La Doncella, el Principe y su Bestia.

1. La Doncella, su niñez.

La Doncella vivió su niñez en el campo en una gran Hacienda con vistas preciosas desde su balcón las montañas a lo lejos con los frondosos árboles y los malinches de colores que teñían la montañas de rojo, amarillo o rosa. 

Se veian hermosos era un gusto distinguirlos en las madrugadas bajo la espesa niebla. Era todo un espectáculo de color y vida.

La vida animal no se quedaba atrás te levantaba el gallo muy tempranito y un trinar de pajaritos llenada tus oídos de una melodía que parecía un concierto musical.

A levantarse, bañarse y ayudar a los sirvientes a recolectar los huevos para el desalluno de la familia y todos los peones.

El padre a pesar de ser un asendado adinerado enseñaba el valor del trabajo a sus once hijos.

Los varones junto a lo peones a la finca a hacer cercas, chaperar, a arreglar campos para la siembra maíz, frijoles, arroz pero también cuidaban los árboles y plantaciones como aguacate, limoneros, mandarinas, mangos, incluso guanábana sin olvidar los plátanos, bananos además de verduras papas, yuca y tantos regalos que la naturaleza da.

Las mujercitas van a la cocina. Aprender a cocinar para cuando se casan a lavar y a coser. Atienden los animales también las vacas, los borregos, gallinas y cerdos.

Eso si el trabajo pesado era cargo de los peones y las mucamas de la casa.

Los hijos trabajaban para aprender el oficio.

Sus hijos van creciendo  a los quince años va haciendo hora de buscar novios para casar las mujercitas.

El novio lo buscaban los padres en conjunto, los dos decidían de acuerdo a su posición social, mejores animales (caballo, ganado), tener apellido de avolengo y padres adecuados, ademas tenía que demostrar ser merecedor de la chica.

La Doncella habló con su padre después de haber rechachazado a dos candidatos.

Ella dijo:

Padre quiero estudiar y enseñar a niños. Papá después de eso me casaré. 

Días de deliberación con la madre que no estaba de acuerdo con tal idea.

El padre era muy complaciente con la Doncella y se lo permitió.

MAESTRA DE ESCUELA.

 

 

BELOS LECTORES. 

ESTA ES UNA BELLA HISTORIA.  

MUY TRISTE. 

PERO LLENA DE SUPERACION. 

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GRACIAS,  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 




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