Aquel hombre que dejó de ser Príncipe y se convirtió en una basura humana. Así lo veía la bella Dama de hoy en adelante como la Bestia.
Tubo un cambio de ochenta grados paso de ser un gran hombre, un Príncipe de dulces palabras y melodiosas mentiras, porque ahora se daba cuenta de las manipulaciones y las palabras melosas y conquistadoras. Que también se las decía a más chicas para sus conquistas. A la Doncella esto le rompía el corazón.
Se daba cuenta de la verdad, veía la verdad, la tenía de frente y ahora la podía distinguir de las mentiras.
Aquel malvado Príncipe entendió que no le tocaba nada de las tierras y ni de la Hacienda nada sería para él. Todo había sido trabajo por el Señor Padre de la Doncella, todo era de él y a su muerte quedaría para sus hijos. Pero el viejo podía vivir hasta otros cincuenta años mas.
Cuando el Príncipe entendió aquello cambió porque se frustraron sus planes sus infulas de grandeza y esperanzas de dinero fácil. Le tocaba trabajar para tener su dinero y no le gustaba.
El hombre con el que se podía hablar, el hombre tierno y dulce, amoroso y lleno de amor.
Dejó de existir ahora era una persona dura, fría, sin sentimientos, no le importaba nada ni nadie, no se le podía hablar porque eran gritos, reclamos, y violencia y hasta golpes
Ya cumplian los diez años de matrimonio y ahí en adelante empezo la violencia, los gritos, los golpes y las humillaciones.
Llamadas a la ambulanca de ida y vuelta al Hospital, internamiento de emergencia. Se hacía cada vez más frecuentes en la casa de la bella Doncella como cada vez más frecuentes eran los golpes y las agresiones.
Su hombre, su Príncipe aquella gran persona de la que la pequeña Doncella se enamoro ya no existe más.
Ahora era una horrible BESTIA.
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