La Doble Cara de un Vampiro.

Capítulo 5.

Después de un rato de estar siguiendo el sendero de donde provenía la luz a lo lejos puedo visualizar una puerta, mientras más me acerco puedo contemplarla, apreciar su altura, la iluminación que desprende. Esta se va abriendo despacio y me permite observar pequeñas figuras borrosas detrás de estas, al terminar de abrir descubro al percatarme bien que dos de esas sombras son mi mamá y mi papá los cuales están abrazados. Pude volver a verlos.

-Mamá, papá- por mis mejillas van descendiendo lágrimas ante la emoción de volver a ver a mis padres, me extienden la mano para que me acerque a ellos, hay otra persona, no obstante, está de espaldas y la luz del lugar no me ayuda a disfrazarlo, tal vez sea mi hermano. Mis padres mantienen su mirada en mí mostrándome a simple vista el amor que me tenían, me extienden la mano para que me acerque a ellos, pronuncian algo con sus bocas que lamentablemente no puedo escuchar - ¿Qué me quieren decir? -Nada mas solo siento el susurro de la briza pasar por mis oídos. 

Camino hacia ellos para así poder tomar la mano de mis padres, ellos la dejan caer a sus costados y me muestran una gran sonrisa ¿Por qué? Percibo como una fuerza me atrae hacia atrás y cierra la puerta de golpe -¡No!- Exclamó ante la desesperación, no quiero volver a pasar por donde estuve -¿Qué está pasando? 

°°°

Damián.

Analepsia.

¿Por qué siento esta sensación dentro de mí que me incita a ayudarte? ¿Por qué simplemente mi ego no me deja tranquilo? Voy a intentarlo, no puedo dejarte morir, aunque lo estarías al condenarte a esta clase de vida, tratare de salvarte, aunque tendrás que poner de tu parte -observo mi reloj de mano-. Ya es tarde.

Fin de la analepsia.

-Aunque el tiempo ya no esté a nuestro favor lo haré, pero necesito que también pongas de tu parte si estás donde sea que estés.

Introduzco mi mano con delicadeza debajo del cuello de la chica y la levanto un poco a la altura de mi boca a tal punto de que me permite libre acceso a su cuello, la sujeto contra mi pecho, con la otra mano que tengo libre acercó su cuello un poco más terminando de clavar mis colmillos en ella y haciendo una pequeña herida en su piel, el líquido carmesí resbalaba por su piel blanca que parecía de porcelana por su estado, era rica, estaba deliciosa, es complicado, es como cuando empiezas aprobar algo que te gusta y no quieres parar y deseas más y más ¿Qué hago? No puedo distraerme del objetivo. Desencajo mis dientes aun cuando me acuesto un poco para poder hacerlo.

-Vamos niña despierta –pronunció-, ya hice de mi parte ahora por favor haz la tuya.

Al ver que aún no reaccionaba saque mi mano debajo de su espalda y la coloqué en el suelo despacio, comencé a darle primeros auxilios, que irónico es por donde tuve que haber empezado primero. Presionó su pecho con mis dos manos tratando de darle respiración cardiopulmonar y así que de paso la sangre pudiera llegar a su corazón. Acerqué la muñeca a mi boca y la mordí, la colocaba en su boca para que cayera unas cuantas gotas y está volvía y sanaba en poco tiempo, repetí el mismo proceso de manera consecutiva.

-Esto se está volviendo una pérdida de tiempo, vamos no me hagas arrepentirme y darme de cuenta que esta fue una mala opción desde el principio -empiezo a inquietarme-. Ya no puedo más -le gritó la última frase por el estado de frustración en que me encontraba- ¡Responde! –Procedí a vociferar dándole un fuerte golpe en su pecho, al hacerlo creo escuchar lo que es un latido ¿Será cierto? Me concentro, es así, no puedo evitar sonreír, la chica frente a mi abre y vuelve a cerrar sus ojos, no pierdo más tiempo, deslizó una de mis manos por su espalda y con la otra la introduzco por debajo de sus rodillas, la cargo sintiendo su piel tibia con mi fría y tersa piel, salgo de la habitación para dirigirme al carro parqueado que vi en frente de la puerta principal al llegar.

-No es el mejor, pero algo es algo -la dejó en el asiento de atrás porque estará más cómoda-. Ahora a terminar lo que empecé -pronunció sacando la caja de fósforo, la lanzó en el aire y vuelvo y la atrapo consecutivamente mientras camino hacia adentro de la mansión-. No puede quedar pistas de lo que pasó aquí, tenemos suficientes enemigos como para que las policías se nos vengan a unir a la fiesta, hay que despistarlos, es fácil hacerlo, ellos son como un pequeño grano de arena en un zapato, somos más astutos y es cierto que a veces nos gusta hacerle perder el tiempo y contemplar cómo se matan unos con los otros, pero se acercan grandes cosas y cada segundo es primordial. 

-Ese maldito de Draegan me las va a pagar quien se cree que soy yo su lacayo, que mejor le siga lamiendo el culo a Marcus que eso es lo mejor que puede hacer. Espero que nadie se entere de lo que acabo de hacer, ni Marcus ni ella se pueden encontrar, me encargare de que eso nunca pase, aunque una desobediencia sea tan mala para la familia Von Drácula –respiro profundo- a pesar de que tengo muchos años de vida aún sigo hablando solo, normal, pero ya no más el camino es largo y debo de aprovechar el tiempo.

Me quedo paralizado frente donde se encuentra el mayor desastre, dejó caer el fósforo encendido al piso y las llamas comienzan a fluir, salgo, subo al auto para ponerlo en marcha, antes miro hacia atrás para observar el rostro de mi acompañante.

-Pequeña el viaje será largo y el trayecto algo cansado, pero sé que te dolerá más olvidar todo esto cuando despiertes -poso mi mirada a la mansión y veo como esta comienza arder en llamas y decido irme.



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En el texto hay: vampiros, hombres lobos, paranormal

Editado: 22.04.2023

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