Narra Matteo
Después de verificar la hora, me despido de Ada apagando mi móvil y dejándolo sobre la mesita de noche. Me acomodo en la cama de una manera que no despierte a Nora, y ahí me quedo reflexionando sobre su forma de morderse el labio inferior, lo cual me provoca el deseo de hacerlo yo mismo. Tengo muy claro que ella siente algo por mí, especialmente al recordar que, cuando la pregunté por qué le había comentado a su amiga que tengo novia, no pude contener la risa ante su encantadora reacción.
Justo cuando estoy a punto de dormirme, ya que esta amaneciendo, de repente Nora se acomodó y se abraza a mí, lo que resulta muy cómodo. Al caer en un profundo sueño, nos quedamos dormidos hasta la mañana. Nuestra madre nos desperta al vernos así abrazados y nos regala una sonrisa. Aprovecha para comunicarnos que iban a salir con nuestro padre, quiénes llegaría por la noche. Por supuesto, nos informa que había comida en la cocina para nosotros.
Nos informan que debemos preparar nuestras maletas para trasladarnos a la cabaña mañana, ya que ha notificado al director de mi instituto. Por lo tanto, no debería preocuparme por nada. Sin embargo, le menciono que tengo entrenamientos programados para un partido importante. Al escuchar esto, suspira y frunce el ceño, pero también me asegura que no debería preocuparme por los entrenamientos.
Una vez que nuestra madre nos informa y se retira de la habitación, Nora me mira con una expresión significativa en sus ojos, acompañada de una sonrisa. Entonces, me pregunta:
—¿Qué vamos a hacer ahora, hermanito?
—Bueno, tengo una idea: te haré muchas cosquillas —respondo y al echarme sobre ella, comencé a hacerle cosquillas. Su risa no tardó en llegar. Lo cual me contagiándome de su alegría
Después de un rato de juego, me levanto de la cama, tomo mi maleta y, al abrirla, empiezo a guardar la ropa y otros elementos necesarios.
Mientras me formula preguntas sobre Ada, el simple hecho de escuchar su nombre provoca una sonrisa en mi rostro. La observo mientras me mira con una ceja levantada y me pregunta:
—Oye, hermanito, ¿te gusta Ada? No me mientas, lo sé. Tengo 10 años y no entiendo mucho sobre el amor, pero tu sonrisa revela la verdad.
Ante su pregunta sobre si me gusta Ada, le respondo que sí. Entonces, me dice:
—Podemos invitar a Ada a casa para ver una película o a comer.
Me parece una buena idea, aunque no estaba seguro de si Ada querría venir. Aprovecho para terminar de hacer mi maleta y, a continuación, le envio un mensaje a Ada preguntándole:
✓Hola, bonita. ¿Cómo estás? Espero que hayas dormido bien. Te escribo para invitarte a comer en mi casa con Nora. Que tengas un buen día. ✓
Ahora toca esperar a que me responda. Aprovecho para decirle a Nora que hay que hacer su maleta.
Entonces, Nora se lanza a mis brazos como si fuera una bebé, justo cuando estamos a punto de salir de mi habitación.
De repente, Justo en ese momento, recibo un mensaje de Ada; en cuanto abro y, al leerlo, me doy cuenta de que no podrá acompañarnos porque tiene planes familiares y también debe estudiar para un examen. Al terminar de leer, me siento un poco decepcionado y, al percatarse de esto, Nora me dice:
—Hermanito, no estés triste; intenta sonreír un poco.
A continuación, nos dirigimos hacia la habitación Nora. Al entrar, me doy cuenta de que nuestros padres habían comprado todo. Tomo una maleta y la abro mientras Nora recoge su ropa y coloca en ella algunas cosas que necesita. Cuando ella termina de cerrar la maleta, veo que en el escritorio hay un dibujo mío, acompañado de una frase que dice así:
Los héroes suelen existir en las películas, pero en mi vida, tengo a mi propio héroe.
Cada vez que termino de leer, Nora me observa con una amplia sonrisa.
—Quería entregarte el dibujo, pero se me olvidó. —La acaricio el cabello.
—No te preocupes, y gracias por el hermoso dibujo. ¿Te parece si lo colocamos en la pared de mi habitación después? —Asiente con la cabeza, mientras una expresión de felicidad se dibuja en su rostro.
—¿Qué película te gustaría ver? —Nora me mira con esos ojos verdes que me transmite paz y me dice que Rey leon y en ese instante, me doy cuenta de que tiene los mismos color de ojos que nuestro padre, lo que me lleva a suponer que podría tratarse de alguien conocido por él. Para obtener mayor claridad, consideraré pedirle al abuelo Juan que investigue sobre los padres biológicos de Nora, o quizás sería más apropiado preguntarle directamente a nuestro padre.Así que decido enviarle un mensaje para preguntarle que si la persona que conocía tuvo una hija y me responde que no, preguntándome por qué.
—He notado que Nora tiene el mismo color de ojos que tú, lo cual me lleva a preguntarme si algún familiar tuyo podría compartir esa característica.
He observado que escribe con gran rapidez.
—También me percaté de eso, y por tal motivo, hablé con tu abuelo Juan para que realice una investigación al respecto. En este momento estoy a la espera de su llamada, solo para tener la certeza necesaria. Sin embargo, es importante señalar que Nora es legalmente una Rocha.
Bajo la atenta mirada de Nora, me pregunta a quién estoy hablando, a lo que respondo que es nuestro padre. Luego, me quita el móvil para hablar con él. Antes de que lo haga, le informo a nuestro padre que Nora desea conversar con él. Así, dejo el móvil a su disposición y, mientras nos dirigimos a la sala, observo cómo le cuenta sus cosas. En ese momento, me doy cuenta de que Nora es la favorita de nuestro padre, ya que escucho las risas de él a través del móvil.
Por lo tanto, busco un canal que esté transmitiendo El Rey León hasta que finalmente lo encuentro. Luego, me dirijo a la cocina para preparar las palomitas. Al abrir el armario, me encuentro con palomitas de colores y decido tomar dos paquetes. También agarro dos vasos y refrescos. Posteriormente, regreso al salón, donde Nora me entrega el móvil y me informa que nuestro padre desea hablar conmigo. Así que, mientras pongo El Rey León, mantengo una conversación con él, quien simplemente me brinda indicaciones sobre cómo cuidar a la princesa de la casa
Por lo tanto, me sonrió al imaginar que vendrá rápidamente a la casa, ya que estoy a cargo de Nora.