La doncella y el soñador

Capítulo uno

El Condado Verde era reconocido por sus hermosos amaneceres, en especial si son vistos desde las torres del castillo. Varinia concordaba con aquel dicho y por esa razón había tomado el hábito de levantarse temprano para observar el amanecer desde la ventana de su habitación, ubicada en la torre oeste. Una vez que el sol ocupaba su lugar en el cielo las damas de compañía de la doncella ingresaban al cuarto y la ayudaban a vestirse. Minutos más tarde las tres muchachas ocupaban sus lugares asignados en la mesa para tomar el desayuno.

 

Aquél día Kurios y Davina Blesur, padres de Varinia y señores del castillo, decidieron presentarse al desayuno en el mismo horario que sus hijos. No era usual que los acompañaran pues sus tareas como administradores del Condado Verde los mantenían ocupados. La presencia la pareja no pasó inadvertida por Dago y Varinia, ambos sabían que cada vez que sus padres desayunaban junto a ellos un anuncio importante era dado.

 

—Les recordamos que por la noche celebraremos una gala para festejar un nuevo año de exitosas relaciones comerciales con el resto de los condados del reino —anunció Kurios mientras los sirvientes depositaban la comida en la mesa.

—Imaginamos que ya habrán seleccionado sus vestimenta para la ocasión y practicado sus saludos —Continuó Davina en un tono amenazador— , en especial tú, mi querida Varinia, sabes muy bien lo importante que es dejar una excelente impresión a los posibles candidatos. Si no nos apuramos pronto vas a ser muy vieja para encontrar un esposo.

—Lo sé, madre —contestó la muchacha a pesar de que se había olvidado por completo de la gala. Sintió que alguien la pateaba por debajo de la mesa y de inmediato giró la cabeza en dirección a su hermano dedicándole una sonrisa falsa —.Prometo que no los defraudaré.

—Estaré preparado a tiempo junto a Elodie —comentó Dago deseoso por finalizar la conversación.

—Hablando de tu esposa, Dago, ¿por qué no nos está acompañando en el desayuno? —Preguntó Kurios— ¿Cómo está avanzando el embarazo?

—Mi esposa y mi hijo se hallan en perfectas condiciones, agradezco tu preocupación.

 

No se hicieron más preguntas durante el resto de la mañana. Cada integrante de la familia degustó su comida en silencio y al terminar se saludaron con un simple gesto antes de separarse.

 

Varinia no tuvo tiempo para llevar a cabo sus habituales actividades de recreación, la tarde fue consumida por la tediosa tarea de seleccionar el vestido, accesorios, zapatos y peinado adecuados para la velada. Gracias al cielo Eudora y Gada estaban para ayudarla, ya que ellas sí habían recordado la importante fecha, el universo sabe que sin sus damas de compañía se hubiera no se hubiera presentado al baila a tiempo.

 

Luego de mucho debatir decidieron que Varinia usaría un vestido rojo, largo, que se ceñía hasta la cintura y además dejaba sus hombros descubiertos. Para los pies seleccionaron unos zapatos del mismo color que el vestido, aunque no sería posible verlos a excepción de los momentos en los que les fuera necesario levantarse un poco la pollera para caminar. El cabello lo arreglaría en un peinado semi recogido con unas pequeñas trenzas. Finalmente, en el cuello, por sugerencia de Gada, llevaría un collar de diamantes.

 

En el tiempo adecuado Varinia arribó al salón de eventos donde sus padres ya estaban dando la bienvenida a los primeros invitados. La fiesta anual en honor a las relaciones de comercio era una celebración muy importante para Condado Verde y reconocida en el resto del reino. Representantes de las familias más influyentes se acercaban al castillo Blesur con la intención de mantener las buenos vínculos y edificar nuevos. Este año se había esparcido la noticia de que los administradores del Condado Verde se encontraban en la búsqueda de un esposo para su única hija, situación que entusiasmó a muchos nobles. Una alianza con la familia Blesur brindaba a cualquiera una posición más que favorable en la escala social, una oportunidad como la que se presentaba en esa gala no aparecería en mucho tiempo.

 

Las festividades organizadas por Davina y Kurios duraban, por regla general, al menos siete días. Al finalizar el evento algunas familias eran invitadas a permanecer en el castillo hasta que desearan regresar a sus lugares de origen. Varinia sabía que la gala era el comienzo de varias semanas complicadas en las se vería obligada a soportar a los jóvenes que demostraran interés en cortejarla. Los pensamientos negativos empezaban a notarse en la expresión sombría de su rostro. Junto a ella se colocaron Eudora y Gada, ambas le regalaron una sonrisa para brindarle ánimo, sabían que la tarea que Varinia enfrentaba podía ser agobiante y lamentablemente no era una situación de la cual las mujeres provenientes de familias nobles pudieran escapar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.