La Doble Vida De Noa

Promesa Rota Y Una Petición.

La swite estaba llena de de chocolate—, Takeru es todo un principe.

Suspiraba degustando el dulce sabor de la fresa y el chocolate fundiéndose en sus labios, estaba feliz por su amiga y todas las cosas buenas que le estaban sucediendo. Uhermosos arreglos de rosas y otros tantos de flores exóticas, también de cajas de obsequios y decoraciones con frutas.

—¡Nini! —dijo Cameron impresionada con la variedad de presentes en la habitación la pelirroja comiendo una fresa cubiertana parte de ella quería que algo así le ocurriera, Cameron no era envidiosa pero si quisiera que alguien le diera atención y sentir que alguien la quería.

—No son para mí —dijo la morena leyendo la nota de uno de los ramos de flores—, ciertamente Takeru es un caballero, pero este no es su estilo.

—¿A no? —inquirió Cameron intrigada por saber quien había enviado todo aquello—.  ¿Entonces quién fue Noa...? ¡Ya se fue un admirador!

—Bueno si es un admirador, pero nada de lo que ves es mío Cami. —Dijo la cantante con una cómplice sonrisa.

—¿Y...?

Noa entregó la nota a su amiga para que la  pelirroja descubriera quien era el caballero detallista que había llevado todas esas flores. Cameron  tomó el pequeño papelito lo desdobló y en cuanto leyó esas líneas sus ojos se abrieron desmesurados. 

"Se que lo ideal sería pedirte esto en persona pero de ser no la respuesta no sabría que hacer; por eso está es mi manera de hacerte está petición ¿Cameron quieres ser mi novia? Espero tener respuesta pronto atte Kody Lester".

Noa reía ante la expresión de estupefacción de Cameron, si ella estaba sorprendida no se imaginaba como estaba su amiga aunque sus ojos abiertos  como platos le daban una idea de lo que estaba pasando en la mente de Cameron.

—¿Qué le responderas Camí? —cuestionó la pelinegra comiendo también una fresa rellena de chocolate.

—Noa ¿Tú sabías algo? —respondió Cameron con otra pregunta.

—No, honestamente no tenía ni la más remota idea de lo que haría mi representante Kody es mi amigo tenemos confianza, pero nunca me dijo nada. Aunque era obvio que lo traías babeando amiga y no te hagas la inocente un par de veces te ví dándole unas miraditas.

—Entiendo bueno debo pensar en eso y en muchas otras cosas, no lo estaba mirando tanto no exageres.

—Bueno en lo que tú piensas yo iré a ver a mi bebé, se que está bien con la niñera pero no es lo mismo además extraño a mi principito.

Noa se marchó dejando a su amiga con esa interrogante.

•••

Al entrar a la habitación Noa fue recibida por las tiernas risas de su pequeño Ian mientras la niñera le hacía cosquillas y juegos al bebé.

—Susy ya volví ¿Cómo se portó mi pequeño?

—Ah señora está dormido el pequeño Ian es un niño muy educado, es todo un angelito —la niñera se acercó a la madre del niño para ponerlo en sus brazos—. ¿Quién es Luna?

—¿Luna? —cuestionaba la morena confundida por la pregunta de la niñera.

—Si, disculpa no quería ser entrometida pero usted dejó su teléfono en la swite y ese teléfono no dejaba de sonar pensé que era algo importante, cuando respondí era una niña, decía que su nombre era Luna que quería hablar con usted.

Ahora entendía lo que estaba pasando, aún así se preguntaba ¿Cómo obtuvo la niña su contacto, luego llegó a la conclusión de qué seguramente se lo sacó a Nicholas o a Lily esos dos siempre caían en la ternura de esa chiquilla.

—Susy ya puedes irte a descansar yo me haré cargo de mi bebé, ya sabes siempre puntual.

—Si hasta luego.

La niñera se marchó dejando a Noa llena de interrogantes, una de ellas era ¿Cómo obtuvo su número telefónico?

—Tu hermanita es una niña muy inteligente pequeño —dijo acariciando los pequeños y lacios cabellos dorados del bebé en sus brazos. Noa se acostó en la cama con el pequeño Ian a su lado, él le miraba espectante y curioso moviendo sus piernitas y manitas—. ¿Por qué tenías que parecerte tanto a él?

Imaginaba como serían las cosas si aquella vez Neta y Fabio no fuesen revelado su secreto inventando cosas demás «quizas  Alexander y yo estuviéramos juntos cuidando de nuestro hijo» sacudió de su cabeza tales tonterías. —No pienses en esas tonterías Noa ahora solo debes pensar en ti, en tu carrera, en tu relación y en lo más importante de todo en Ian —volvió a guardar silencio incorporándose en la cama quitándose los zapatos, dió un vistazo al niño imaginando como sería si Luna conociera a su hermano, tomó de nuevo el celular al revisar el historial de llamadas estás eran de Nick ¿Nick le dió su celular a la niña?, ¿o ella lo habrá tomado? Quería llamarla pero optó por no hacerlo lo mejor  para la pequeña su llamada solo la confundiría más y eso seguramente le traería problemas con Alexander.

•••

—Luna nena no viste por casualidad un teléfono en la cocina...

Betany no concluyó su oración la pequeña tenía el móvil en sus manos.

—Yo lo tomé Betany —mustó la pequeña con el celular en sus manos—, so-lo quería hacer una llamada.

—Pero en navidad te dieron un teléfono.

—Si lo sé es solo que...

La niña no sabía si contarle a Betany era ella en quien más confiable.

—Cielo, sabes que puedes confiar en mí yo no le contaré a nadie.

Luna devolvió el teléfono a Betany, la mujer recibió el móvil para luego tomar asiento junto a la chiquilla de larga y lacia cabellera castaña miel.

—Tomé el teléfono de Nick porque escuché que hablaba con Noa —las lágrimas comenzaron a fluir empapando las mejillas de la niña—, la extraño quiero verla, papá no me deja nisiquiera llamarle. Noa se fue y no se despidió de mi, escuché a Nicholas hablar en una llamada escuché su voz.

—¿Y hablaste con ella? —inquirió Betany preocupada y aflijida por la niña, ni ella sabía que pasó entre Alex y la niñera de un momento a otro esos dos tuvieron algo.

—No me contestó alguien más y me dijo que Noa no estaba —Luna limpiaba sus lágrimas con el dorso de su mano—, papá  y Noa estaban bien y luego  se enojaron ¿Betany, Noa me odia?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.