La Doble Cara de un Vampiro.

Capítulo 10.

Tic, tic, tic suena la alarmaAl parecer me quedé dormida y no pude escuchar cuando sonó, irónico, no puedo engañarme a mí misma. No pude tan siquiera conseguir dormir pensando en todo lo que pasó ayer y en parte de este día, debo de tener unas grandes ojeras. Apartó el edredón, me levanto de la cama y tal y como se lo dije a Damián hace pocas horas, estaría mejor hoy, aunque no lo estoy del todo. Entro al baño a darme una larga ducha para así poder reflexionar todo lo que hice y pensar las cosas mejor como he de costumbre, cuando abro el grifo dejo que el agua caiga sobre mi cabeza y me siento en la bañera, los recuerdos de todo lo que pasó vienen a mi mente golpeándome constantemente, el pobre animal muerto en el piso, mis deseos de querer más, es como si fuera lo que creía lo mas asqueroso y repugnante al principio al hacerme la idea resultara ser lo contrario, es como una droga que no puedo dejar, pero ¿A qué se refería Damián? Además de que estaba exaltada cuando no era así. No puedo olvidar ese rico y largo beso, aunque fui yo la primera en hacerlo. 

Fue un atrevimiento de mi parte, más sin embargo me dolió cuando él me rechazó, aunque el beso después fue correspondido, me sentí como una completa estúpida, pero me sorprendí al saber que no solamente yo lo deseo, pero ¿cuanto él me desea a mi? No pude evitar enojarme cuando expresó que me investigo yo no le di ese derecho, ni siquiera lo consultó conmigo -le doy un golpe a la pared haciendo un ligero agujero en ella y lastimando mi mano al instante, si apenas pudiera sentir el dolor que me genera, esta no hace más que sanar al instante-, ni siquiera me lo dijo ¿hasta cuando planeaba mantenerlo en secreto? Lo que más me preocupa es que tanto sabe sobre mí.

-Alis ¿Estas bien? -escucho mientras tocaba en la puerta para confirmar que estaba ahí.

-Si, lo estoy.

-¿Segura? porque escuche un ruido.

-Eh…eh -vamos Alis diablo invéntate una excusa rápida-, eh…solo me caí en la bañera pero estoy bien.

-¿Segura?

-Si Damián no te preocupes.

-Esta bien.

Escucho sus pasos alejarse, ya se ha ido y no quiso seguir preguntando. Sería lo mejor para ambos debido a que ahora necesito espacio para poder pensar. Me preocupa estar alucinando, vi esa bestia infrahumana de nuevo, su presencia fue más que una advertencia para mí pero ¿cómo me siguió hasta aquí? lo que más me preocupa es que sean reales y una de ella lastime a Damián, sacudo mi cabeza debido a que no pueder ser así, me resigno, eso nunca pasara, no permitiré que pase a pesar de que lo conozco muy poco muy recientemente se ha convertido en una persona muy importante para mi, con el olvido todo mi pasado vaya creo que esto nunca me paso con Adonis ¿Qué me pasa? Como voy a comparar ese canalla con Damián si ni tan siquiera les llega a los talones, ni a los dedos del pie, aunque no conozco del todo a Damián eso es lo que más me preocupa. Ay…- suspiro- como olvidar cuando su cuerpo se juntó con el mío o de cómo me pego a la pared; las respiraciones agitadas al parecer ambos nos dejamos llevar por el momento. Me volví una persona que desconozco en ese mismo instante. Cómo no recordar cuando me rompió la camisa y el pantalón e introdujo sus manos, en un ligero movimiento subió desde el talón de mis pies a casi mi parte intima, nadie ha estado así tan cerca bajo mi consentimiento. A…-se me escapa un pequeño gemido al recordar el momento, me remuevo en la bañera ante el recuerdo tratando de calmarme mi deseo sexual-. O soy yo o aquí hace más calor. Mmm…cuando le agarre el trasero y le mordí el labio, sin embargo todo no perduraría por siempre y momento se acabaría cuando me mordió en el hombro y comencé a recordar todo sobre ese día, uno de los peores días de mi vida. Tuve miedo, mucho para ser exacto. De un momento a otro me sentí muy débil pero no quería darlo a notar. Creo que en algún momento tendré que arreglar la abolladura que está en la pared.

Me levanto del piso, cierro el grifo, abro la puerta y procedo a salir para tomar una de las toallas. Me seco, decido colocarme el vestido que me iba a colocar el día de ayer y bajó hacia donde se encontraba Damian. El se queda postrado mirandome como si tratara de descifrar un misterio. 

-Buenos días -me saludó cortésmente mientras se acomodaba en su sillón favorito, algo normal. Cuando se sienta en él aparenta ser un gran misterio el cual te ínsita llegar al final. Parece un Charles Home.

-¿Acaso me levanté muy tarde?

-No, no, no solo te estoy saludando, no te has levantado tarde. Por cierto,- crea una pequeña pausa, estoy empezando a odiarlas- lo que pasó ayer…

-Disculpa me dejé llevar por mis impulsos- lo interrumpo antes de que prosiga-. No volverá a pasar.

-Discúlpame tu a mi por…

-Damián ya basta no prosigas más deja las cosas ahí, no quisiera hablar de ese tema por ahora -me siento en la escalera y escondo mi rostro dentro de mis pies. 

-Está bien, hablemos de eso otro día. Cambiando de tema ¿Acaso se te estaba olvidando la sorpresa? -Se que intenta animarme y por eso está cambiando el tema.

-Ah…la sorpresa casi se me olvida, pensé que sería para otro día. 

-No te preocupes mi princ ... .no te preocupes -se corrigió al instante. Alzo mi rostro y le doy una mirada de recelo- tenemos que hacer algo antes de darte tu sorpresa. 



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En el texto hay: vampiros, hombres lobos, paranormal

Editado: 22.04.2023

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