La diva del mafioso

Capítulo: 1

Liam

Despierto sobresaltado por el sonido de mi teléfono, bufo mirando el techo de la habitación de hotel en la que estoy y sonrío recordando la noche de ayer, acabo de llegar a esta ciudad y la bienvenida fue una maravilla, la fiesta fue perfecta y esa mujer, miro a mi lado, pero siento ruidos en el baño, ella sigue aquí, la pelirroja con la que pasé la mejor noche de mi vida, una verdadera mujer que sabe cómo moverse y cómo hablar para hacer a uno explotar de deseo, me siento en la cama sin dejar mi sonrisa y peino con mis dedos mi cabello acomodando este, queriendo verme bien para cuando salga, la sabana cubre la mitad de mi cuerpo y estoy nervioso, he estado con un montón de mujeres de todo tipo o color, pero ella, ella no es de este mundo, la veo salir del baño completamente vestida, con su cabello rojo suelto y sus labios del mismo color, el olor de su perfume pega una cachetada en mi rostro y sonrío como estúpido, camina como una diva, altiva, orgullosa, sabe lo que vale y desearía saber más sobre ella.

—Buenos días, nena —me mira entonces como si hubiese olvidado que yo estaba en esta habitación de hotel con ella, una de sus perfectas cejas se alza

—Sigues aquí —sonríe excitándome con ese solo gesto

—¿Ya te vas?

—Tengo trabajo y ya llego tarde —asiento, yo también tengo trabajo, pero lo mío puede esperar

—¿Tu nombre? ¿Me dices tu nombre? Soy Liam, bueno —sonrío nervioso por primera vez en mi vida —William, pero todos me dicen Liam —carraspeo un poco, ella ríe

—Muñeco ya debo irme —camina hacia la puerta

—Oye espera —salgo de la cama rápido con la sabana cubriendo la mitad de mi cuerpo, ella me mira, sus ojos recorren mi pecho desnudo cubierto de tatuajes y sonrío con autosuficiencia —me gustaría volver a verte —suelto mirándola —repetir —sonrío, se queda largos segundos mirando mis ojos y luego… luego se echa a reír

—Repetir

—Así es, volver a verte —ríe

—Por Dios muñeco, eres guapo, pero no repito con nadie, tampoco fuiste lo suficientemente bueno —mi boca se abre, ¿de qué habla? Todas las mujeres mueren por tener sexo conmigo y ella, ella suelta esa barbarie

—Espera, ¿que no fui bueno?, gemías como actriz porno —lejos de ofenderse ríe

—A tu edad ya deberías saber que muchas fingimos orgasmos, ¿quieres repetir? —alza sus cejas —tienes esos condones usados por el suelo como recuerdo —señala estos —y te dejaré algo más —con toda la lentitud del mundo y de forma sensual quita sus bragas dejándome con la boca seca y mi cuerpo reacciona al momento, una vez que se las quita me las lanza y las atrapo con mis manos —úsala, un recuerdo, lo único que podrás volver a usar de mí —me guiña un ojo y ella sale de la habitación caminando como diosa, miro las bragas, ¿qué demonios? Soy yo quien le dice a las mujeres que no repito, no ellas a mí, pero esta, esta, maldigo en voz alta sintiéndome usado por primera vez en mi vida.

—Deja de llorar hermano —habla Samir, mi amigo y hombre de confianza quien se encarga de mi seguridad, yo sigo mirando mi teléfono

—La tipa me dijo que no repetía, ¿puedes creerlo? —comento luego de contarle todo y ríe, solo ríe

—Al menos tienes sus bragas —bufo lanzando el teléfono a un lado —hablemos de negocios, Serguéi quiere verte mañana, quiere su cargamento, pero quiere hablar de los precios

—El precio sigue siendo el mismo, mis armas son las mejores

—Él quiere hacer negocios y es bueno, un buen socio

—Si quiere rebajas no —mi amigo se acerca a mí

—Por favor hermano, ve y habla, quizás tenga algo bueno que ofrecer —asiento, mi mirada se pierde al televisor y mis ojos se entrecierran viendo a la pelirroja ahí

—Sube el volumen —pido rápido —vamos rápido —él lo hace y su voz se escucha, sonrío, es preciosa por donde se mire

—¿Es ella?

—La modelo —sonrío

—Ahora entiendo por qué estás bobo

—Y el tipo quería repetir —dice ella haciendo que mi cabeza se ladee —¿pueden creerlo? Repetir —ríe burlándose en un estúpido canal de chismes de famosos, ¿quién es esa? —por Dios, su cara era un show —sigue burlándose, mi amigo alza una ceja —¿su nombre? —habla cuando alguien le pregunta —ni siquiera sé, Lucas, ¿Lucien? —aprieto mis puños, le dije mi nombre y no recuerda, maldita —tenía una cara de bobo el pobre —ella ríe —definitivamente fue el mejor cumpleaños de mi vida, ese hombre se creía que —lanzo el teléfono contra el televisor haciendo añicos este, voy hacia la pantalla y la lanzo al suelo destrozando todo, ¿qué demonios se cree para hablar así de mí?

—Hija de puta —paso las manos por mi rostro —quiero que la busques —señalo a mi amigo —encuéntrala, quiero saber todo de esa mujer, hasta de qué lado de la cama duerme y cuantas veces bebe agua

—Liam

—Hazlo, haré que se trague sus malditas burlas hacia mí —gruño apretando mis puños —ella no me conoce, no sabe con quién se acaba de meter, pienso destruir a esa mujer

—Diosa —río a carcajadas

—Soy el dueño de este mundo amigo mío, ella no, ella ahora es mi enemiga y va a tragarse cada palabra dicha —aseguro sin dudas porque siempre consigo lo que quiero.

—Señor aquí está todo lo que pidió sobre esa chica —comenta Armando entregándome una carpeta luego de entrar a mi despacho

—¿Tan poco? ¿cuántas hojas hay aquí? Esa mujer tiene 26 años —miro sus ojos

—El problema es que solo encontré cosas de ella a partir de los 16 años, señor —mis ojos se entrecierran

—¿Quieres morir? Lo pedí todo, hasta sus notas de primaria joder —lanzo la carpeta en la mesa —inepto

—Lo anterior fue borrado, señor, es como si la chica hubiera aparecido a los 16 —mi ceño se frunce —no hay nada antes de eso —tomo la carpeta en mis manos

—¿Y sus padres? Aquí tampoco aparece nada de ellos

—Es como si no tuviera señor —lo miro —tampoco hay fotos, ni nada de ellos, ni acta de nacimiento tan siquiera de ella —bufo —como familiar solo está su tío y la esposa de este, nada más



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En el texto hay: mafia, amor, jefe-empleada

Editado: 20.12.2024

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