Narra Ada
Después de darle un beso en la mejilla, acto seguido entro al aula de periódico. Aunque creo que Matteo va a ser mi gran perdición.
No puedo creer que un chico como él no vaya a la fiesta y no debí juzgarlo. Pero admito que es muy guapo y tiene una sonrisa que vuelve loca a cualquiera. Sin embargo, debo reconocer que no es como todos los chicos arrogantes y superficiales, tiene algo especial que lo hace único.
En cuanto entro al aula del periódico, mi profesor me informó que debíamos publicar un comunicado sobre un partido de baloncesto contra otro instituto, por lo que tendría que ir a la fiesta. Sin embargo, le comunico que no podré ir, por lo que decido decirle a mi compañera Lucy, a quien veo muy contenta. Empiezo a editar y escribir, mientras Lucy no para de hablar de Matteo. Enseguida comienzo a sentirme un poco celosa porque no sé estoy celosa
Su tono de voz parece como si estuviera enamorada de él, así que le doy una excusa para irme, a lo cual me mira con una mirada extraña. Acto seguido, se va y sigo con lo mío hasta que mis compañeros se van y mi profesor. Respiro aliviado en ese momento, pero entonces aparece Matteo y me invita a pasar la tarde en el parque o la biblioteca cerca de su casa. Sin pensarlo dos veces, acepto su invitación.
Ya que casi terminan las clases, es bueno aprovechar. Guardo lo que estaba escribiendo, apago el ordenador y luego agarro mis cosas. Salimos del aula y al pasar al lado de unas chicas que nos miran, Matteo les echa una mirada penetrante y les empieza a decir cosas y continuamos nuestro camino y al salir del instituto, nos montamos en su moto.
Durante un rato voy subida atrás en su moto sintiendo sus músculos y el aire golpear mi rostro
Durante un rato voy de paseo en su moto sintiendo sus músculos y notando cómo la brisa me golpea mientras siento cómo mi pelo se va pegando en mi frente.
Cuando llegamos a un parque y nos bajamos de la moto, comenzamos a caminar hacia un puesto de libros, en el cual Matteo me recomienda que me compre un libro de España no es blanca. Acepto su recomendación.
Después compramos unos helados y acto seguido nos sentamos a conversar para conocernos un poco más. Matteo me parece un chico interesante, aunque no creo que él piense lo mismo de mí, ya que soy la típica chica nerd del instituto. Me doy cuenta de que me está mirando y me pregunta qué pasa. Se lo digo, y entonces él me mira diciéndome que ha pensado lo mismo. ¡Qué casualidad tenemos en común que pensamos igual!
Después de los helados, decidimos caminar un poco más. En cuanto pasamos por el orfanato donde hay muchos niños, al ver a Matteo lo abrazan y saludan. Él me presenta y ahí empiezan a hacer preguntas, como si soy la novia de Matteo. Estoy a punto de responder, pero Matteo me adelanta diciendo que todavía no. Sin embargo, veo cómo me guiña un ojo. Luego los niños se van a jugar.
Mientras él comienza a contarme, yo pongo toda mi atención en cómo describe este centro y cómo lo conoce. Me doy cuenta de lo buen chico que es y de lo buen corazón que tiene. De repente, se acerca una niña negrita y sin pensarlo dos veces comienza a abrazar a Matteo.
Ahí es cuando ella comienza a decir:
—Has venido como me prometiste.
—Sí, esta vez no he venido solo sino con una amiga —Me señala mientras me sonríe.
—Ada, te presento a Nora.
—Encantada de conocerte —Me doy cuenta de que no suelta a Matteo.
Sin embargo, finalmente Matteo me suelta, me da un beso en la mejilla y comienza a contarme cómo ha conocido a Nora, mientras la mira como si fuera su hermana menor. Me cuenta que Nora no ha tenido una vida fácil, su madre la abandonó y su padre está en la cárcel por matar al violador de Nora. Esto me estremece mucho, por eso no me había saludado al principio y ni siquiera había soltado a Matteo.
Una vez que termina de contar, una señora aparece y, al ver a Matteo, le pide hablar a solas mientras mira a Nora.
Tan pronto como termina de contar, aparece una señora que al ver a Matteo le pide hablar a solas. Mientras mira a Nora, esta asiente y se marcha junto con la señora. Por lo tanto, Nora se queda callada. Yo decido contar una historia de princesas y, al comenzar a contar, su expresión cambia.
Cuando termine de contar, aparece una señora que al ver a Matteo le pide hablar a solas, mientras mira a Nora, quien asiente. Se marchan juntos. Por lo tanto, Nora se queda callada. Decide contarle una historia de princesas. Al empezar a contar, su expresión cambia, poniendo su atención en mí.
Durante un rato después, me doy cuenta de que Nora está cómoda conmigo. En ese momento aparecen Matteo con esa señora, acercándose a nosotros y diciéndole a Nora que se puede quedar con la familia de Matteo, ya que es perfecta y tiene un buen entorno familiar para ella. Me doy cuenta de cómo Matteo dirige a Nora y comienza a decirle una frase que dice así: la vida nos puede regalar muchas cosas positivas, es el mejor regalo del universo. Y el mismo universo a mí me ha regalado una hermana pequeña, la más bonita del mundo.