La Doble Vida De Noa

Desgracia.

Entró a la oficina de Alexander una vez fue anunciado por la secretaria divisó al rubio tras el escritorio hizo una reverencia a lo cual Alexander respondió poniéndose de pie para acto seguido corresponder el saludo de la misma manera.  

—No esperaba verlo tan pronto Von Parker, supe que estaba de viaje...

—Asi es, bueno así era Shinomoto —se adelantó a Responder—, pero ya estoy aquí para retomar todo.  — Aseveró el alemán mostrando que solo quería hablar respecto al proyecto.

—Eso es música para mis oídos Von Parker, ya debemos ponernos en marcha con la fase dos del proyecto.

Ambos hombres tomaron asiento, Alexander notó el cambio de actitud en Takeru la hostilidad de meses atrás ya no estaba presente, si bien tenía sus reservas con el   japonés agradecía la cordialidad que este mantenía ahora eso hacía más tranquila la relación laboral.

—Mis hermanos y mi padre están contentos con el ritmo de la producción, de seguir así los primeros embarques saldrán antes de tiempo para su distribución inmediata...

—Señor Alexander —Nancy la nueva secretaria entró sin anunciarse la castaña se acercó al  escritorio de su jefe, su rostro mantenía una expresión de acontecimiento—, lamento entrar así señor Alexander pero me acaban de llamar el señor Francisco tuvo un accidente.

—¿Qué? —no podía creer  lo que escuchaba, mejor dicho no quería creerlo tenía días sin ver a su primo él estaba de luna de miel junto a su esposa—, Nancy dime que está bien, dime ¿Qué te han dicho?

Se levantó con rapidez para ir con la conmocionada castaña, Takeru se puso de pie también sorprendido por la lamentable noticia, fue tras Alexander quería ofrecerle ayuda a su socio que en este momento estaba aturdido al recibir esa noticia.

—Alexander deje a la muchacha continuar. —Pedia el pelinegro tratando de calmar al rubio que no dejaba hablar a la secretaria.

—Tiene razón Takeru —secundaba Alexander  recuperando la compostura, volvió su vista a Nancy esperando la respuesta de la asistente—, por favor Nancy continúe.

La nombrada asintio como respuesta lo que iba a decir no eran malas noticias, pero tampoco eran buenas del todo.

—Señor hubo una falla en la avioneta donde viajaba su primo y su esposa, el piloto murió aún asi la esposa del señor sobrevivió pero su estado es delicado...

—¿Y Frans?, ¿qué se sabe de mi primo? —cuestionó Alexander con desesperación.

—No, no lo encuentran —dijo—, lo están buscando pero en la avioneta solo estaban el piloto y la esposa del señor Francisco.

—¡¿Pero como?! —exclamó Alexander volviendo alzar la voz.

—Es como se lo estoy contando señor las autoridades están buscando a su primo, su esposa asegura que él iba con ella al momento del accidente.

—Nancy prepara todo iré para allá.

—Si señor. —Respondió la asistente diligente al mandato de su jefe.

—Alexander —llamó Takeru sacando al rubio de su trance—, que no consigan a tu primo es una buena señal quizás este vivo y perdido, seguramente no tardan en dar con él los rescatistas. —Dijo Takeru animando al aflijido rubio.

—Si —secundó Alexander lo dicho por Takeru, debía aferrarse a esa pequeña esperanza—, gracias Shinomoto —habló con sinceridad—. Takeru gracias discúlpame debo estar en este momento con mi familia y...

—No, no te preocupes yo me encargaré por ahora tú arregla tus asuntos y espero que tu primo esté bien.

Salió de la oficina aún asimilando la noticia del accidente de Francisco Von Parker, solo esperaba que el chico estuviera sano y Salvo.

•••

—Entonces te llamas Mamoru ¿No es así? —cuestionaba Noa al muchacho que puso frente a ella un plato de sopa humeante.

—Así es señorita...

—Solo dime Noa —dijo ella para luego tomar una cucharada de sopa—, señorita no soy y, por cierto está sopa está buena amigo, tienes que darme la receta. —Dijo la morena probando gustosa el alimento frente a ella.

Mamoru solo sonrió con discreción ante la espontánea mujer sentada en el comedor.

Dió una cucharada más a su sopa, luego miró al chico que se alejaba de la cocina, posó su vista en el recién llegada el comedor tenía vista a la estancia donde estaba la puerta principal.

El muchacho se acercó a Takeru Noa les miraba intentando descubrir que hablaban esos dos. Sin obtener respuesta siguió comiendo sopa ignorando a los dos hombres.

Poco después Mamoru se retiró Takeru tomó asiento frente a Noa le miraba en silencio comer ella  pasaba  de largo al hombre con la comida, en los labios, el pelinegro  dibujó una sonrisa denotando unos hoyuelos en las comisuras de sus labios la infantil actitud de la morena le pareció de lo más graciosa al japonés.

—¿Cómo te sientes?

Se atragantó con la sopa —¿M-e estás preguntando a mi? —dijo limpiando sus labios con una servilleta de tela.

—Pues si —dijo cogiendose de hombros—.  No veo a nadie más aquí Noa, ¿o tú ves algo que yo no veo?

«Que tonta eres, aguarda ¿Oí bien? Me acaba de llamar por mi nombre» aquello no era normal Takeru siempre se refería a ella como Azul.

—Noa te hice una pregunta...

—Si disculpa japonesito estoy bien —respondió apresurada comiendo la sopa.

Puso una mano en la frente de la chica, ella miró confusa a Takeru cada vez lo entendía menos, lo que si era seguro era que si lo que buscaba era llevársela a la cama, él estaba muy equivocado con ella de nuevo.

—Tienes un poco de temperatura, lo mejor será...

—Gracias por dejar que me quede aquí pero ya debo irme, de verdad gracias por todo, pero ya te he dado muchas molestias...

—Se que tú no estás trabajando para Alexander, por eso te vi anoche diambular con esa maleta ¿Por qué te despidió? —preguntó sin rodeos el japonés poniendo una mano en su barbilla de manera pensativa e interrogante a la vez.

Hizo a un lado la cuchara jugaba con sus dedos bajo la mesa no esperaba que el japonés ese  fuera tan curioso.

—Me despidió y ya no tiene sentido explicar razones, además no es tu asunto señor metiche. —Dijo hastiada la ex niñera rodando los ojos.




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