La Dinastía (libro 9. Verk Svetl's)

Cap. 48 Decisiones

 

Riùrik. Octubre, 2006

 

Como ya hacía más de dos semanas de la aparición de Iziaslav, y aún no se habían reunido, Iyul cursó la convocatoria. Dylan se planteó que Lucien no se presentase, porque solo había asistido a las dos últimas debido al motivo de las mismas, pero como ahora no se trataba de un nuevo hallazgo, entonces él pensó que se negaría a asistir. Los primeros en llegar fueron los más jóvenes, porque Michel había estado incordiando a Armand y a Aureliè cuando recibieron el mensaje. Un momento después se presentó Dylan, y estaba intentando no enloquecer con Michel, cuando llegó Iyul y miró a Istvan elevando una ceja, porque Iziaslav no estaba.

  • Lo lamento, sarì – se disculpó – pero haryk me informó que Iziaslav está en el Valkinka

Efectivamente, Iziaslav había estado en el Valkinka desde temprano, aunque aquella no era la costumbre y la primera sorprendida había sido Mia.

  • ¿No es temprano? – le preguntó al verlo, pero él no le prestó atención
  • Kasny din, nidly
  • Buen día – contestó ella que ya sabía que aquel era un saludo
  • Siéntate. Tenemos que hablar

Como nadie tenía muy clara la situación, se habían limitado a  informarle a Mia las características de su nueva situación, pero le habían hablado más bien poco de Iziaslav, porque ni siquiera Iyul o Dylan habían ido más allá de aclararle el nombre, y en el caso de él mismo, solo se había empeñado en convencerla de que ser una devrig no significaba que no pudiese vivir con normalidad, y extrañamente, al menos en su caso, había prestado atención a lo que Mia le había contado con relación a sus estudios y a sus planes futuros. Pero había llegado el momento de las aclaraciones importantes.

  • Mia, hay algunas cosas que debes saber – comenzó

Ella había obedecido sentándose y ahora lo miraba con expectación, pero, aunque había notado que en algunas ocasiones, podía saber lo que estaba pensando un lijenik o algún otro devrig con el que se cruzaba en al Valkinka, no tenía ninguna posibilidad con Iziaslav. Él inició la conversación desde el punto de sus orígenes, algo de lo que se enteraban los nyas, habitualmente mucho después.

  • Entonces tú…
  • Sí, yo soy el culpable de lo que nos sucedió, y aunque la maldición recayó sobre muchos otros, podemos decir que soy el primer devrig de la historia
  • Pero…

Aunque Mia quería preguntar muchas cosas, y las ideas se atropellaban unas a otras en su mente, no parecía poder formular ninguna. Sin embargo, como Mia no se decidió por ninguna, Iziaslav continuó.

  • Lamento mucho haberte hecho esto, pero… estabas muriendo por mi causa y…
  • Entiendo – dijo ella cuando él hizo silencio, y luego agregó – Antes te pregunté qué iba a pasar conmigo, pero ya el señor Shahim me explicó que debe pasar algún tiempo antes de que pueda volver a mi vida, y, aunque no tengo una familia, mis amigos lo son y no puedo simplemente desaparecer. Por otra parte, entiendo que no solo perdí la entrevista de trabajo  que tenía pautada para el final de las vacaciones, sino que no podré asistir a ninguna otra de momento, pero ¿hay algún trabajo que pueda desempeñar mientras aprendo a vivir con mi nueva condición?

Iziaslav había elevado las cejas, porque del mundo de cosas que habría podido esperar que ella dijese, ciertamente no aquello, mientras que Yves, a quien Iziaslav había llevado de nuevo, y aunque estaba fuera y se suponía que no tenía por qué estar escuchando aquella conversación, lo estaba haciendo, y pensó que aquella chica tenía la cabeza bien puesta sobre los hombros, pero como también entendía que quien no lo haría sería Iziaslav, acostumbrado como estaba, a que las mujeres dependían completamente de los hombres, y se había perdido de los cambios que se habían sucedido en el tiempo con relación a las chicas, se preparó para la reacción que no se hizo esperar.

  • ¿De qué hablas, kandly?
  • Pues… necesito un lugar donde vivir y medios de sustento, así que…
  • No – la interrumpió él – yo me haré cargo de todo
  • ¿Estás en posición de ofrecerme un empleo?
  • ¿Qué sucede contigo?

Sin embargo, en ese momento les llegó la convocatoria, así que Yves que estaba a punto de decirle a Milorad que debían sacar a Iziaslav de aquella habitación, no tuvo mayores inconvenientes, pues Milorad le hizo saber a Iziaslav la novedad y éste abandonó el lugar sin despedirse siquiera, dejando a Mia sin saber qué era lo que él consideraba mal.

Los levjaners al notar la alteración de Iziaslav, se emplearon a fondo para tranquilizarlo antes de llegar a Levzheir, mientras que Yves, sabiendo a qué obedecía la mencionada alteración, maldijo por lo bajo preguntándose cómo iba a terminar todo aquello.

 

Contra todos los pronósticos, Lucien se presentó casi al mismo tiempo que Iziaslav, de manera que, aunque el segundo llegó preguntando a qué obedecía la urgencia, esto quedó opacado por la inesperada llegada de Lucien, pues ciertamente nadie se esperaba que asistiera.

  • ¡Lucien! – exclamó Iyul
  • ¡Luciano! – dijo al mismo tiempo Dylan
  • ¿Qué?
  • Nada – se apresuró a decir Iyul
  • Solo no te esperábamos – contestó Dylan con su franqueza habitual
  • Pues son ustedes muy inconsecuentes, porque especialmente tú – dijo mirando a Dylan – llevas años molestándome por no asistir




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