que podían perseguir a todos aquellos que tenían registrados si no se presentaban, pero como le dijo Lucien a Itlar cuando se enteró de ello, eran demasiado arrogantes si pensaban que todos los devrigs estaban registrados, y agregó algo más alarmante aún, y todos lo recordaban bien, pues ellos prestaban mucha atención a cualquier cosa que Itlar informase que había sido dicha por Lucien, y en este caso era que tanto los conflictos bélicos que se habían sucedido en la última parte del siglo XVIII, así como la Gran Guerra, le había proporcionado la oportunidad a muchos devrigs de efectuar transformaciones sin notificarlas. Si bien era posible que aquello hubiese ocurrido, quien efectivamente lo haría sería Giorgio en oportunidad de la Segunda Guerra Mundial, pero como eso no lo sabían, o al menos no con respecto a Giorgio, pasó mucho tiempo antes de que se lo plateasen seriamente y a raíz de algunas detenciones que la DS había hecho. Sin embargo, como los fulanos estaban vivos, Giorgio solo se había visto obligado a pagar las altas multas que se habían establecido para casos como aquellos.

En el presente, y, aunque todos estaban dispuestos a apostar sus vidas a que Giorgio era el responsable, Istvan sostenía que sin pruebas, y aunque todos los Lymhakim del Lymvordzar estuviesen de acuerdo con ellos, de ningún modo iban a pasar por encima de las leyes, pues ninguno quería terminar destituido y en Zatvor, algo que ya había sucedido y era algo en lo que Dylan se mostraba inflexible.

  • Solo tenemos que detener a alguno de los individuos que entran y salen del complejo empresarial de Giorgio, y sabríamos…
  • No seas necio, Iliar – lo interrumpió su progenitor – No podemos hacer eso
  • Seguro que yo puedo
  • ¿Y bajo qué cargos lo detendrías?
  • No necesito un motivo para…
  • Ah sí, sí lo necesitas o el Rybik va a apalearte
  • Y tiene tanta oportunidad de eso como…
  • ¡Iliar! – exclamaron varias voces

De momento no llegaron a nada con relación a aquel tema, y con respecto a qué hacer con Janos y Milorad, Iyul estuvo de acuerdo, cuando se lo plantearon, que lo mejor era esperar, y, aunque sabían que era lo mejor, la pregunta que se hacían era ¿Cuánto tiempo más?




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