Riùrik. Septiembre, 2006
Tal y como Janos había pensado, toda la familia estaba en el Dvorets de Iyul, pero apenas entraron, Iziaslav escuchó un grito.
Como aquel calificativo en la voz de una mujer, solo lo recordaba en una que no estaba presente, se sintió perdido y extrañado, pero no tuvo ocasión para conjeturar nada, pues un segundo después, algo intentaba ahorcarlo, y por absurdo que pareciese, habría jurado que se trataba de una cabellera dorada, ya que era todo lo que alcanzaba a ver.
Los presentes y habiendo sido advertidos por Istvan, en el sentido de que la actitud de Iziaslav no era la que había sido cuando desapareció, estaban en respetuosa posición de saludo. Sin embargo, Iziaslav percibió el regocijo de algunos y eso solo lo confundió más. No obstante, reaccionó intentando liberarse de aquella cosa, pero la mencionada cosa resultó ser una chica que ahora estaba llenándolo de besos y aturdiéndolo con una charla de la que no estaba entendiendo nada. A pesar de su confusión, que había estado a punto de pasar a ser ira, finalmente pudo reconocer sin sombra de duda que aquella criatura llevaba su sangre y abrió los ojos con desmesura, pero con la misma comenzó a preguntarse cuál de sus hijos la había engendrado, y siendo que hasta el presente, el único que había tenido aquella suerte era Dylan, sus ojos se clavaron en él.
Como quien había dicho aquello había sido Dylan, unido al nombre por el que había llamado a la niña, convenció a Iziaslav de que su conclusión era acertada, pero aquella personita no paraba de hablar y eso confundió un tanto a Iziaslav, pues…
En este punto, Iziaslav volvió a abrir mucho los ojos, porque de acuerdo a lo que había pensado, si aquella era hija de Dylan y tenía los cabellos dorados como el sol, entonces la madre tenía que ser Eldir, así que miró a Iyul.
El pobre Dylan se llevó una mano a la frente del mismo modo que lo estaba haciendo Istvan.
Como la confusión reinaba en el cerebro de Iziaslav, y estaba resultando inmanejable para él lidiar con ella y con la emoción que estaba sintiendo al percibir la esencia de aquella chica, finalmente Derek pareció más inclinado a aclarar que a seguir riendo.
Aquello terminaría de convencer a Iziaslav que aquella era hija de Dylan y hermana de Derek, y si no hubiese estado lidiando con un descomunal cúmulo de emociones, habría notado lo que se le estaba escapando.
Como eso era lo normal cuando Sofía se superaba a sí misma en su comportamiento, nadie estaba especialmente preocupado por Istziar, y de hecho cuando Derek lo notó, decidió dejarla así por un momento más, y poniéndose de pie miró a Iziaslav.
Iziaslav volvió a mirar a Sofía y finalmente entendió qué era eso que no le cuadraba, pero también fue su turno para que la emoción lo superase y perdiese el sentido.
Dylan, Istvan e Iyul se habían apresurado a colocar a Iziaslav en otro sillón mientras que Armand se ocupaba primero de estabilizar sus emociones, y luego, como él era un veldeky, aunque solo pensaban que la emoción había ocasionado aquel desvanecimiento, hizo un chequeó básico y elevó la cabeza.
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Editado: 16.03.2022