Después que Phillipe se hizo cargo de Sophie, Kendall se ocupó del traslado y la atención de Dylan. El chico había despertado durante el traslado, pero una vez que el médico examinó su brazo, y las quemaduras en su espalda, decidió que lo mejor era dormirlo para atender la fractura.
Dylan no hizo más preguntas y se tomó lo que el hombre le dio. Una vez que estuvo profundamente dormido, el médico comenzó a trabajar. Para buena fortuna de Dylan aquel sujeto era hábil en lo que hacía y para su buena suerte también, para la fecha ya se había erradicado la antigua costumbre de tratar las heridas de aquella naturaleza volcando aceite hirviendo sobre la misma, que era el método comúnmente utilizado para cauterizar y evitar las infecciones. Este individuo estaba suficientemente versado en los estudios de Ambroise Paré al respecto, de modo que procedió a la limpieza metódica de la herida, y luego a la reducción de la fractura.
A pesar de que la forma de tratamiento era mucho menos espantosa de lo que fuera en el pasado, Kendall que nunca había presenciado algo ni remotamente parecido, se sintió enfermo. El médico le dio las instrucciones acerca del cuidado que debía tener Dylan, y le aseguró que todo había salido bien, así como que volvería en la noche a ver cómo evolucionaba.
Dylan durmió todo ese día, lo que Kendall encontraba afortunado, porque estaba seguro que aquello debía doler horrores. Recordó su convalecencia luego del terrible accidente y esperaba que la de Dylan no fuese tan traumática. El médico fue en la noche y volvió a decirle que todo marchaba bien, no se había presentado fiebre y eso era un buen síntoma. Esa noche también recibió la visita de Jacques, algo que lo alegró mucho porque le trajo noticias de Sophie, y se interesó por el estado de Dylan.
Un par de días después, Dylan estaba bastante mejor considerando lo sucedido. Según él, el brazo le molestaba poco y las quemaduras en la espalda comenzaban a sanar, pero lo obligaban a permanecer sin camisa. De modo que cuando recibió el anuncio de que los Saint-Claire estaban de visita, le dijo a Kendall que bajo ningún concepto pensaba recibir visitas en aquellas condiciones.
Kendall no discutió más con él, primero porque sabía que sería inútil, Dylan era terco y obstinado y no cambiaría de parecer, y segundo, porque estaba desesperado por ver a Sophie. De modo que bajó a toda prisa con el corazón latiéndole con violencia. Durante los dos días anteriores no había querido moverse de allí para no dejar a Dylan, porque aunque el médico había dicho que estaba fuera de peligro, él no estaba muy seguro de eso. Así que no había podido ver a Sophie y no sabía si ella aceptaría su propuesta de matrimonio.
Cuando llegó al Salón hizo su mejor esfuerzo por aquietar su respiración, pero estaba seguro que el furioso golpear de su corazón contra el pecho, podría oírse a cualquier distancia.
Phillipe se había mantenido al corriente de la salud de Dylan y sabía del mismo modo que Kendall no había podido moverse de allí, por lo que le resultó sencillo deducir que el pobre chico estaría muriendo de la ansiedad. Y siendo como era un hombre práctico, decidió poner fin al sufrimiento de aquel sujeto.
Pero no pudo concluir, porque Sophie prescindiendo de toda formalidad, corrió hacia él que en forma automática y por demás deseada, la recibió en sus brazos.
Ciertamente Kendall no podía estar más feliz, y se moría por besarla, pero sabía que por muy liberal que fuese Phillipe Saint-Claire, eso sería completamente inapropiado, y aunque a Phillipe en realidad no le habría importado lo más mínimo, sabía que Kendall era un caballero inglés y primero lo mataban antes de transgredir las más correctas normas sociales, así que una vez que le había quitado el enorme peso de la incertidumbre, se despertó su vena maligna y no pudo resistirse a fastidiarlo.