la distancia en el amor

capitulo 16 mis padres conociera a los padres de Matteo

Narra Ada

Estoy disfrutando mucho de este momento, aunque debo admitir que también estoy algo cansada. De repente, siento que Matteo se inclina hacia mí y me susurra al oído:

— Nena, ¡escapemos!

Lo miro con confusión, mientras él me observa con una sonrisa que mezcla malicia y picardía. Después de un instante de duda, decido asentir con la cabeza. Sin perder ni un segundo, salimos del pabellón de deportes y comenzamos a caminar hacia la salida del instituto. Apenas traspasamos la puerta, nos dirigimos rápidamente hacia su coche y, en cuanto nos subimos, él arranca el motor y comienza a conducir.

Al llegar, Matteo detiene su coche justo frente a la entrada de su departamento.

Una vez que salimos del coche, nos dirigimos hacia la puerta. Al abrirla, me sorprende que el suelo está adornado con pétalos de rosa esparcidos, creando un camino que parece como si fueran huellas dejadas por un amor especial.

Matteo me comenta que debemos seguir las huellas que dejan los pétalos de rosa. Así que comenzamos a caminar, prestando atención a los delicados rastrojos que nos guían. Tras un rato de seguir esos pétalos, llegamos a un hermoso comedor que me deja maravillado. Allí, me encuentro con una mesa elegantemente dispuesta, adornada con velas que iluminan suavemente el ambiente. En el centro de la mesa hay una botella de champán, lista para ser descorchada, y, lo más emocionante, una variedad de platos de comida que evocan un festín exquisito. La escena es simplemente perfecta.

Mi novio, como en tantas otras ocasiones, se comporta como un verdadero caballero al retirarme la silla para que pueda sentarme cómodamente. Después de que me acomodo, él se sienta a mi lado y comenzamos a disfrutar de nuestra cena juntos.

Pronto me doy cuenta de que Egan no aparta la vista de mí, lo cual capta mi atención. Decido preguntarle qué es lo que sucede, y él, con una sonrisa en el rostro, me responde:

—Estás realmente guapa esta noche.

Yo sonrío y le agradezco sinceramente:

—Gracias, mi amor.

Y él, con un toque de ternura en su voz, añade:

—De nada, mi princesa.

Continuamos disfrutando de nuestra cena hasta que, de forma inesperada, él se levanta. Con determinación, recoge nuestros platos y se dirige hacia la cocina. Por un momento después, regresa con un bol rebosante de fresas acompañadas de un bote de nata montada.

Sin dudarlo ni un instante, él toma una fresca fresa roja y, con un gesto juguetón, la coloca suavemente en mi boca. La fruta estalla con dulzura en mi boca al morderla, y empiezo a saborearla lentamente, dejando que su jugo se deslice por mi paladar.

Mientras tanto, siento la intensa mirada de Matteo sobre mí; sus ojos brillan con un leve atisbo de deseo. Ante esta provocación silenciosa, no puedo evitar tomar la decisión de jugar un poco y provocarlo, sabiendo que su reacción no se hará esperar.

Me sirvo una copa de champán y la bebo de forma sensual, disfrutando cada sorbo. Sin embargo, él tiene otros planes en mente, ya que cuando se levanta, me quita el vaso de las manos, lo que me obliga a ponerme de pie y abandonar la silla. Luego, me toma de la mano y me lleva hacia el dormitorio. Al entrar, mis ojos se posan en la cama, que está decorada con delicadas flores dispuestas en forma de corazones. Justo en ese momento, él me mira a los ojos y me dice que esta noche será verdaderamente inolvidable.

De repente, su boca se acerca a mi cuello y me besa suavemente, lo que provoca que me gire hacia él. Nuestro deseo se intensifica y lo beso con pasión desbordante mientras caminamos juntos en dirección a la cama. Al llegar, nos dejamos caer sobre el lecho, sin soltar nuestro intercambio de besos. En esos momentos, mi único deseo es que haga el amor conmigo, y la forma en que sus labios recorren mi piel me enloquece de placer.

Sus manos se aferran con firmeza a mis nalgas, presionándome aún más contra su cuerpo, y el roce de su erección en mi vientre provoca que una oleada de sensaciones me abrume, llevándome a emitir varios gemidos que escapan involuntariamente de mis labios.

Nuestros ojos se encuentran, y en nuestras miradas se revela una clara conexión, un deseo palpable, mientras su cuerpo parece anhelar perderse en mi interior. En ese instante, desearía poder detener el tiempo, como si contar con un reloj que se detuviera pudiera hacer que este momento se extendiera infinitamente. Quiero que sus besos me inunden de dicha y felicidad, envolviéndome en una atmósfera en la que cada segundo se convierta en un placer prolongado.

Matteo provoca en mí una amplia gama de emociones. Su calor me envuelve y me estremezco ante la intensidad de su cercanía. Luego, me abraza, y en ese momento me quedo quieta por unos instantes, disfrutando del privilegio de tenerlo tan cerca, haciéndome sentir como si fuera la única mujer en el mundo.

Con lentitud, empieza a explorarse en mí, sus movimientos son suaves, aunque me generan una ligera punzada de dolor. A pesar de eso, mi deseo por él no disminuye; anhelo que no se detenga, hasta que juntos alcancemos un clímax indescriptible que nos lleve al éxtasis.

Mis labios se encuentran con los suyos en un suave roce, y al hacerlo, no puedo evitar pensar que todo el tiempo de espera ha sido verdaderamente recompensado. Nuestras frentes permanecen unidas, como si el mundo que nos rodea hubiera desaparecido, y nosotros seguimos allí, entrelazados y sin aliento, disfrutando de este mágico instante.

En medio de esta conexión profunda, él me susurra una frase que resuena en mi corazón: Tú eres la historia más hermosa que el destino ha escrito en mi vida. Sus palabras, llenas de sentimiento, hacen que un escalofrío recorra mi cuerpo, recordándome lo especial y único que es este momento compartido.

El tiempo ha transcurrido de manera sorprendentemente rápida, y en este momento me encuentro con unos compañeros en la biblioteca de la universidad. Estamos esperando la llegada del profesor, pero parece que se está retrasando bastante, por lo que contamos con una hora libre para aprovechar. No obstante, antes de que llegara, nos envió algunas tareas a través de correo electrónico que debemos revisar y completar.



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En el texto hay: amor, amor adolescente, humildad 100

Editado: 16.12.2024

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