Ya había repasado toda la noche el plan que Fabio y Richard le habían explicado, estaba convencida de que todo saldrá bien, aún así ese plan no podía tener ningún error, pues este podía costarle y mucho.
—¿Estás lista? —inquirió Richard quitándose sus gafas oscuras—. ¿Sabes lo que pasará si cometes un error?
—El que me lo andes repitiendo a cada momento no hace que me sienta menos nerviosa Dick...
—Pues ahora te aguantas pequeña imbécil, sabes que si no logras el cometido de Fabio o algo sale mal Fabio te hará pagar tú error.
Salió del vehículo azotando la puerta no soportaba recibir órdenes y menos de un troglodita como Richard aunque algo si era cierto si algo salía mal tenía mucho que perder. Ya conocía la dirección no entendía como Cameron y sobretodo Noa tuvieron tanta suerte en la vida y ella seguía hundida en el maldito Caleidoscopio siendo una marioneta más de Fabrizio.
Había llegado al nuevo salón de Cameron había acordado una cita con la pelirroja para volver a verse, al entrar al lugar sus ojos se abrieron de manera desmesurada al ver todo a su alrededor Cameron inició en las redes sociales como creadora de contenido pero decidió crecer abrir un salón e impartir clases de maquillaje a chicas de bajos recursos, la idea le generaba repulsión no entendía porque Cameron en lugar de hacer más dinero perdía su tiempo con niñas igual o más pobres que ellas.
—¡Cris que bien que llegaste! —saludaba la pelirroja al encontrarse con su amiga de lacia y larga cabellera dorada—. ¿Solo viniste tú? —arguyó Cameron mirando a los lados buscándo a Layla su otra amiga.
—Si, solo yo Layla no pudo venir, ya sabés los mellizos —mintió—, pero estoy yo aquí y de igual manera nos podemos divertir ¿No? —dijo Cristal con simpleza evitando que Cameron hiciera más preguntas.
—Es cierto pero en este momento voy de salida tengo prisa...
—¿Ah dónde vas? —preguntaba Cristal esperando que fuera a verse con Noa su verdadero objetivo—, me gustaría entrar en este mundo y me gustaría también que tú me ayudes desde que me hablaras más de tus clases de makeup.
Cameron pestañeaba repidamente ante la petición de Cristial, su amiga era hermosa y muy llamativa en el Caleidoscopio cuando trabajaba con la rubia como bailarina Rose era uno de los colores favoritos del sitio Cameron no le quitaría esa motivación; si de verdad Cristal quería aprender, ella sería un apoyo y no un obstáculo.
—¿...Y? —habló Cristal impaciente por el silencio de Cameron.
—¡Claro que sí Cris yo te ayudaré amiga! —estaba muy feliz por la decisión de Cristal, sabía que la rubia era una chica muy talentosa se abalanzó a la esbelta chica en un efusivo abrazo dándole la bienvenida a Cristal a lo que posiblemente sería una vida diferente—, estoy muy feliz, ya verás que me esforzaré contigo y serás imparable Cris.
—Gracias amiga, de verdad no imaginas lo feliz que soy al escuchar eso —queria soltarse no aguantaba las meloserias de Cameron, ella solo quería llegar a Noa su verdadero objetivo—, por cierto no me dijiste a donde ibas Cameron.
La nombrada pelirroja se se soltó del abrazo —ah si es cierto iba a ver a Noa, es que pronto tendrá la entrega de un premio y como su asesora de imagen, yo debo ayudarle a escoger lo mejor.
Lo que Cameron decía era música para los oídos de Cristal, todo estaba saliendo como ella lo esperaba «todo marcha sobre ruedas, está estúpida sin saberlo me acerca a la ruina de la otra estúpida de Noa», Fabio la recompensaria muy bien por llevarle a su Azulita en bandeja de plata.
—Genial eso que dices suena a glamour, ropa y zapatos costosos —decia Cristal fingiendo alegria—. ¿Puedo ir contigo y con Noa? Digo si no tienes problema con eso...
—Yo creo que Noa no se enojaría, al contrario será una buena primera lección para tí y a ella le alegrará mucho verte Cristal, así que vamos nena.
—Si, está bien vamos con Nini. —caminaba con Cameron a la salida de su estudio, por fuera fingía una sonrisa para congraciarse con Cameron, aunque internamente planeaba que haría cuando tuviera la oportunidad de estar a solas con Noa.
•••
Físicamente estaba en el estudió de grabación, pero su cabeza estaba en otro lugar, un lugar muy diferente a donde en realidad debía estar. Su mente le decía, más bien le exigía abandonar aquello que aún sentía por Alexander, Takeru era el hombre que le había elegido sin importar su pasado, sin mirar sus errores y eso lo agradecía y mucho aunque por más que lo deseara y se obligara a si misma no lograba ver a Takeru como alguna vez lo sintió con Alexander.
—¿Noa estás bien? —inquirió Ben el ingeniero de sonido al llamar repetidas veces a la cantante y no tener respuesta.
Se quitó los audífonos asintio para luego regalarles una sonrisa a Ben y a Kody que acababa de llegar con un vaso de café helado el cual le mostraba a la pelinegra a través del cristal de la cabina de grabación.
—Nena tomate un descanso y luego terminamos. —Dijo Ben a través del micrófono.
Quitó los audífonos de su cuello salió de la cabina saludó a Kody tomó gustosa un trago de la helada y deliciosa bebida, se despidió de Ben para luego salir con Kody su amigo y representante, ambos fueron a la oficina de Kody pues era un lugar privado y él intuía que su amiga no estaba en un buen momento.
—¿...Y? —dijo Kody tomando asiento tras su escritorio.
—¿Qué cosa? —respondiá Noa confundida tomando asiento en el sofá de cuero que Kody tenía en su oficina para las visitas.
Suspiró sabiendo que su amiga no soltaría tan fácilmente aquello que la afligia —nena tú y yo somos buenos amigos ¿Verdad?
Asintió ante lo que Kody decía.
—Tanto que soy uno de los padrinos del pequeño Ian...
—¿A dónde quieres llegar con ésto Kody? —preguntaba Noa cansada de los rodeos de su amigo.
—Así como eres de directa en unas cosas, para otras eres peor que una caja fuerte mujer, a ti definitivamente no se te escapa una —rió confirmando que su amiga si traía algo—. Te conozco Noa ¿Problemas en el paraíso? O tal vez sea tu antiguo amorío con tu jefe el alemán...
Editado: 17.03.2024